miércoles, 28 de diciembre de 2011

LA HISTORIA DE LAS CORTINAS

Para ir cerrando un año que termina, vamos ha abrir las cortinas a la vida y al nuevo año y así doy pié ha contaros la historia de las cortinas. Muchas veces útiles, otras inútiles y la mayoría difíciles de escojer cuando vamos a la tienda.


El uso de cortinas por el hombre antiguo, está documentado en mosaicos, relieves y grabados en piedra y marfil que datan de varios siglos antes de nuestra era. Con su empleo se buscaba la creación de ambientes que propiciaran la intimidad.

Suspendidas por un vuelo de varillas de madera, en las que quedaban ensartadas y prendidas, las cortinas corrian de un tramo a otro de arquerías y lienzos de muro, estableciendo divisiones en amplios salones, acotando espacios, y creando recintos separados. Desempeñaban el papel de los actuales tabiques, o de los biombos y paramentos con que en otras épocas se parceló el espacio doméstico.

Ha tenido un uso importante en el mundo teatral desde los griegos hasta nuestros días. Grandes telones que, al contrario de lo que sucede hoy, no subían, sino que bajaban en cascada para dejar al descubierto el escenario. Y en el ámbito de la religión, la cortina jugó un importante papel. Entre los judíos, en el templo de Salomón se acotaba el área sagrada del santa sanctorum con una gran cortina o velo de una pieza, que sólo el sumo sacerdote podía descorrer una vez al año. También el paganismo antiguo tenía la costumbre de cubrir las imágenes sagradas con cortinas en las fechas en que se cruzaban las celebraciones religiosas con las profanas, costumbre que ha perpetuado la iglesia católica, durante la semana santa y el carnaval.

El mundo romano utilizó cortinas con fines domésticos, desde dos siglos antes de nuestra era. Con ellas cubría puertas y ventanas. Era costumbre traida de Oriente en tiempos de Atalo II, aquel rey de Pérgamo, hijo de Atalo I, fundador de la grandiosa biblioteca donde por primera vez se utilizó el pergamino -de ahí su nombre-, a cuya muerte dejó el reino a los romanos. Aquella primeras cortinas romanas eran conocidas con el nombre de aulae, y se confeccionaban con materiales preciosos, como la seda, el terciopelo, el damasco. Se utilizaban tanto para cerrar recintos como para adornar ricamente las paredes de estancias y salones principales. Cuenta Pausanias, geógrafo griego del siglo II de nuestra era, en su Descripción de Grecia, que el dios Júpiter lucía en su templo de Olimpia unas cortinas bordadas, teñidas en púrpura de Tiro, que había donado el rey de Siria, Antíoco, y que se hacían subir y bajar mediante un complejo sistema de poleas.

No sólo el ámbito de la religión, sino también el del mundo del derecho tuvo un uso muy particular para las cortinas. Los jueces hacían caer ante sí una cortina de lino antes de dictar sentencia, a fin de quedar aislados de la influencia del jurado: era el velum.

Dentro de la vida cotidiana y doméstica, la cortina tuvo una particular utilización en los dormitorios, en una época en la que no existía éste como tal pieza de la casa, o habitación aislada. Servía para separar una cama de la otra, creando así alguna privacidad. Por eso no sorprende que la palabra "cortina" derive de otro término latino que significa "recinto", ya que permitía el aislamiento del ambiente circundante. En este sentido parece emplear la palabra el riojano Gonzalo de Berceo. Es en sus obras donde por primera vez aparece escrita. Y es que en Castilla, las cortinas eran los paramentos que separaban los dormitorios, y se llamaba cortinajes a las colgaduras de puertas y ventanas. Así aparece esta distinción en manuscritos medievales: grandes cortinas móviles, de pañería bordada o pintada a mano que corren de un lado a otro de la estancia para dar lugar a espacios distintos y privados.

A finales de la Edad Media, y a lo largo del Renacimiento, las cortinas eran ya un medio corriente de establecer o repartir espacios interiores. Colgaban del techo, y a modo de grandes pórticos cuyas hojas se cogían con cintas doradas, se abrían o cerraban, según la finalidad que en un momento determinado quisiera darse al espacio. En los dormitorios, caídas las cortinas en cascada, aislaban un aposento de otro, bajando desde el baldaquín, o sobrecielo, en pliegues de terciopelo y damasco recamado con apliques, guarniciones, flecos y bordados.

En el siglo XVIII era ya un elemento más decorativo que funcional, encontrándose cortinas incluso en las casas humildes. Y un siglo después, la cortina se convirtió en un mero detalle ornamental que contribuía a crear una atmósfera de calor y colorido.

martes, 27 de diciembre de 2011

VIDEOBLOG

Quim Vilamajó es un joven de 16 años con síndrome de Down que, con la ayuda de su padre, ha creado un 'videoblog' en el que habla de temas de su interés y con el que pretende sensibilizar a la sociedad sobre las capacidades y dificultades de personas como él.

Hasta ahora, Quim, que vive en la población leridana de Tàrrega, ha dedicado sus vídeos a hablar sobre qué es el Síndrome de Down, de política, de las elecciones del 20 de noviembre, de los trasplantes de órganos, de la vida independiente y de la natación, un deporte que le apasiona y con el que ha ganado numerosas medallas en campeonatos territoriales.

Su objetivo es poder reflexionar sobre todo aquello que despierta su interés, pero también dar a conocer cómo es su día a día, sus problemas y sus logros a través de una plataforma, como es la publicación de vídeos en Internet, que le permite además potenciar sus habilidades comunicativas.

"Esto le obliga a pensar, a estructurar ideas y a comunicarlas", ha explicado a Efe su padre, Jesús Vilamajó, fotógrafo de profesión, que se encarga de grabar a su hijo en el estudio de casa, de editar las imágenes y colgarlas en el blog (http://elmondelquim.wordpress.com/), llamado 'El món del Quim' (El mundo de Quim).

Por su parte, el menor, que estudia tercero de ESO en el instituto Manuel de Pedrolo de Tàrrega, aunque acude dos días por semana a la escuela de educación especial Alba, se encarga de redactar, bajo la supervisión de su progenitor, los textos que acompañan a cada vídeo y de responder los comentarios de internautas que genera cada uno de ellos.

Quim tiene ganas de mantener vivo este proyecto y por ello anota en una hoja los diferentes temas de los que, tras informarse previamente, le gustaría hablar en las próximas semanas, como por ejemplo las enfermedades del cerebro, las etapas de la vida, los jugadores del Barça o el cuerpo humano.

Cuestiones nada sencillas que Quim expone con naturalidad durante varios minutos ante la cámara, ante la que se muestra tremendamente cómodo, tranquilo y desenvuelto.

"Me encanta hacerlo y no me da nada de vergüenza", comenta Quim, a quien le gustaría llegar a ser "famoso" y dedicarse al mundo de los medios de comunicación.

Pero además de reflexionar sobre cuestiones de actualidad, Quim, que tiene una hermana de once años, aprovecha también estos vídeos para hablar de él, de sus preocupaciones y de cómo ve su futuro.

Afirma que quiere llegar a tener una vida independiente y también una novia -"hay una chica que me empieza a gustar", confiesa-, y asegura que actualmente lleva una vida completamente normal.

"Yo no tengo dificultades o tengo muy pocas. Hago de todo en casa. Soy autónomo y hago las cosas solo. Cambio las sábanas solo, me ducho solo, como solo; a veces, si mis padres no se han despertado, me hago el desayuno...", explica.

Jesús Vilamajó cree que este blog, que califica de "pionero" y que tiene cada vez más seguidores en Internet, puede ayudar a mostrar la realidad de las personas con discapacidad desde el punto de vista del propio afectado.

A la vez, puede actuar como un estímulo para otras personas con Síndrome de Down, para que pongan en marcha proyectos similares y conozcan las posibilidades que abren las nuevas tecnologías.
Enlace: Acceso a su blog
Comentario de Quim Vilamajó:
Hoy os quiero felicitar la Navidad y por este motivo he prepardo con mi padre, mi madre y mi hermana Laura dos vídeos que espero que os gusten mucho. Es para felicitaros la Navidad

jueves, 15 de diciembre de 2011

HALLAZGO

Expertos aseguran que hallaron el arca de Noé
Dijeron que se encuentra en las laderas del Ararat, en Turquía, bajo el hielo de un glaciar. Ya pidieron ayuda al Gobierno para convertir el lugar en un centro de venta de souvenirs y comidas rápidas.


Publicado el 09/12/2011 - No importa que el objeto encontrado tenga 7,5 metros de ancho y 37,5 metros de largo. Daniel McGivern, presidente de Shamrock-The Trinity Corporation, está convencido de que en una barca de esas medidas entraron todos los animales que el mítico Noe metió en un arca para salvarles del diluvio universal.

