miércoles, 8 de febrero de 2012

PEGAMENTO

Hoy desde cuadernodeldavid, la historia del pegamento un utensilio que todos hemos utilizado.

Hay evidencia arqueológica al respecto del uso, por los hombres prehistóricos, de substancias adhesivas utilizadas como pegamento. Se trataba de productos naturales como la cera de abeja, la resina, el caucho o la goma de laca producida por ciertos insectos parasitarios de los árboles. Asimismo sabemos que los egipcios utilizaron la cola para confeccionar urnas; las junturas de cajas, arcas, vasijas o cualquier otro recipiente de madera se pegaban con un amasijo hecho a base de piel, huesos y tendones de animales. Pero eran más comunes los adhesivos de naturaleza vegetal, procedentes de la savia exudada por ciertas plantas y árboles, así como los almidones del arroz o del trigo.

Las colas, hechas en el mundo antiguo a base de desperdicios procedentes de la piel animal, se conservaban en estado sólido hasta que se necesitaba, en cuyo caso y ocasión se licuaba al baño María. Fue éste el pegamento más corriente entre carpinteros y gente de mar hasta no hace demasiado tiempo. Asimismo, fue un pegamento lo primero que utilizó el hombre como repelente de insectos: la melaza, sobre un papel que luego se colgaba, y que tenía propiedades adhesivas, fue el primer caza-moscas utilizado en la Historia.

Los pegamentos sintéticos son de creación moderna y reciente invención. Sustituyeron al maloliente oficio de los fabricantes de cola animal, con sus grandes calderas que había que remover una y cien veces hasta convertir la materia prima en una pasta gelatinosa nauseabunda. Hasta la década de los 1930, el hombre utilizó procedimientos de encolado o de adhesión muy similares a los descritos arriba, que se remontaban al Neolítico. La aparición del adhesivo químico, con el desarrollo de las materias sintéticas, hizo posible pegar cuerpos no sólo porosos, como la madera, sino que podía unirse con ellos materiales como el vidrio, el metal e incluso los plásticos.

El uso de adhesivos especiales, en la Industria, ha hecho posible no sólo la unión de fibra de vidrio de los cascos de embarcación o motores de aviación, sino que también ha supuesto una revolución en la vida doméstica al facilitar la acción del pegado en productos tan de todos los días como el engomado de los sobres o la pasta blanca de los escolares.

Resulta curioso observar que los adhesivos, como medio para unir cosas, experimentaron un desarrollo inesperado con el hallazgo de los productos sintéticos y epoxis en un momento en el cual la soldadura, los remaches, el estañado, etc., parecía que los iba a arrinconar para siempre. Observando este hecho, un conocido autor, I. Asimov, comentaba: "Lo que nos puede parecer absolutamente nuevo y original, seguramente no es sino una forma inédita de ver la misma cosa". Esto es lo que ha pasado, al menos, en lo que respecta a la historia pequeña de algo tan familiar como el pegamento: está llamado a revolucionar una enorme serie de operaciones y necesidades muy sofisticadas del mundo industrial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario