miércoles, 28 de diciembre de 2011

LA HISTORIA DE LAS CORTINAS

Para ir cerrando un año que termina, vamos ha abrir las cortinas a la vida y al nuevo año y así doy pié ha contaros la historia de las cortinas. Muchas veces útiles, otras inútiles y la mayoría difíciles de escojer cuando vamos a la tienda.


El uso de cortinas por el hombre antiguo, está documentado en mosaicos, relieves y grabados en piedra y marfil que datan de varios siglos antes de nuestra era. Con su empleo se buscaba la creación de ambientes que propiciaran la intimidad.

Suspendidas por un vuelo de varillas de madera, en las que quedaban ensartadas y prendidas, las cortinas corrian de un tramo a otro de arquerías y lienzos de muro, estableciendo divisiones en amplios salones, acotando espacios, y creando recintos separados. Desempeñaban el papel de los actuales tabiques, o de los biombos y paramentos con que en otras épocas se parceló el espacio doméstico.

Ha tenido un uso importante en el mundo teatral desde los griegos hasta nuestros días. Grandes telones que, al contrario de lo que sucede hoy, no subían, sino que bajaban en cascada para dejar al descubierto el escenario. Y en el ámbito de la religión, la cortina jugó un importante papel. Entre los judíos, en el templo de Salomón se acotaba el área sagrada del santa sanctorum con una gran cortina o velo de una pieza, que sólo el sumo sacerdote podía descorrer una vez al año. También el paganismo antiguo tenía la costumbre de cubrir las imágenes sagradas con cortinas en las fechas en que se cruzaban las celebraciones religiosas con las profanas, costumbre que ha perpetuado la iglesia católica, durante la semana santa y el carnaval.

El mundo romano utilizó cortinas con fines domésticos, desde dos siglos antes de nuestra era. Con ellas cubría puertas y ventanas. Era costumbre traida de Oriente en tiempos de Atalo II, aquel rey de Pérgamo, hijo de Atalo I, fundador de la grandiosa biblioteca donde por primera vez se utilizó el pergamino -de ahí su nombre-, a cuya muerte dejó el reino a los romanos. Aquella primeras cortinas romanas eran conocidas con el nombre de aulae, y se confeccionaban con materiales preciosos, como la seda, el terciopelo, el damasco. Se utilizaban tanto para cerrar recintos como para adornar ricamente las paredes de estancias y salones principales. Cuenta Pausanias, geógrafo griego del siglo II de nuestra era, en su Descripción de Grecia, que el dios Júpiter lucía en su templo de Olimpia unas cortinas bordadas, teñidas en púrpura de Tiro, que había donado el rey de Siria, Antíoco, y que se hacían subir y bajar mediante un complejo sistema de poleas.

No sólo el ámbito de la religión, sino también el del mundo del derecho tuvo un uso muy particular para las cortinas. Los jueces hacían caer ante sí una cortina de lino antes de dictar sentencia, a fin de quedar aislados de la influencia del jurado: era el velum.

Dentro de la vida cotidiana y doméstica, la cortina tuvo una particular utilización en los dormitorios, en una época en la que no existía éste como tal pieza de la casa, o habitación aislada. Servía para separar una cama de la otra, creando así alguna privacidad. Por eso no sorprende que la palabra "cortina" derive de otro término latino que significa "recinto", ya que permitía el aislamiento del ambiente circundante. En este sentido parece emplear la palabra el riojano Gonzalo de Berceo. Es en sus obras donde por primera vez aparece escrita. Y es que en Castilla, las cortinas eran los paramentos que separaban los dormitorios, y se llamaba cortinajes a las colgaduras de puertas y ventanas. Así aparece esta distinción en manuscritos medievales: grandes cortinas móviles, de pañería bordada o pintada a mano que corren de un lado a otro de la estancia para dar lugar a espacios distintos y privados.

A finales de la Edad Media, y a lo largo del Renacimiento, las cortinas eran ya un medio corriente de establecer o repartir espacios interiores. Colgaban del techo, y a modo de grandes pórticos cuyas hojas se cogían con cintas doradas, se abrían o cerraban, según la finalidad que en un momento determinado quisiera darse al espacio. En los dormitorios, caídas las cortinas en cascada, aislaban un aposento de otro, bajando desde el baldaquín, o sobrecielo, en pliegues de terciopelo y damasco recamado con apliques, guarniciones, flecos y bordados.