Según contó en una conferencia de prensa, el hallazgo fue posible gracias a las imágenes captadas por satélites militares y de la Agencia Central de Inteligencia, cuyos radares penetran el suelo. "La no creencia en el Arca va contra el Corán, contra la Biblia, contra la Torá", señaló McGivern refiriéndose a los libros sagrados de musulmanes, cristianos y judíos. "Este hallazgo es una señal de los tiempos (...) El análisis espectrográfico ha identificado el material como madera y esto en una montaña volcánica totalmente desprovista de vegetación",

El objeto encontrado fue descrito como una pieza rectangular, de madera, de unos 7,5 metros de ancho y 37,5 metros de longitud, a 7 metros de profundidad dentro de un glaciar de más de 90 metros de espesor.

"¿Qué otra cosa podría ser, sino una parte del arca, que según la Biblia medía entre 120 y 165 metros, y que llegó allí como resultado del diluvio que mencionan las tradiciones de culturas en todo el planeta?", añadió McGivern, en referencia al texto bíblico que habla de una inundación catastrófica que cubrió el planeta hace unos 5.000 años.

El monte Ararat, con un diámetro de unos 40 kilómetros en la frontera turco-iraní, contiene el pico más alto de Turquía.

Al final de su conferencia de prensa McGivern anunció que Trinity Corporation producirá dos películas -una para audiencia adulta, otra con dibujos animados para niños- sobre el Arca de Noé. Y su empresa ofrecerá "jugosos contratos para la producción, distribución y venta de souvenirs, comidas rápidas (fast foods), y otros artículos que realcen la importancia de este hallazgo".

MONEDAS DE 2 EUROS FALSAS! CUIDADO!



¡¡ Cuidado con estas monedas, los chinos las han traído a montones de Thailandia y las están haciendo circular

devolviéndolas como cambio en sus tiendas y restaurantes !!

Las suelen meter en sus tiendas de "todo a cien" y también en sus restaurantes. HAY MILLONES DE UNIDADES. Las traen en bidones declarando en la Aduana que es chatarra.

Desconfiad en estos sitios cuando sobre un cambio de 20 ó 10 euros no te devuelven ningún billete de 10 ó de 5 y te dan las vueltas en monedas diciendo que no te lo pueden dar de otra forma.

Una moneda aislada se diferencia enseguida, pero metida con otras 5 ó 6 de dos euros, no.

Cuando abren la maquina registradora para darte el cambio, solo contiene monedas o billetes grandes.

Comprobar el cambio delante del que lo ha dado. Si no, después, suelen decir que esa moneda no te la han dado ellos.

Si ocurre esto, salid a la calle y llamad a la Policía por teléfono.

Cuando lleguen los policías hacerles ver que no tienen billetes pequeños en la registradora y que comprueben si tienen más monedas iguales a la tailandesa.

A veces guardan cartuchos de monedas en otro sitio cercano a la caja.

Recordad si han abierto un cartucho nuevo para darte el cambio y de donde lo han sacado. Decídselo a los policías.

Si les decomisan unas cuantas monedas solamente les hacen perder un poco de dinero, pero si les pillan con cartuchos enteros les pueden acusar de un delito de estafa o contrabando.

Tened en cuenta que con cada moneda ganan más de 1,50 euros (aproximadamente 250 pts.), ya que ellos la compran a los que las meten en Europa a 0,48 euros (aprox. 80 pesetas), uno pierde 2 euros, pues esta moneda de 10 Baht, aunque es legal en Tailandia, no te cambian en los bancos.

PERROS CON ACENTO


Seguro que pensáis que los únicos que tenemos un determinado acento en función del lugar de donde provengamos somos los humanos. Pues os equivocáis, también se unen a esta peculiaridad los perros.

Un grupo de investigadores financiados por la factoría Disney, asegura que los perros ladran con diferentes entonaciones, verdaderos acentos caninos, en función del país donde vivan.

Para comprobar esta teoría, los investigadores reunieron a un grupo de perros y amos procedentes de diferentes partes del mundo.

El estudió consistió en introducir a cada perro en una sala de audio en la que escucharían diferentes voces, entre ellas las de sus amos.

Todos los perros reconocieron a sus amos, y contestaron a este estímulo mediante ladridos. De esta manera los expertos comprobaron que los perros no sólo reaccionan a la voz sino también a la entonación característica del país de su amo.

Cada ladrido fue grabado y analizado posteriormente de forma minuciosa. El resultado fue sorprendente porque se observó que cada perro ladraba con una entonación y un acento diferente, propio del país donde vivía.

También podemos deducir que los perros tienen acentos si prestamos atención a las onomatopeyas con las que las personas imitamos el ladrido de los perros. En España, la personas imitamos el sonido del perro con un guau, pero en inglés la onomatopeya se transforma en woof-woof, en francés en ouaf, en italiano en bau-bau y en alemán se identifica en algo parecido a wau.

La explicación a este fenómeno según el estudio sería sencilla: los perros tienden a imitar el acento de sus amos para generar más lazos afectivos con ellos.

lunes, 5 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA CUNA

En el blog, vamos a seguir contandoos las historias de muchos de los objetos comunes que tenemos en casa. Y más ahora que se acerca navidad, para que sepáis de la historia de estos utensilios que a lo mejor tienes pensado regalar. Hoy una lavadora y una cuna...


Entre las piezas del ajuar doméstico, la cuna es una de las más antiguas en lo que a la historia del mueble se refiere. Sabemos que las primeras fueron simples cestos.

La mitología griega nos muestra al dios Baco de niño acostado sobre un harnero, aunque la cuna ya existía en aquella lejana edad, y se diferenciaba claramente de la criba. Platón asegura que cuando no se tenía a mano la cuna, la nodriza o el esclavo a cuyo cargo se dejaba a la criatura, lo acunaba con sus brazos, imprimiéndole a éstos el balanceo característico.

En un vaso pintado, procedente de la Atenas clásica, aparece el dios Mercurio, niño, sentado sobre una cesta con asas a los costados, que sólo le deja libre la parte superior del cuerpo. Tiene forma de barco para que la convexidad permita imprimirle un movimiento oscilatorio. Y el escritor clásico, Teócrito, dice en sus Idilios que Alcmena, hija del rey de Micenas, mecía a sus gemelos en un escudo porque no tenía a mano su cuna de madera. También los gemelos fundadores de Roma, Rómulo y Remo, fueron mecidos por su madre en una cuna en forma de pila, la misma en que fueron abandonados Tiber abajo. Entre los romanos, la cuna era un objeto del ajuar muy habitual en la casa, como refleja el autor cómico Plauto; solía tener la forma de una teja para que pudiera balancearse en ella al niño con facilidad; por su parte superior se colocaba una correa para transportarla sin dificultad, y para evitar asimismo que pudiera salirse el niño de ella. Para ese propósito último se le dotaba

a veces de barandillas de finos barrotes de madera. En la Edad Media, la cuna fue un objeto usual tanto entre los poderosos como entre los campesinos. Las miniaturas de los siglos IX y X nos muestran las distintas modalidades que hubo. A menudo se elaboraban a partir de un trozo de tronco de árbol vaciado a mano, con agujeros a los lados, a modo de asas. Hubo también cunas en forma de pequeños lechos, montadas sobre maderos curvos que facilitaban el balanceo. En el siglo XV aparecieron las cunas colgadas del techo, o suspendidas sobre dos pivotes, protegidas con cortinas. Pero el lujo tardó en llegar a este elemento del mobiliario. Esto sucedió ya entrado el siglo XVIII. En ese tiempo empiezan a confeccionarse a partir de materiales nobles. Se elaboran cunas acolchadas en su interior, con marquetería esculpida y relieves, marfiles, maderas preciosas, incluso camafeos e incrustaciones de oro y plata. En el siglo XIX, el lit de parade francés, o cama de lujo para niños ricos, se puso de moda en toda Europa. Pero..., aquello ya era más que una cuna: era un pequeño trono para el bebé.

A todo intento por convertir la cuna en algo distinto para lo que había sido concebida se opuso siempre el sentido común... del bebé..., claro, que es quien la ha utilizado.

LAVADORA

En la Roma clásica, el lavado de la ropa era atendido por lavanderías públicas, a menudo situadas junto a los caminos. Las ropas se pisaban en tanques de agua, como si de hacer vino se tratara. Y quien no podía pagarlo, se hacía su propia colada. Lo corriente era embadurnar la ropa sucia con barro, y golpearla repetidamente contra los cantos rodados de la orilla del río, hasta arrancar de ella la suciedad. Luego se empleó palas de madera, y más tarde apareció la tabla de lavar, donde se volteaba una y otra vez la prenda.

En la Edad Media, el procedimiento usual era lavar la ropa en tinas de madera , o en cubetas a modo de cajas que se llenaban de agua caliente jabonosa, donde la ropa se meneaba una y otra vez con la ayuda de las palas. También se empleó la batidora, una especie de prensa que aprisionaba la ropa.

