miércoles, 30 de julio de 2014

PRIMER DINOSAURIO ESPAÑOL

Hay que remontarse al siglo XIX, hasta una obra de Juan Vilanova y Piera fechada en 1872, para encontrar la primera publicación en la que se identifican dinosaurios de España. En ella, titulada Compendio de Geología, se hace referencia a unos pocos huesos procedentes de Utrillas (Teruel) y de Morella (Castellón).

Luego, la provincia de Teruel volvió a ser protagonista de la plasmación de un hallazgo pionero de la dinosauriología española pero tuvo lugar mucho tiempo después, ya que más de un siglo separan ambas publicaciones. Se trataba de la descripción científica del primer nuevo dinosaurio caracterizado en España. Los restos procedían de la localidad turolense de Galve y el estudio se publicó en 1987 por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Paleontología "Miquel Crusafont" de Sabadell, que establecieron un nuevo género y una nueva especie de saurópodo. Dedicaron el primero a Aragón, mientras que la segunda parte del binomio hacía referencia al especial desarrollo de la apófisis púbica del isquion; el resultado fue Aragosaurus ischiaticus, el primero de una lista de dinosaurios españoles que, en los últimos años, ha experimentado un notable incremento, compensando parcialmente el intervalo tan prolongado de ausencia de investigaciones que desembocaran en la recuperación de dinosaurios "Marca España".

Cabecera de la publicación en la que se describió el primer nuevo dinosaurio español: Aragosaurus./ Estudios Geológicos (CSIC).
Precisamente sabemos ahora mucho más de los saurópodos que hace cinco lustros; y no sólo de los españoles, sino de los descritos en todo el planeta. Por ello se pueden acometer estudios comparativos utilizando unas bases de datos impensables hace tan sólo unos pocos años. Por lo tanto, el primer dinosaurio español merecía un estudio anatómico exhaustivo -incluso de algunos huesos que no estaban disponibles en el momento de su descripción- y, en especial, su adición a la "coctelera" cladística más actual disponible para los saurópodos, que permitiría situar su posición filogenética una vez codificado el mayor número posible de sus caracteres morfológicos; concretamente, 74 de los 309 estandarizados para un esqueleto completo de saurópodo (pero casi nunca se tienen todos los huesos o se pueden identificar con claridad todos los caracteres). Tras su comparación con otros 48 saurópodos, los últimos datos, recién salidos de la imprenta, han colocado a Aragosaurus como un macronario basal más estrechamente relacionado con el grupo de los saurópodos titanosauriformes que con Camarasaurus.



Resultado del análisis de parentesco de Aragosaurus (cuadro rojo), que sería un macronario (cuadro azul) pero no un titanosauriforme (cuadro verde). / Royo-Torres y colaboradores.
También en los últimos años se ha podido avanzar en la interpretación geológica de los yacimientos que contienen dinosaurios. Aragosaurus se encontró en un yacimiento al que se habían atribuido edades diferentes, en función de su adscripción a una determinada unidad geológica -cretácica- o bien a otra situada inmediatamente por debajo -con una edad a caballo entre el final del Jurásico y el inicio del Cretácico-. El yacimiento, denominado La Carretera hace unos cincuenta años y Las Zabacheras en los últimos decenios, estaba completamente sepultado por una montaña de derrubios correspondientes a obras del trazado de la carretera de acceso a Galve, por lo que no se podían tomar muestras que ayudaran a datarlo con precisión. Una investigación que acaba de ver la luz en la revista Zoological Journal of the Linnean Society aporta suficientes argumentos geológicos para inclinarse por la edad más antigua de las dos propuestas. No obstante, tras una ardua búsqueda, se ha podido localizar el nivel original donde yació Aragosaurus, lo que ha permitido recuperar nuevos huesos del mismo ejemplar y, además, facilitará la realización de nuevas pruebas que sirvan para poder datar directamente dicho nivel.


Tras un buen periodo de tiempo escondido bajo escombros, este año el yacimiento de Las Zabacheras ha vuelto a ver la luz. / Luis Alcalá.
Después de la fama que le otorgó haber sido el primero, Aragosaurus vuelve a estar de moda: estrena nuevas características anatómicas (su "carnet de identidad") que identifican más claramente al dinosaurio, nueva clasificación, nueva edad y nuevos fósiles. Y, por primera vez en mucho tiempo, su disperso esqueleto podría llegar a completarse si aparecen los huesos que aún le faltan en la excavación que se ha puesto en marcha.

martes, 15 de julio de 2014

HOMENAJE MERECIDO

El último día de la vida del labrador Duke

Si pudieras elegir cómo pasar tu último día de vida, ¿qué harías?. Las despedidas tienen ese sabor agridulce de todas las cosas bonitas que llegan a su fin para no perder su belleza. La historia de Duke es triste y alegre a la vez.



Duke era un perro de una familia de Houston al que le detectaron un tumor en el hueso. Tras muchos tratamientos fallidos el animal comenzó a perder calidad de vida y los propietarios decidieron poner fin a esos días de sufrimiento por lo que concertaron una fecha con el veterinario para suministrale un inyectable letal: el 7 de julio.
Con todo el dolor de su corazón, los dueños de Duke quisieron organizarle una despedida especial y para ello organizaron el día perfecto: Los propietarios invitaron a su mascota a un banquete de hamburguesas para que cogiese fuerzas antes de ir a divertirse al parque acuático o dar un paseo por el parque.
La iniciativa de los 'padres' de Duke ha conmovido a muchos dueños de perros que también han empezado a compartir en la red ese día especial que han organizado para su más fiel amigo antes de dejarlos partir y descansar en paz.