En el siglo XVIII era ya un elemento más decorativo que funcional, encontrándose cortinas incluso en las casas humildes. Y un siglo después, la cortina se convirtió en un mero detalle ornamental que contribuía a crear una atmósfera de calor y colorido.

martes, 27 de diciembre de 2011

VIDEOBLOG

Quim Vilamajó es un joven de 16 años con síndrome de Down que, con la ayuda de su padre, ha creado un 'videoblog' en el que habla de temas de su interés y con el que pretende sensibilizar a la sociedad sobre las capacidades y dificultades de personas como él.

Hasta ahora, Quim, que vive en la población leridana de Tàrrega, ha dedicado sus vídeos a hablar sobre qué es el Síndrome de Down, de política, de las elecciones del 20 de noviembre, de los trasplantes de órganos, de la vida independiente y de la natación, un deporte que le apasiona y con el que ha ganado numerosas medallas en campeonatos territoriales.

Su objetivo es poder reflexionar sobre todo aquello que despierta su interés, pero también dar a conocer cómo es su día a día, sus problemas y sus logros a través de una plataforma, como es la publicación de vídeos en Internet, que le permite además potenciar sus habilidades comunicativas.

"Esto le obliga a pensar, a estructurar ideas y a comunicarlas", ha explicado a Efe su padre, Jesús Vilamajó, fotógrafo de profesión, que se encarga de grabar a su hijo en el estudio de casa, de editar las imágenes y colgarlas en el blog (http://elmondelquim.wordpress.com/), llamado 'El món del Quim' (El mundo de Quim).

Por su parte, el menor, que estudia tercero de ESO en el instituto Manuel de Pedrolo de Tàrrega, aunque acude dos días por semana a la escuela de educación especial Alba, se encarga de redactar, bajo la supervisión de su progenitor, los textos que acompañan a cada vídeo y de responder los comentarios de internautas que genera cada uno de ellos.

Quim tiene ganas de mantener vivo este proyecto y por ello anota en una hoja los diferentes temas de los que, tras informarse previamente, le gustaría hablar en las próximas semanas, como por ejemplo las enfermedades del cerebro, las etapas de la vida, los jugadores del Barça o el cuerpo humano.

Cuestiones nada sencillas que Quim expone con naturalidad durante varios minutos ante la cámara, ante la que se muestra tremendamente cómodo, tranquilo y desenvuelto.

"Me encanta hacerlo y no me da nada de vergüenza", comenta Quim, a quien le gustaría llegar a ser "famoso" y dedicarse al mundo de los medios de comunicación.

Pero además de reflexionar sobre cuestiones de actualidad, Quim, que tiene una hermana de once años, aprovecha también estos vídeos para hablar de él, de sus preocupaciones y de cómo ve su futuro.

Afirma que quiere llegar a tener una vida independiente y también una novia -"hay una chica que me empieza a gustar", confiesa-, y asegura que actualmente lleva una vida completamente normal.

"Yo no tengo dificultades o tengo muy pocas. Hago de todo en casa. Soy autónomo y hago las cosas solo. Cambio las sábanas solo, me ducho solo, como solo; a veces, si mis padres no se han despertado, me hago el desayuno...", explica.

Jesús Vilamajó cree que este blog, que califica de "pionero" y que tiene cada vez más seguidores en Internet, puede ayudar a mostrar la realidad de las personas con discapacidad desde el punto de vista del propio afectado.

A la vez, puede actuar como un estímulo para otras personas con Síndrome de Down, para que pongan en marcha proyectos similares y conozcan las posibilidades que abren las nuevas tecnologías.
Enlace: Acceso a su blog
Comentario de Quim Vilamajó:
Hoy os quiero felicitar la Navidad y por este motivo he prepardo con mi padre, mi madre y mi hermana Laura dos vídeos que espero que os gusten mucho. Es para felicitaros la Navidad

jueves, 15 de diciembre de 2011

HALLAZGO

Expertos aseguran que hallaron el arca de Noé
Dijeron que se encuentra en las laderas del Ararat, en Turquía, bajo el hielo de un glaciar. Ya pidieron ayuda al Gobierno para convertir el lugar en un centro de venta de souvenirs y comidas rápidas.