En la Inglaterra de 1677 un científico, Robert Hooke, relató lo visto por él en casa de cierto noble londinense, John Hoskins, amigo suyo: "Tiene el caballero Hoskins un procedimiento para lavar las telas finas dentro de una bolsa de cordel de fusta, sujeta por un extremo y retorcida por una rueda y cilindros sujetos al otro extremo. Gracias a ello las telas más sutiles se lavan al retorcerlas, sin que se dañen".

El invento de Hoskins alivió en una pequeña parte los problemas derivados del fétido olor de los vestidos cortesanos, que hacía irrespirable el ambiente de los salones cerrados en bailes y recepciones de gala. Los vestidos no se lavaban, dado lo elaborado y suntuoso de sus telas y terciopelos. Las grandes señoras de la época vestían los trajes un número limitado de veces, abandonándolos luego, cuando el olor los hacía inutilizables, o regalándolos a alguna sirvienta.

Durante mucho tiempo, la colada se hizo a mano, colocándose la ropa en un cubo y agitándola con un removedor. Era el procedimiento más común.

A mediados del siglo XIX cristalizó la idea de colocar la ropa dentro de una caja de madera, y voltearla mediante una manivela o manubrio que la hiciera girar. A aquellas máquinas antiguas respondía el modelo de Morton, del año 1884, que calentaba el agua con gas. Se anunciaba a bombo y platillo en la prensa del momento, de la siguiente manera: "Su funcionamiento es tan sencillo que hasta un niño puede lavar seis sábanas en quince minutos; las ropas quedan más blancas con esta máquina que con cualquier otra, y además, duran más del doble". Extraño anuncio, ya que en el mercado de las lavadoras no existía competencia alguna todavía, siendo la del señor Morton la única existente. De todas formas era mejor que la cubeta de vapor, e infinitamente más cómodo que acudir a la orilla del río o a los lavaderos públicos, como se hizo a lo largo de los siglos XVI al XIX.

En la década de 1880 a 1890, la famosa empresa de Thomas Bradford construía lavadoras compuestas por una calandria bajo la cual se colocaba una caja octogonal en cuyo interior se metía la ropa; una manivela la hacía girar. Así se lavó hasta 1906, fecha en la que se le aplicó el motor a aquel artefacto. La idea había nacido en la cabeza de un fabricante de Chicago, Alva J. Fisher. Y poco después, en 1914, las lavadoras eléctricas comenzaron a ser fabricadas en serie.

Los primeros motores instalados en lavadoras se colocaban externamente, debajo del cubo, por lo que a menudo se metía en ellos agua, originando fuertes descargas eléctricas muy peligrosas. En 1920 se implantó el tambor mecánico, con lo que nacía la lavadora moderna. Luego, la compañía Savage Arms Corporation fabricaría un aparato que incorporaba el secado, haciendo girar el tambor para expulsar el agua mediante el centrifugado, importante mejora que no se valoró en su tiempo, siendo retomada, esta utilísima función, en 1960, en que se incorporó a la automatización de la máquina de lavar. En esa década aparecieron también las lavadoras de tambor horizontal. Se acabaron así los dolores de espalda. La lavadora no podía ser ya mejorada. El invento estaba perfeccionado.

lunes, 14 de noviembre de 2011

ESTE AÑO, ME QUEDÉ SIN FELICITACIÓN

Hola a todos, soy David y hoy escribo en nombre y en representación de Duna.
Duna me dictó estas palabras:
"Hace pocos días fué mi cumpleaños canino. Ya soy un año más vieja. O tengo un año más de vida o uno menos depende como si mire. Pero este año ha sido muy distinto. Desde el pasado 13 de Junio, mi vida ha cambiado radical. Antes tenía un amigo canino al que contarle mis cosas, jugar con él, compartir secretos perrunos de esos que no se le puede contar a un humano, salir muy de mañana a dar un paseo por los caminos de El Álamo y encontrar "tesoros" que los humanos nunca apreciarán como el lindo olor de agua estancada o un buen charco dónde chapoteabamos juntos.
Me estoy refiriendo a Macro. EL AMIGO con mayúsculas no solo de Rafa el hermano de David quién hoy escribe en mi nombre, sinó el de David o el de Ana, el de Jose Luis o el de tanta y tanta gente que vió en sus caminos como guía.
Como digo, hace pocos días fué mi cumpleaños y este año, no tuve una lengua húmeda para felicitarme en este día tan especial para mí.
Pero incluso, voy más lejos. David y Rafa con motivo de sus trabajos, tampoco me han felicitado. Sé que lo han hecho sin intención pero no he recibido una caricia felicitatoria o una galleta en modo de regalo de cumpleaños. En cambio, tengo un secreto que contaros. En la noche anterior a mi cumpleaños, en la soledad de la noche y en la quietud de la finca, he mirado a las estrellas y ¿sabéis qué? una estrella me ha mirado directamenta a mi y en silencio se ha dirigido con estas palabras.
FELICIDADES DUNA DESDE EL MUNDO DE LOS CIELOS EN EL QUE ALGÚN DÍA ESTARÁS Y PESE A LAS LÁGRIMAS DE TUS DUEÑOS, TODO SERÁ ALEGRÍA Y FELICIDAD PARA NOSOTROS. TE ESPERO DENTRO DE MUCHOS AÑOS"
Os dejo aquí una foto de Macro y Duna dos de los perros más magníficos que he conocido en esta vida.

4 VOTOS

Tras unos días de ausencia hoy entro de nuevo y continuo en el blog para contaros los resultados de la última encuesta realizada por este blog.

A la pregunta de ¿TE PARECE JUSTA LA MEDIDA QUE ADOPTA LA LFP A LA HORA DE NO DEJAR PASAR A INFORMAR A LAS RADIOS?
Las respuestas posibes 3 y los votos obtenidos 4
BIEN 0 VOTOS 0&
MAL 4 VOTOS 100&
NO SÉ CUÁL ES EL PROBLEMA 0 VOTOS 0&
Recordar que esta semana coincidiendo con las eleciónes generales del 20-N la encuesta estará vinculada a este tema a si que ya sabéis a votar!
gracias por pariticipar en cuadernodeldavid.blogspot.com

viernes, 4 de noviembre de 2011

TOALLA

Aunque dice el refrán: "toallas, en la playa una, en el baño dos, y en el campo tres", lo cierto es que ya en el tocador de una dama romana del siglo II había gran número de ellas. Eran muy parecidas a las de hoy, de algodón teñido. Se utilizaban no sólo para tumbarse, sino también para secarse tras el baño, como muestran ciertos frescos pompeyanos hallados entre las ruinas de aquella ciudad romana que se tragó el Vesubio en el siglo I de nuestra Era.

Las buenas toallas antiguas se hacían de lino, y también de algodón. En Egipto, las utilizadas por el faraón se teñían de rojo subido, o de azul añil. sin embargo, la palabra misma no es de origen griego ni latino, sino bárbaro. Los pueblos europeos anteriores a la romanización ya la conocían. En aquellas culturas se utilizaban ciertos trozos de lienzo para secarse las manos, a los que llamaban tualia. Tenían un uso muy versátil, que heredó la Edad Media. Así, podían usarse como mantel, y también como servilleta. Eran muy apreciadas en el ajuar de una doncella casadera. Entre los regalos que ésta recibía, la toalla era uno de los más apreciados. Cierta dama madrileña del siglo XVI recibe como regalo muy especial y valioso "una tovalla de Holanda nueva, labrada". Pero mucho antes, en el Libro de Aleixandre, poema castellano del siglo XIII, se da a entender que la buena mesa no se concibe sin unas toallas que la cubran a guisa de manteles de vivos colores. De aquel tiempo

parece el dicho "tales barbas, tales tobayas", que era tanto como aseverar: a tales males, tamaños remedios. La toalla, pues, era una prenda cercana, del gusto de la época.

Las toallas del siglo XVI, las de lujo, eran de terciopelo, aunque las había también de lino. Su uso estaba extendido, ya que el dramaturgo Agustín Moreto, del siglo XVII, hace la siguiente relación de objetos sin los cuales no conviene emprender un viaje: toalla, espejo, cepillo y un libro de comedias, son cosas no excusadas...

Pero no todas las toallas eran de calidad. Juan Eugenio Hartzenbusch, comediógrafo español del siglo XVIII, pone en boca de un personaje la siguiente exclamación: ¡Ay, qué toalla...! ¡Cuando me enjugo el rostro, me lo ralla!

El triunfo de la industria toallera vino a finales del XIX, coincidiendo con la generalización de la preocupación por la limpieza y la higiene. Toallas de excelente felpa policromada, colocadas en artísticos bastidores en número de catorce, por tamaños y colores, eran cambiadas a diario en los hoteles neoyorquinos de principios de siglo. Así lo ordenaba la regulación del Departamento de Sanidad y de Turismo de aquel país. Desde entonces, la toalla no ha dejado de mejorar, convirtiéndose en uno de los cuatro objetos de uso imprescindible en la vida diaria de los hogares occidentales.

LA VAJILLA Y SU HISTORIA

En la Antigüedad, fueron los babilonios los primeros en fabricar loza, tres mil años antes de nuestra Era; la cerámica en general, y los alfares en particular, son todavía más antiguos. Pero el concepto de vajilla, como colección de las diversas piezas que forman parte de un servicio de mesa preconcebido, aún no había nacido.

Se cuenta de Cleopatra, reina de Egipto, que tras ofrecer a Marco Antonio un suntuoso banquete de despedida, le regaló la vajilla de oro y los vasos de plata utilizados. Al parecer, de aquella cortesía procede la costumbre posterior de no comer dos veces en la misma vajilla en la que se había agasajado a un personaje principal.

En Roma, un senador fue desposeido de su rango por haber osado desplegar, en un banquete, una vajilla tan lujosa que superaba, el peso de sus piezas, los kilos de plata asignados a los de su clase. La vajilla era, de hecho, signo externo de preeminencia social.

En la China del siglo VI ya existían las valiosas vajillas de porcelana, pero la ausencia de contactos en época tan temprana hizo que no se conociera el producto en Occidente hasta siglos después.

En la España medieval, en zona musulmana, se introdujo la técnica de la fabricación de loza, ya casi olvidada, difundiéndose por el resto de la Península. Sin embargo, hacia el año 1000, documentos de la época hablan de "vajillas de madera para la Casa del Señor de Aragón", a un precio que, a pesar de la pobreza del material empleado, resultaba casi prohibitivo. En la Edad Media, pues, poseer una buena vajilla resultaba excepcional. Tan caro era que a menudo el rey prescindía de ella, lo que le sucedió en alguna ocasión a Enrique IV, que tuvo que solicitar de las Cortes de Burgos un impuesto extraordinario que se llamó "para la compra de vajilla del Rey Nuestro Señor". Sin embargo, el rey de Nápoles, coetáneamente, a finales del siglo XV, dio un banquete al de Aragón en el que la vajilla fue una de las protagonistas. Su despliegue ocupaba una pared lateral del amplísimo salón, donde se había situado un aparador con ochenta piezas de plata y otras tantas de oro: fuentes,

jarras, platos y copas. Junto a aquella riqueza había trescientos platos de loza, toda vez que la porcelana no había llegado aún a Occidente. Escudillas, tazas y jarritas para el vino. Todo el servicio, o vajilla, estaba pintado con los colores de la Corona de Aragón, sus famosas barras amarillas y rojas, y los comensales se sentaban a la mesa al son de pífanos y redobles de tambor.

En la España de Cervantes, la vajilla seguía siendo artículo de lujo. Se decía: "Más se envidia el vaso que el tasajo", refiriéndose a este hecho. Por lo general, el conjunto de platos y demás enseres relacionados con el servicio de mesa, recibía el nombre de "aparador". La palabra "vajilla", aunque se empleaba en Castilla a principios del siglo XVI, seguía teniendo cierto matiz culto. Era voz de origen valenciano, en cuya lengua vaixella, dió lugar al término.

La vajilla de porcelana no se introdujo en Europa hasta el siglo XVII, en que los ingleses tenían la exclusiva de su importación. La materia prima empleada en su elaboración sólo se encontraba entonces en China: el caolín. Esta substancia mineral, fundida con el feldespato a mil doscientos cincuenta grados daba la porcelana. Para referirse a una buena vajilla bastaba con decir que era china..., y la misma palabra sirvió durante mucho tiempo como sinónimo de vajilla de calidad.

Con el posterior hallazgo, tanto de la materia prima como de la tecnología, por parte de los europeos, la vajilla se abarató, generalizándose el uso. En efecto. Fue el barón Schnorr quien en 1698 descubrió en Sajonia el primer yacimiento de caolín de Europa. Sus coetáneos, también alemanes, von Schirnahaus y Johann Friedrich Böttger, pusieron a punto el proceso de fabricación de porcelana.

A partir del siglo XIX, y sobre todo del XX, materiales diversos han sido utilizados para su elaboración, haciendo del antaño artículo de uso suntuario, un artículo de consumo al alcance de todos

jueves, 3 de noviembre de 2011

CERILLAS

Las cerillas fueron conocidas por los chinos en el siglo VI. Eran una simple varilla con azufre que se prendía al contacto con la chispa.

En Occidente, los primeros experimentos tuvieron lugar en 1680, tras haberse descubierto el fósforo por el físico y químico inglés Robert Boyle, cuyo ayudante estuvo a punto de inventar las cerillas al impregnar en azufre varillas de madera que al ser friccionadas producían una llamita efímera. Pero el olor que desprendían era tan fétido, y tan venenosos los vapores, que aparte de ser caras entrañaban un peligro.

Justo un siglo después, en 1780, el físico holandés afincado en Inglaterra, Jan Ingenhousz, utilizó un producto al parecer nuevo: el fósforo, colocándolo en pequeños frascos en los que introducía un palito de madera que al ser friccionado se encendía. Estos fueron los precedentes de las cerillas, de las que ya se hablaba en 1805, cuando apareció en el Journal de L'Empire el fósforo como medio rápido de iniciar el fuego, advirtiéndose al mismo tiempo de su peligrosidad debido a que era una substancia en extremo inflamable. La idea de una astilla impregnada en azufre, como modo habitual de encender el fuego, surgió en 1800. Empezó a emplearse azufre en una mezcla de clorato potásico y azúcar. El primero en adoptarlas fue el capitán Manby, inventor de cohetes lanzasalvavidas, que utilizaba la mezcla como fuente de energía.

Pero las primeras cerillas, o fósforos, las comercializó en 1830, el químico inglés, Jones, en Londres, quien las llamó "cerillas de Prometeo", por ser este personaje, según la Mitología, el encargado de mantener el fuego sagrado. Se trataba de palillos enrollados en cuyo extremo había una pequeña cantidad de una mezcla de clorato potásico, azufre y azúcar; se vendían junto con una pequeña ampolla cerrada herméticamente, conteniendo ácido sulfúrico concentrado. La ampolla se rompía con una tenacilla y el ácido entraba en contacto con la mezcla, iniciando así la combustión. Era tarea muy pesada. Además, el ama de casa no estaba para aquellos experimentos. Así, cuando en 1827 el farmacéutico inglés John Walker vendía sus cerillas en la botica de su propiedad, tuvo más éxito. Su error fue no patentar el invento, como le había aconsejado que hiciera su amigo Faraday, inventor del motor eléctrico. A las cerillas de Walker se les había dado el nombre de "lucíferos", y como la

palabra recordaba a Lucifer, Príncipe de los Diablos, las gentes andaban escamadas, y se decían que todo hacía pensar en el Infierno.

Aquella cerillas estaban bastante avanzadas. Tenían una capa de sulfuro de antimonio y cloruro potásico, formando la masa una especie de pasta que se mantenía unida mediante cola; se prendían tras hacerlas pasar por una superficie de lija, o rascador. Pero no eran todo lo seguras que se exigía, y fueron por ello prohibidas en muchos sitios. Además, ocasionaban una pequeña detonación, y chisporroteaban al ser encendidas, lanzando a ambos lados parte de la materia inflamada, quemando vestidos y bigotes. Era necesario buscar otro sistema más conveniente y seguro.

Los fósforos definitivos aparecieron en Suecia hacia 1852, y unos años después el austriaco Krakowitz dio a las cabezas de los fósforos un aspecto metálico, recubriéndolas de una capita de sulfuro de plomo, sustituyendo la madera por un trenzado de fibras de algodón impregnadas en cera. El fósforo acababa de convertirse en cerilla.

Resulta asombroso que hasta principios del siglo pasado el sistema habitual de hacer fuego consistiera, como en la Edad de Piedra, en la utilización de yesca y pedernal. Pero también sorprende que se tardara tanto en inventar el encendedor automático, y el mechero, que sentenciaron a muerte a las cerillas, muy poco después.

RELOJ DE PULSERA

Un dicho antiguo asegura que "aquél que ignora la hora del día es como si caminara en la oscuridad". El metafórico símil no está mal traído, si hablamos del reloj. La obsesión por el tiempo es constante en la Historia. Y todas las civilizaciones, desde las más remotas, ham mostrado en época temprana, una preocupación por el paso del tiempo, y por la necesidad de acotarlo. Así, los japoneses celebran, desde el año 670, la que ellos denominan "fiesta del tiempo". ¿Qué se celebra...? Sencillamente...: la invención del reloj bajo el reinado del emperador Ten-Ji.