Publicado el 09/12/2011 - No importa que el objeto encontrado tenga 7,5 metros de ancho y 37,5 metros de largo. Daniel McGivern, presidente de Shamrock-The Trinity Corporation, está convencido de que en una barca de esas medidas entraron todos los animales que el mítico Noe metió en un arca para salvarles del diluvio universal.

Según contó en una conferencia de prensa, el hallazgo fue posible gracias a las imágenes captadas por satélites militares y de la Agencia Central de Inteligencia, cuyos radares penetran el suelo. "La no creencia en el Arca va contra el Corán, contra la Biblia, contra la Torá", señaló McGivern refiriéndose a los libros sagrados de musulmanes, cristianos y judíos. "Este hallazgo es una señal de los tiempos (...) El análisis espectrográfico ha identificado el material como madera y esto en una montaña volcánica totalmente desprovista de vegetación",

El objeto encontrado fue descrito como una pieza rectangular, de madera, de unos 7,5 metros de ancho y 37,5 metros de longitud, a 7 metros de profundidad dentro de un glaciar de más de 90 metros de espesor.

"¿Qué otra cosa podría ser, sino una parte del arca, que según la Biblia medía entre 120 y 165 metros, y que llegó allí como resultado del diluvio que mencionan las tradiciones de culturas en todo el planeta?", añadió McGivern, en referencia al texto bíblico que habla de una inundación catastrófica que cubrió el planeta hace unos 5.000 años.

El monte Ararat, con un diámetro de unos 40 kilómetros en la frontera turco-iraní, contiene el pico más alto de Turquía.

Al final de su conferencia de prensa McGivern anunció que Trinity Corporation producirá dos películas -una para audiencia adulta, otra con dibujos animados para niños- sobre el Arca de Noé. Y su empresa ofrecerá "jugosos contratos para la producción, distribución y venta de souvenirs, comidas rápidas (fast foods), y otros artículos que realcen la importancia de este hallazgo".

MONEDAS DE 2 EUROS FALSAS! CUIDADO!



¡¡ Cuidado con estas monedas, los chinos las han traído a montones de Thailandia y las están haciendo circular

devolviéndolas como cambio en sus tiendas y restaurantes !!

Las suelen meter en sus tiendas de "todo a cien" y también en sus restaurantes. HAY MILLONES DE UNIDADES. Las traen en bidones declarando en la Aduana que es chatarra.

Desconfiad en estos sitios cuando sobre un cambio de 20 ó 10 euros no te devuelven ningún billete de 10 ó de 5 y te dan las vueltas en monedas diciendo que no te lo pueden dar de otra forma.

Una moneda aislada se diferencia enseguida, pero metida con otras 5 ó 6 de dos euros, no.

Cuando abren la maquina registradora para darte el cambio, solo contiene monedas o billetes grandes.

Comprobar el cambio delante del que lo ha dado. Si no, después, suelen decir que esa moneda no te la han dado ellos.

Si ocurre esto, salid a la calle y llamad a la Policía por teléfono.

Cuando lleguen los policías hacerles ver que no tienen billetes pequeños en la registradora y que comprueben si tienen más monedas iguales a la tailandesa.

A veces guardan cartuchos de monedas en otro sitio cercano a la caja.

Recordad si han abierto un cartucho nuevo para darte el cambio y de donde lo han sacado. Decídselo a los policías.

Si les decomisan unas cuantas monedas solamente les hacen perder un poco de dinero, pero si les pillan con cartuchos enteros les pueden acusar de un delito de estafa o contrabando.

Tened en cuenta que con cada moneda ganan más de 1,50 euros (aproximadamente 250 pts.), ya que ellos la compran a los que las meten en Europa a 0,48 euros (aprox. 80 pesetas), uno pierde 2 euros, pues esta moneda de 10 Baht, aunque es legal en Tailandia, no te cambian en los bancos.

PERROS CON ACENTO


Seguro que pensáis que los únicos que tenemos un determinado acento en función del lugar de donde provengamos somos los humanos. Pues os equivocáis, también se unen a esta peculiaridad los perros.

Un grupo de investigadores financiados por la factoría Disney, asegura que los perros ladran con diferentes entonaciones, verdaderos acentos caninos, en función del país donde vivan.

Para comprobar esta teoría, los investigadores reunieron a un grupo de perros y amos procedentes de diferentes partes del mundo.

El estudió consistió en introducir a cada perro en una sala de audio en la que escucharían diferentes voces, entre ellas las de sus amos.

Todos los perros reconocieron a sus amos, y contestaron a este estímulo mediante ladridos. De esta manera los expertos comprobaron que los perros no sólo reaccionan a la voz sino también a la entonación característica del país de su amo.

Cada ladrido fue grabado y analizado posteriormente de forma minuciosa. El resultado fue sorprendente porque se observó que cada perro ladraba con una entonación y un acento diferente, propio del país donde vivía.

También podemos deducir que los perros tienen acentos si prestamos atención a las onomatopeyas con las que las personas imitamos el ladrido de los perros. En España, la personas imitamos el sonido del perro con un guau, pero en inglés la onomatopeya se transforma en woof-woof, en francés en ouaf, en italiano en bau-bau y en alemán se identifica en algo parecido a wau.

La explicación a este fenómeno según el estudio sería sencilla: los perros tienden a imitar el acento de sus amos para generar más lazos afectivos con ellos.

lunes, 5 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA CUNA

En el blog, vamos a seguir contandoos las historias de muchos de los objetos comunes que tenemos en casa. Y más ahora que se acerca navidad, para que sepáis de la historia de estos utensilios que a lo mejor tienes pensado regalar. Hoy una lavadora y una cuna...


Entre las piezas del ajuar doméstico, la cuna es una de las más antiguas en lo que a la historia del mueble se refiere. Sabemos que las primeras fueron simples cestos.

La mitología griega nos muestra al dios Baco de niño acostado sobre un harnero, aunque la cuna ya existía en aquella lejana edad, y se diferenciaba claramente de la criba. Platón asegura que cuando no se tenía a mano la cuna, la nodriza o el esclavo a cuyo cargo se dejaba a la criatura, lo acunaba con sus brazos, imprimiéndole a éstos el balanceo característico.

En un vaso pintado, procedente de la Atenas clásica, aparece el dios Mercurio, niño, sentado sobre una cesta con asas a los costados, que sólo le deja libre la parte superior del cuerpo. Tiene forma de barco para que la convexidad permita imprimirle un movimiento oscilatorio. Y el escritor clásico, Teócrito, dice en sus Idilios que Alcmena, hija del rey de Micenas, mecía a sus gemelos en un escudo porque no tenía a mano su cuna de madera. También los gemelos fundadores de Roma, Rómulo y Remo, fueron mecidos por su madre en una cuna en forma de pila, la misma en que fueron abandonados Tiber abajo. Entre los romanos, la cuna era un objeto del ajuar muy habitual en la casa, como refleja el autor cómico Plauto; solía tener la forma de una teja para que pudiera balancearse en ella al niño con facilidad; por su parte superior se colocaba una correa para transportarla sin dificultad, y para evitar asimismo que pudiera salirse el niño de ella. Para ese propósito último se le dotaba

a veces de barandillas de finos barrotes de madera. En la Edad Media, la cuna fue un objeto usual tanto entre los poderosos como entre los campesinos. Las miniaturas de los siglos IX y X nos muestran las distintas modalidades que hubo. A menudo se elaboraban a partir de un trozo de tronco de árbol vaciado a mano, con agujeros a los lados, a modo de asas. Hubo también cunas en forma de pequeños lechos, montadas sobre maderos curvos que facilitaban el balanceo. En el siglo XV aparecieron las cunas colgadas del techo, o suspendidas sobre dos pivotes, protegidas con cortinas. Pero el lujo tardó en llegar a este elemento del mobiliario. Esto sucedió ya entrado el siglo XVIII. En ese tiempo empiezan a confeccionarse a partir de materiales nobles. Se elaboran cunas acolchadas en su interior, con marquetería esculpida y relieves, marfiles, maderas preciosas, incluso camafeos e incrustaciones de oro y plata. En el siglo XIX, el lit de parade francés, o cama de lujo para niños ricos, se puso de moda en toda Europa. Pero..., aquello ya era más que una cuna: era un pequeño trono para el bebé.