Pero si los relojes de agua, o clepsidras; de sol, o heliocronos; de arena o incluso de aceite aparecieron muy pronto en la Historia, los relojes mecánicos, y sobre todo el reloj de pulsera, tardaron en fabricarse. Se sabe que el reloj de ruedecillas lo inventó un papa: Silvestre II, en el año 947, cuando era monje en un monasterio francés. Era un artilugio sumamente pesado, apenas fiable, que atrasaba o adelantaba incluso un par de horas al día. Obviamente distaba mucho de ser un reloj de pulsera.

Parece que el primer reloj de uso personal, destinado a la muñeca de una dama, lo construyó en París el relojero del rey, Beaumarchais, en 1755; su destinataria era una señora muy de moda a la sazón: Madame de Pompadour. A este reloj se le podía dar cuerda mediante una ruedecita montada en el centro de la esfera. Cuando Beaumarchais (pseudónimo de Pierre A. Caron), llevó a cabo su obra, ya hacía veinte años que el relojero y astrónomo inglés G. Graham había fabricado su famoso cronómetro: nada menos que un reloj de pared portátil que daba las horas a campanazos, que fallaba más que acertaba, y del que la gente aseguraba que sólo dos veces al día andaba aquel artefacto acertado en lo que a determinar la verdadera hora se refería. A raíz del descubrimiento de Graham los franceses decían preferir el reloj de los beduinos, es decir, el gallo, porque despertaba a los camelleros a su hora, y que al final del trayecto podían comerse en pepitoria, si así lo deseaban.

En 1875 aparecieron en Madrid los primeros remontoirs, o relojes a los que se daba cuerda por la corona, y no como los anteriores, que se les daba mediante llave. Eran relojes de bolsillo, para hombres y mujeres. Pero desde luego, a nadie se le hubiera ocurrido ponerse un reloj en la muñeca, a pesar de que el francés A.L. Perrelet habíajugado con esa idea en 1775.

Los relojes pequeños y precisos fueron técnicamente posibles tras el invento del "pelo" por el inglés Hooke. Pero aunque se eliminaba el péndulo, los relojes no acababan de encontrar su hora, su momento, y al principio de nuestro siglo eran todavía de bolsillo. Sin embargo, a lo largo de las primeras décadas del XX empezó a ganar terreno el reloj de pulsera. Los primeros en su género fueron seguramente los creados por Luis Cartier, en 1904, para el aviador Santos-Dumont; el mismo año, el suizo Hans Wilsdorf, fundador de la firma Rolex, sacaba otro modelo de reloj de pulsera. Poco futuro auguraban a aquella novedad los fabricantes tradicionales de relojes, pero acabó por imponerse de una manera arrolladora, sobre todo entre los deportistas. En 1910 ya estaba en la calle el primer cronómetro de pulsera para los amantes de la vida deportiva. Rolex se había adelantado a todos. Y en 1919 el relojero norteamericano W. A. Morrison ya había confeccionado un reloj de cuarzo..., ingenioso y utilísimo invento que sin embargo no se comercializaría hasta medio siglo después. El primer reloj de pulsera fue patentado en 1924; se le podía dar cuerda de manera automática. Sus inventores, H. Cutte y J. Harwood, pensaron que tras esta innovación poco más cabía hacer. Se puso de moda obsequiar a las señoras con el nuevo artilugio, y empezaron las mujeres a aprender a leer la hora, cosa que por absurdo que parezca, no sabían hacer con rapidez ni facilidad. Era también una manera gentil y generosa de advertirles, a las damas, la necesidad de la puntualidad en las citas..., en las de amor, evidentemente..., que eran las que en aquel momento de la Historia interesaban a los caballeros.

De entonces a esta parte..., el reloj de pulsera ha experimentado cientos de transformaciones, teniéndose la absoluta certeza de que todavía nos queda por ver lo más apasionante, a pesar de existir el famoso Diamant Noir, especie de reloj joya, valorado en más de un millón de dólares, y que lleva la firma de Vacheron-Constantin. Y a pesar de existir el reloj parlante, el patentado como Voice Master VX 2, en 1987, conocido también por "la voz de su amo", ya que responde a la voz de su dueño cuando éste le pregunta la hora, o incluso si le pregunta por otra serie de cosas, como el número de su tarjeta de crédito, de cuenta bancaria, de teléfono..., y así hasta veintisiete órdenes más. Este sofisticado invento japonés no es ciencia ficción, sino que se comercializó con éxito en aquel país.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

NO A LAS GUERRAS

Para terminar hoy, y antes de irme a la cama, (puesto que actualizo al borde de la misma) quiero poneros la letra de una canción. Una canción que para mí es muy emotiva. Espero que lo lea quién lo dese pero espero que lo lean los que encañonan un arma.

Si pudiera olvidar
Todo aquello que fui
Si pudiera borrar
Todo lo que yo vi
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Si pudiera explicar
Las vidas que quite
Si pudiera quemar
Las armas que use
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca mas
Usar la violencia

Si pudiera sembrar
Los campos que arrasé
Si pudiera devolver
La paz que quité
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Si pudiera olvidar
Aquel llanto que oí
Si pudiera lograr
Apartarlo de mí
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca mas
Usar la violencia

TAZA DEL WATER

Seguimos narrando las historias de los objetos y alimentos que nos rodean y que seguramente nunca os habíais preguntado. Por fortuna está aquí cuadernodeldavid para resolver esas dudas.
Espero que tras la lectura de este post, no marchéis al water

Entre las instalaciones con que contaba el palacio real de Cnosos, en aquella talasocracia, o civilización del mar que fue la cultura cretense, figuraba, hace cuatro mil años, un retrete muy parecido al que utilizamos hoy. Contaba con canal de desagüe, cisterna y taza. Aludiendo a tan útil invento, el agudo humorista y gran escritor que fue Bernard Shaw, decía: "Sólo una sociedad muy refinada es capaz de pensar en estas cosas, y a la vez, ruborizarse al hablar de ellas".

Jonatan Swift, autor de los Viajes de Gulliver, escribió también un curioso opúsculo satírico, en 1731, que tituló Directions to Servants, en el que dirigiéndose a las criadas de servicio al respecto de la odiosa operación de vaciar los "vasos de noche", u orinales, recomienda: Trasladar el utensilio ostentosamente por la gran escalinata y en presencia de los otros sirvientes, y si alguien llama, abrir la puerta de la casa sosteniendo la vasija llena en la mano. Si hay algo que pueda conseguirlo, esto hará que vuestra señora se to me el trabajo de hacer sus necesidades en el sitio adecuado.

Aunque el alcantarillado de Londres, obra de Bazalgette, empezó a funcionar en 1860, el inodoro ya se conocía en 1597. Aquel año, su inventor, John Harington, escribió un opúsculo describiendo el funcionamiento de un water closet de válvula. Isabel I de Inglaterra tenía unas narices extremadamente sensibles, por lo que no toleraba malos olores, cosa que según sus biógrafos le atormentaba. Así pues, el "inodoro" parecía el más apropiado invento para ella. En su palacio de Richmond instaló Harington su invento. Aunque no fue Isabel I la primera en gozar de aquella comodidad, sino el propio Harington, ahijado de la Reina Virgen, hombre díscolo y lenguaraz, autor de cientos de poemas..., con lo que resultó que el inventor del water fue un poeta. Este Harington tuvo problemas con todo el mundo, y terminó siendo enviado al destierro, que cumplió en la ciudad de Bath. Fue allí donde instaló su inodoro. A su invento le puso un nombre sonoro, de resonancias clásicas, Ajax. Decía de su invento: "Se trata de una simple abertura en el suelo que no necesita pozo ciego, ya que una corriente de agua, controlada mediante una válvula, y un sistema de palancas, pesas y manivelas controlan a la cisterna para abrir y cerrar cierto dispositivo por el que corre..."

"¡Es una idea tentadora!", dijeron las azafatas de la reina, cuando fue instalado el water en palacio. Todas querían tener la oportunidad de comprobar su funcionamiento. Pero la nobleza se sintió poco atraída; seguían prefiriendo el bacín que, al grito de ¡agua va!, era vaciado en la calle.

Hasta 1775 no se patentó un W.C. de cisterna. Otro inglés, Alexander Cummings, lo hizo, aunque con malos resultados: goteaba. Tres años después retomó la idea Samuel Prosse, introduciendo una solución definitiva, la válvula esférica. De esa época es el famoso "retrete de Bramah".

En 1848 el Parlamento inglés aprobó un Acta de Salud Pública mediante la cual se obligaba a instalar en todas las casas que se construyesen a partir de aquella fecha, un inodoro, por lo conveniente de aquel "servicio"..., decía. Por lo que desde entonces se le llamó service al water al menos en los círculos de cierto refinamiento, mientras que en el campo se le seguía llamando water closet, o armario del agua..., por la cisterna. Los campesinos del mundo anglosajón seguían refiriéndose a él con un monosílabo: john, en recuerdo de John Harington, el noble inglés que lo inventó. Pocas habitaciones de la casa han recibido tantos nombres como el water. En España se prefirió referirse a él con los nombres de "excusado", por excusársele a quien abandonaba el salón por sobre-entenderse que se dirigía a ese cierto lugar excusado de decir. Con el término de "retrete" se aludía a un lugar muy privado, íntimo, donde toda compañía estaba desaconsejada.

En 1890 la taza del water había triunfado plenamente en toda Europa. Se hizo famoso un modelo, publicado aquel año en el catálogo de ventas de los grandes almacenes frecuentados por los elegantes. Se trataba del "modelo crisantemo", con reborde y tapa de madera pulimentada, y la taza de cerámica decorada con motivos florales alusivos a la planta de su nombre.

GRAN IDEA

Por fortuna, día a día la tecnología avanza pero a bien.

El móvil que permite a los ciegos 'leer' los prospectos

"Paracetamol. 650 miligramos. 40 comprimidos. Se utiliza para el tratamiento
sintomático del dolor de intensidad leve o moderada. Dosis máxima tres
comprimidos al día. Fecha de caducidad, julio de 2011». Esa sería la
información que una persona invidente escucharía en su teléfono móvil al
acercarlo a la caja de medicamentos que tiene en su mesilla de noche. Algo
posible gracias a la iniciativa de un grupo de alumnos del Club de
Innovación de la Universidad Pontificia que, utilizando la tecnología NFC,
ha creado el programa PharmaFábula.

El funcionamiento de este programa es sencillo. La persona invidente tiene
que tener un teléfono móvil con cámara de fotos o con tecnología NFC (Near
Field Communication) que, pese a ser relativamente nueva, ya se encuentra en
muchos de los dispositivos que Nokia o Samsumg venden en la actualidad y
cuyo funcionamiento es similar al bluetooth.

En la oficina de farmacia donde adquiera el medicamento, el farmacéutico
sacará una etiqueta identificativa de ese fármaco concreto y en el ordenador
puede añadir la información que considere pertinente a la misma, puesto que
el archivo se guardará en un servidor. Esa acción permite personalizar el
medicamento, así como su posología. Dicho archivo será enviado al teléfono
móvil y, cada vez que el usuario acerque el dispositivo a la caja, el
aparato reconocerá la etiqueta identificativa y reproducirá la información
almacenada en el archivo sonoro.

El potencial de esta tecnología, que puede ser utilizada por otros
colectivos como las personas mayores, es tan grande, que sirve para más
utilidades en las que ya trabaja la Pontificia.

La idea original fue de Fernando Fernández Fidalgo, quien el año pasado fue
designado uno de los 100 talentos europeos en el Foro de Emprendedores 2009,
que promueve el Comité de las Regiones de la Unión Europea y del Programa
'Youth in Action' de la Dirección General para la Educación y Cultura de la
Comisión Europea. Sin embargo, en el desarrollo también ha intervenido José
María Pérez Ramos, y han contado con el apoyo de la profesora Montserrat
Sánchez y el ingeniero del CPD de la Universidad Pontificia, Juan Agustín
Fraile Nieto.

Ellos forman parte del Club de Innovación que tiene la Universidad
Pontificia desde hace 5 años. Esta iniciativa permite a los alumnos
desarrollar un proyecto durante el curso académico y obtener una formación
más exhaustiva en las tecnologías que utilizan mientras estudian la carrera.
A cambio, deben comprometerse a desarrollar su proyecto, trabajando en grupo
y bajo la supervisión de un tutor, en nueve meses.

PharmaFabula permite la identificación de cualquier medicamento puesto que
puede "asociar un archivo de audio a cada caja, con la opción de que sea muy
personalizada para cada paciente", explica Miguel Ángel Sánchez, director
del proyecto.

Para personalizar el medicamento, el farmacéutico puede utilizar la
aplicación FabulaWriter para escribir la descripción de la medicina y
enviarlo a FabulaServer, que convierte el texto a voz y lo guarda. A
continuación, calcula el ID associtated a la medicina, la imprime y se
coloca en la caja, normalmente junto al código de barras.

Cuando el usuario invidente utiliza el móvil para leer la etiqueta, bien sea
en la farmacia o en su casa, el aparato se conecta utilizando la tecnología
3G o el wifi con FabulaServer y se descarga el archivo multimedia asociado a
esa medicina, con los datos personalizados.

Además, para las personas que no tengan un teléfono con tecnología NFC,
también sirve una etiqueta bidimensional, que puede ser leída por la cámara
de fotos de cualquier teléfono móvil, y cuyo funcionamiento es idéntico. El
único problema para utilizar este sistema es que aumenta la dificultad para
las personas invidentes a la hora de tener que enfocar con la cámara
directamente a toda la pegatina bidimensional.

"Tenemos un producto de mucha utilidad, creado con tecnología que se
encuentra con facilidad, barato y muy práctico", explica el director de un
proyecto que en los próximos meses será sometido a una experiencia piloto en
distintas farmacias de Salamanca, gracias al interés del Colegio de
Farmacéuticos y la ONCE.

El primer paso de este grupo de trabajo consistirá en seleccionar la
información de los prospectos que llevan todas las medicinas que se quiere
dar al usuario invidente y centralizarla en una página web para facilitar su
uso. De esta forma, se obtendrán datos reales de su funcionamiento y del
coste de su implantación.

Los creadores de PharmaFabula creen que la iniciativa también supone un
valor añadido "para las oficinas de farmacia que lo implanten, puesto que es
una tecnología para personas invidentes pero también para los mayores que
puedan tener alguna dificultad", asegura el director del proyecto Miguel
Ángel Sánchez.

Desde ese punto de vista, siempre es más cómodo "oír un archivo de audio que
leer la letra diminuta de un prospecto, con demasiada información
especializada. Las farmacias que se incorporen tendrán una ventaja en un
mercado competitivo sobre las que no lo hagan", afirma su responsable. Por
otra parte, la implantación en serie de las etiquetas inteligentes por parte
de la industria farmacéutica conllevaría "una reducción muy importante de
costes, aunque eliminaría la fase de personalización del medicamento.
Además, en estos momentos en los que se está trabajando con muchos
medicamentos genéricos, aquellas que lo implanten, tendrán un distintivo
sobre las que no lo utilicen. El coste sería de céntimos para una
diferenciación en el mercado muy importante", explica el director del
proyecto.

El desarrollo de PharmaFábula, cuyo coste no ha superado los 60.000 euros,
es una realidad. Fernando Sánchez-Guijo es el jefe de servicios sociales de
la ONCE en Salamanca y ya ha probado el funcionamiento de PharmaFabula.
Considera que esta aplicación supone para los invidentes «la eliminación de
una barrera más, que es extrapolable a otros colectivos como las personas
mayores, o con vista cansada. Facilita el acceso a los medicamentos y a la
información verdaderamente importante, como la posología, la fecha de
caducidad, el modo de toma, de conservación, de manera muy rápida y ágil, a
un coste ínfimo», indica. Fernando Sánchez-Guijo reconoce que pese a contar
con la tecnología, estos procesos son «largos y tediosos» porque se depende
de la financiación.

El trabajo de la Pontificia ha contado con el respaldo de los técnicos del
CIDAT de la ONCE y de la sede administrativa en Salamanca. "Tenemos un
producto competitivo, factible, que no conlleva ningún coste y que soluciona
de forma muy sencilla un problema", asegura Sánchez-Guijo.

SERVILLETA

Tras una de salchichas, vamos a limpiarnos con la servilleta.

En el antiguo Egipto no era pensable un banquete en el entorno del faraón sin la presencia de la servilleta en la mesa. De aquella civilización tomaron griegos y romanos la costumbre de su uso. La inexistencia del tenedor, y la consecuente necesidad de limpiarse los dedos de las manos, hacían de ella una prenda necesaria. Las primeras servilletas eran meros trozos de lienzo grandes, más parecidos a una toalla que a la servilleta que hoy entendemos por tal.

Pero además de su primer uso, la servilleta sirvió para otros menesteres, relacionados también con el entorno de la mesa. Así, en la Roma del rey Tarquinio el Soberbio, hace dos mil seiscientos años, la servilleta servía para envolver en ella los regalos que el anfitrión hacía a sus huéspedes. Era mala educación dejar sobras en la mesa, por lo que se animaba a los invitados a llevarse a casa la carne, la fruta y las golosinas restantes. Era una grosería salir con las manos vacías..., exactamente lo contrario de lo que hoy sucede.