A todo intento por convertir la cuna en algo distinto para lo que había sido concebida se opuso siempre el sentido común... del bebé..., claro, que es quien la ha utilizado.

LAVADORA

En la Roma clásica, el lavado de la ropa era atendido por lavanderías públicas, a menudo situadas junto a los caminos. Las ropas se pisaban en tanques de agua, como si de hacer vino se tratara. Y quien no podía pagarlo, se hacía su propia colada. Lo corriente era embadurnar la ropa sucia con barro, y golpearla repetidamente contra los cantos rodados de la orilla del río, hasta arrancar de ella la suciedad. Luego se empleó palas de madera, y más tarde apareció la tabla de lavar, donde se volteaba una y otra vez la prenda.

En la Edad Media, el procedimiento usual era lavar la ropa en tinas de madera , o en cubetas a modo de cajas que se llenaban de agua caliente jabonosa, donde la ropa se meneaba una y otra vez con la ayuda de las palas. También se empleó la batidora, una especie de prensa que aprisionaba la ropa.

En la Inglaterra de 1677 un científico, Robert Hooke, relató lo visto por él en casa de cierto noble londinense, John Hoskins, amigo suyo: "Tiene el caballero Hoskins un procedimiento para lavar las telas finas dentro de una bolsa de cordel de fusta, sujeta por un extremo y retorcida por una rueda y cilindros sujetos al otro extremo. Gracias a ello las telas más sutiles se lavan al retorcerlas, sin que se dañen".

El invento de Hoskins alivió en una pequeña parte los problemas derivados del fétido olor de los vestidos cortesanos, que hacía irrespirable el ambiente de los salones cerrados en bailes y recepciones de gala. Los vestidos no se lavaban, dado lo elaborado y suntuoso de sus telas y terciopelos. Las grandes señoras de la época vestían los trajes un número limitado de veces, abandonándolos luego, cuando el olor los hacía inutilizables, o regalándolos a alguna sirvienta.

Durante mucho tiempo, la colada se hizo a mano, colocándose la ropa en un cubo y agitándola con un removedor. Era el procedimiento más común.

A mediados del siglo XIX cristalizó la idea de colocar la ropa dentro de una caja de madera, y voltearla mediante una manivela o manubrio que la hiciera girar. A aquellas máquinas antiguas respondía el modelo de Morton, del año 1884, que calentaba el agua con gas. Se anunciaba a bombo y platillo en la prensa del momento, de la siguiente manera: "Su funcionamiento es tan sencillo que hasta un niño puede lavar seis sábanas en quince minutos; las ropas quedan más blancas con esta máquina que con cualquier otra, y además, duran más del doble". Extraño anuncio, ya que en el mercado de las lavadoras no existía competencia alguna todavía, siendo la del señor Morton la única existente. De todas formas era mejor que la cubeta de vapor, e infinitamente más cómodo que acudir a la orilla del río o a los lavaderos públicos, como se hizo a lo largo de los siglos XVI al XIX.

En la década de 1880 a 1890, la famosa empresa de Thomas Bradford construía lavadoras compuestas por una calandria bajo la cual se colocaba una caja octogonal en cuyo interior se metía la ropa; una manivela la hacía girar. Así se lavó hasta 1906, fecha en la que se le aplicó el motor a aquel artefacto. La idea había nacido en la cabeza de un fabricante de Chicago, Alva J. Fisher. Y poco después, en 1914, las lavadoras eléctricas comenzaron a ser fabricadas en serie.

Los primeros motores instalados en lavadoras se colocaban externamente, debajo del cubo, por lo que a menudo se metía en ellos agua, originando fuertes descargas eléctricas muy peligrosas. En 1920 se implantó el tambor mecánico, con lo que nacía la lavadora moderna. Luego, la compañía Savage Arms Corporation fabricaría un aparato que incorporaba el secado, haciendo girar el tambor para expulsar el agua mediante el centrifugado, importante mejora que no se valoró en su tiempo, siendo retomada, esta utilísima función, en 1960, en que se incorporó a la automatización de la máquina de lavar. En esa década aparecieron también las lavadoras de tambor horizontal. Se acabaron así los dolores de espalda. La lavadora no podía ser ya mejorada. El invento estaba perfeccionado.