En la España de los Siglos de Oro, la servilleta, que ya se llamaba así, era prenda habitual en la mesa. Algunos la denominaban "pañizuelo de manos", para distinguirla de los "pañizuelos de narices", que eran los pañuelos moqueros. Parece que su uso, e incluso el nombre, lo introdujeron en España los caballeros flamencos que vinieron con el emperador Carlos V. La palabra derivó de la voz flamenca servete, con el significado de pequeño mantel.

En el viejo latín, la voz mantelia designó tanto a la servilleta como al mantel, ya que de hecho el mantel se utilizaba como servilleta, de ahí que fuera tan holgado y amplio por los lados, costumbre que subsiste. Era para que con los picos, los comensales se limpiaran la boca y las manos.

La servilleta se hizo imprescindible en la Europa del siglo XVII, cobrando un mayor auge en Italia, donde hacia 1680 se conocían veintiséis maneras de doblarla, entre ellas la que adoptaba la forma del arca de Noé, para los clérigos; de gallina, para los nobles; de polluelos, para las mujeres..., y así otras veintitrés más. Todo tenía un simbolismo implícito que los interesados conocían.

Con la generalización del uso del tenedor, la toalla de mesa fue reduciendo su tamaño. La servilleta se conservó, pero sólo para llevársela a la comisura de los labios en un gesto displicente que no tardó en convertirse en lenguaje cifrado entre amantes y enamorados.

En el folclore inglés se inició, por un sastre del siglo XVIII llamado Doily, la costumbre de rodear los bordes de la servilleta de un par de dedos de encaje: era la servilleta de postre. No tardó en convertirse en pañuelo, e incluso en lucirse en el bolsillo superior de la casaca.

Pero esa, la del pañuelo, es otra historia.

SALCHICHAS

Que tal si nos hacemos un bocata de salchichas?
Cuadernodeldavid te invita a ello.

Pocos alimentos cárnicos elaborados son tan antiguos como la salchicha. Los habitantes de Babilonia la preparaban, hace casi cuatro mil años, rellenando las tripas de un animal, generalmente el cerdo, con carnes muy especiadas. Era uno de sus alimentos más exquisitos.

También los griegos clásicos fueron aficionados a este embutido, si bien la salchicha griega difería mucho de la babilonia en su elaboración. Los griegos la llamaban orya. Homero, en su Odisea, describe la impaciencia sentida por el hombre de su tiempo ante este delicioso alimento:

"Cuando un hombre junto a la lumbre rellena una salchicha de grasa y sangre, y la vuelve de un lado a otro, lo que espera es únicamente que tarde poco en asarse".

No sorprende que la afición de los griegos por la comida en general, y la salchicha, en particular, generalmente de cerdo, fuera desmedida. Tanto era así que junto a la lista de las siete maravillas del mundo o los siete sabios de Grecia, tenían ellos la lista de los siete cocineros más eminentes de la historia, entre los que se incluía al gran Aftómates de Corinto, inventor de la morcilla. Morcillas y salchichas hicieron las delicias de los clásicos grecolatinos. Fueron también platos muy ensalzados en la Roma clásica. El más antiguo libro de cocina conocido, del siglo II, asegura que en las fiestas lupercales, celebradas a partir del día 15 de febrero en honor a Lupercus, dios de los pastores, los adolescentes eran introducidos en la vida adulta mediante un rito en el cual la salchicha no sólo tenía un papel culinario que jugar, sino que solía irse mucho más allá en su simbolismo. No es necesario que seamos más explícitos, ya que el lector sabrá poner los detalles que

aquí no se describen. Este abuso de la salchicha motivó Que la Iglesia, una vez alcanzó status oficial, prohibiera su consumo, por considerar a este rico embutido un producto de connotaciones pecaminosas. Y tal fue la animadversión ejercida contra la salchicha que el emperador Constantino prohibió su fabricación y consumo por decreto. Al mismo tiempo se prohibía la celebración de las fiestas lupercales, herederas de tradiciones y costumbres de un mundo pagano que empezaba a hundirse en el recuerdo. Las Lupercalia habían sido precisamente las grandes fiestas, el gran festival de la salchicha.

Pero a pesar de las prohibiciones imperiales no logró desterrarse el consumo, y seguían fabricándose salchichas, aunque en la clandestinidad, alcanzando la salchicha el status de alimento proscrito, con lo que adquirió el atractivo de todo lo prohibido.

Fue del término latino, salsus, de donde derivó la palabra castellana, así como la de la mayoría de los idiomas europeos. La salchicha romana era muy parecida a la griega, incluso en el sistema de elaboración. También la salchicha medieval, aunque ésta era más gruesa, algo más amorcillada, y con mucho más condimento, dada la peor calidad de las carnes en aquella edad, a menudo incluso putrefacta, que convenía tapar con el poderoso ingrediente de las especias en abundancia.

A lo largo de la Edad Media continuó la evolución lenta de esta pieza reina del embutido, hasta alcanzar la forma definitiva que tiene en nuestros días.

Las recetas para su elaboración eran una especie de tesoro familiar que se pasaban unas generaciones a otras con gran secreto; a menudo, la imitación o robo de una receta provocaba serias disputas entre distintos clanes de carniceros. En el gremio de estos artesanos robar la receta de la salchicha de un carnicero en particular, por otro, estaba considerado como causa de deshonor, y se podía incluso perder la licencia para practicar la profesión. Con las salchichas no se podíajugar...: era cosa demasiado seria, sobre todo en la Europa del área germánica.

La salchicha mediterránea estaba elaborada exclusivamente con carne. Otras, como la escocesa, tenían mitad de carne y mitad de harina de avena embutida. En los países mediterráneos, como alternativa a la tradicional salchicha blanca alemana, o a su variedad inglesa, nació la salchicha seca, capaz de aguantar las condiciones de los climas cálidos.

En el año 1852, el gremio de carniceros de la ciudad alemana de Frankfurt presentó una salchicha especial, ahumada, que se embutía en una tripa delgada casi transparente, a duras penas visible. Pusieron al invento el nombre de la ciudad, sugerencia de un ingenioso carnicero que pensó que aquella simpática salchicha podría popularizar en todo el mundo el nombre de su ciudad.

Otro avispado carnicero alemán, no menos ingenioso, bautizó su salchicha con el nombre de la raza de su perro, especializado en la caza de tejones, un dachshund. Aquella salchichas alemanas quedaría ligada a aquel perrito que llegaría a los Estados Unidos en forma de bocadillo y que por servirse caliente daría lugar al popular nombre de "perrito caliente", el conocido hot dog, popularizado a partir de 1906 gracias a Harry Stevens, un humilde vendedor de bocadillos y refrescos que consiguió una concesión de venta en los estadios durante los partidos de beisbol, y que pregonaba su suculenta mercancía sorprendiendo a los aficionados con un nuevo producto: el perrito caliente.

Se los quitaban de las manos.

MUSEO DE CIEGOS

La primera dama de Chile recaba en Madrid apoyo para crear un museo de ciegos

Cecilia Morel, esposa del presidente de Chile, Sebastián Piñera, recabó hoy en Madrid el apoyo de la Organización de Ciegos Españoles (ONCE) para la creación de un museo destinado a las personas ciegas en su país.

Morel se reunió con la vicepresidenta de la ONCE y presidenta de la Fundación ONCE para América Latina (FOAL), Yolanda Martín; con la directora de Relaciones Internacionales de esta organización nacional de ciegos, Ana Peláez; con su director de Cultura y Deporte, Justo Reinares, y con el responsable del Servicio Bibliográfico, Fran Maldonado.

Precisamente, la primera dama chilena tuvo oportunidad de visitar el Servicio Bibliográfico y el Museo Tiflológico de la ONCE.
Este último recinto, inaugurado en 1992, ofrece a las personas ciegas la posibilidad de acceder a un museo de forma normalizada, con maquetas especiales al alcance de los dedos de los visitantes ciegos, quienes, de esta forma, pueden hacerse una idea de cómo eran el Partenón griego o el Coliseo romano.

Los visitantes que pueden ver también quedan sorprendidos por el detalle de estas maquetas, preparadas, según indica la ONCE, para que la deficiencia visual no sea en absoluto una barrera para disfrutar de las piezas.

En el museo de la ONCE figura asimismo el patrimonio cultural de la organización y se desarrollan los programas de exposiciones temporales de obras de artistas ciegos.

Un portavoz de la ONCE señaló a Efe que la Organización Nacional de Ciegos Españoles está asesorando a las autoridades chilenas para la creación de un museo similar en el país andino, en el marco de las buenas relaciones que mantienen las respectivas asociaciones de ciegos y discapacitados de ambos países.

domingo, 30 de octubre de 2011

LA HISTORIA DE LAS GAFAS DE SOL

Desde antiguo se sabía que ahumando las gafas, éstas se obscurecen, librando así a los ojos de las molestias ocasionadas por los rayos del sol. Sin embargo, cuando en 1483 se desarrolló en China una tecnología relacionada con esta materia, la finalidad que se le daba a las gafas de sol era muy distinta a la que le damos hoy. De hecho, durante siglos los jueces de aquella lejana cultura oriental portaban gafas de cuarzo ahumado para ocultar al tribunal y al reo la expresión de sus ojos.

Las gafas ahumadas llegaron a Italia desde China, a mediados del siglo XV Sin embargo, su popularidad y uso es reciente, ya que empezó en nuestro propio siglo XX, en los Estados Unidos, con uso exclusivamente militar. En 1930 las Fuerzas Aéreas de aquel país encargaron a la casa Bausch and Lomb una serie de gafas capaces de proteger del sol más radiante los ojos de los pilotos. Las gafas deseadas tenían que ser capaces de defender al piloto que volaba a gran altura. La industria óptica tuvo que perfeccionar un tinte especial de color verde oscuro que pudiera absorber la banda amarilla de espectro luminoso. Se diseñó asimismo una montura especial. Y como eran gafas que protegían de los rayos solares, se las enpezó a llamar ray-ban, es decir: barrera contra los rayos del sol.

En la década de los 1960 se emprendió una campaña publicitaria muy bien diseñada, para vender gafas de sol, claro. Sin embargo, la compañía que la encargaba estaba especializada en peines. Pero la fortuna la hicieron con las gafas, incrementando las ventas de forma espectacular al haber mostrado, usando sus gafas, a personajes famosos del mundo del celuloide y de los deportes. Más tarde, en la década de los 1970, las gafas obscuras pasaron a ser más objeto decorativo que funcional. Diseñadores de moda, y una serie de actrices famosas, las promocionaron, haciendo de este producto un claro objeto de deseo.

En nuestros días, el suizo P Monnay, un vendedor de seguros de la ciudad de Ginebra, tuvo la ocurrencia de crear unas gafas de sol que al mismo tiempo servían como pluma estilográfica o bolígrafo que se disimulaba en una de las patillas. Y poco antes, una firma norteamericana había patentado las gafas de sol enrollables, capaces, además de filtrar los rayos ultravioleta. Animada por el auge que las gafas de sol habían experimentado, la firma americana China Enterprises presentó en el Salón de los Cnventos de Los Angeles, en California, unas famosas gafas-gemelos, que podía pasar de un uso al otro con sólo apretar un botoncito. Ante tanta versatilidad, un comentarista del New York Times, exclamaba alborozado: "Seguramente no lo hemos visto todavía todo en gafas de sol, pero sea lo que fuere lo que nos queda por ver, tal vez lo veamos mejor con este encantador artilugio".

viernes, 28 de octubre de 2011

2 Y 4 CENTÍMETROS DIARIOS

Asdrúal Herrera crece entre dos y cuatro centímetros por trimestre y eso lo tiene al borde de la locura. En su casa nadie parece aguantarlo porque manda todo al 'carajo' cuando se observa en el espejo y confirma cómo su cuerpo crece desmesuradamente sin que nadie pueda ayudarlo.
Los golpes en la cabeza y el cuello ha sido imposible contarlos porque son diarios y el colombiano no sabe qué hacer. Montarse en colectivos, taxis o busetas se ha convertido en un calvario porque debe agacharse excesivamente. En las discotecas no lo reciben porque su altura intimida.
Agobiado por su cuerpo, no tuvo otro remedio que movilizarse a pie. Sin embargo, en las calles de Bucaramanga, donde reside, todos lo miran como un 'bicho' raro porque aunque no se crea sus zapatos son talla 50 y los encarga a Estados Unidos y su ropa, confeccionada por una familiar, es talla XXXL.
El colombiano es quizás el hombre más alto en el país. Su medida alcanza los 2,28 metros de altura y los médicos deben ubicarse en bancas metálicas para poder examinarlo. En los hospitales a donde asiste le unen dos camillas para que pueda descansar porque de lo contrario sería casi imposible.
Aunque no sufre de una enfermedad mortal, los médicos especialistas le confirmaron Gigantismo, un mal no muy común que genera el crecimiento desmesurado en especial de brazos y piernas causado por la glándula hipófisis.
Desde que le dieron la noticia casi no come, pelea solo y descarga su ira en su hermano y su madre, una mujer tres veces más pequeña que él, quien sólo le pide paciencia y orarle a Dios.
Sin embargo, esto no parece servirle porque cada vez crece más. Por la puerta de su casa casi no cabe. Cuando llega debe esforzarse para penetrar la residencia, sufre cuando ingresa al baño y para dormir es todo un problema porque tienen que acomodarle dos camas u ocasionalmente pasar la noche tendido en el suelo. Sus riñones ya comenzaron afectarlo.
Asdrúal asistió a clases hasta tercero de primaria cuando sobrepasaba la altura de los docentes y sus compañeros se burlaban de su ropa. En esa época aparecieron los síntomas de la enfermedad (vómito y dolor de cabeza), y tuvo obligadamente que marcharse para su casa.
"Mis amigos me aconsejaban que me metiera a un equipo de baloncesto por mi altura. Yo no lo pensé dos veces y lo hice, era en dos escuelas muy reconocidas en el país pero me sacaron al poco tiempo porque me cansaba muy rápido. Es más no podía ni correr porque me pesa la espalda", dijo a ELMUNDO.es.
Para el colmo ni en los mismos trabajos lo soportan. Hace escasamente dos meses ingresó en un taller de zapatería y corrió con mala suerte. Al levantarse de una silla golpeó su cabeza con el ventilador del techo, se le vino encima y tuvo que pagarlo. Como no tenía dinero lo despidieron.
Javier Contreras, médico especialista en neurología en Colombia, dijo que el 15% de las personas que son operadas de las glándulas para evitar el crecimiento no logran detener el crecimiento. Y advirtió que este chico puede alcanzar los 3 metros de altura, una medida que Asdrúal parece no aguantar.
Después de recorrer medio país en busca de ayuda de especialistas en medicina optó por viajar a La Habana, Cuba. Por Internet le informaron de que era el país donde los médicos tenían la cura perfecta para el mal.
Sin embargo, tiene que 'tragarse' la ilusión porque no tiene dinero. Espera quién lo patrocine

PANILLETS

Estamos muy cerca de la celebración de todos los santos y hoy os hablo de los panillets un dulce típico por estas fechas.

Los panellets son un dulce típico de Cataluña, Valencia y Baleares que tradicionalmente se prepara en la festividad de la castañada (el día de Todos los Santos, 1 de noviembre).
Historia
Los panellets datan del siglo XVIII, cuando se usaban como comida bendecida para compartir después de las celebraciones religiosas (Panellets de San Marcos y Panellets de la Santa Cruz).
Características
Se elaboran de pasta dulce a base azúcar, almendra cruda molida, huevo y patata o boniato), para que tenga una textura más esponjosa. Por el exterior se recubren con clara de huevo que hacen de adherente para colocar una capa de piñones, todo el conjunto se hornea y se deja enfriar. Hoy en día existe una amplia gama de panellets: el de coco, chocolate, café, membrillo, etcétera.

GPS PARA CIEGOS

El GPS de los ciegos
Era ciega, como tantas otras. Pero esta, sin embargo, era ciega de verdad.

Al percatarme del cartel de ¡TAXI! que llevaba entre las manos me detuve a
su lado. Ella notó mi cercanía, tanteó su puerta, la abrió y tomó asiento
con la naturalidad de cualquier vidente.

- Buenas tardes. Calle Toledo esquina San Millán, por favor - me dijo
mientras plegaba su bastón.

Para acceder a aquel destino tuve que hacer varios giros a través de calles
cortas y estrechas. El centro de Madrid no sigue ningún orden lógico:
ninguna calle es perpendicular ni paralela a otra. O son curvas, o en
cuesta, o se cruzan con otras en diagonal, o se convierten de repente en
callejones peatonales... en fin: un laberinto tras otro que sólo demuestra
(digo yo) la afición que tenían los urbanistas de la época por las pipas de
opio.

Varios giros imposibles después, como digo, la usuaria invidente me dijo:

- Estamos en la calle Fuentes, ¿verdad?

Antes de contestar (ni puta idea) miré el nombre de la calle en mi GPS.

- En efecto - dije.

- Bien. Espero que no encontremos mucho tráfico en la Cava de San Miguel.

- ¿La Cava de San Miguel?, ¿y qué calle es esa? - dije para mis adentros.

- ¿Perdón? - dijo ella para sus afueras.

- Que... no creo que a estas horas encontremos mucho tráfico en... esa
calle.

Asombrado por su dominio del callejero aproveché el próximo semáforo para
votearme y pasar mi mano por delante de sus ojos. La mujer ni se inmutó. En
efecto, era ciega.

¿Cómo podía orientarse mejor que yo? ¿será cierto eso que dicen, que "sólo
es ciego el que no quiere ver"?

ALOE VERA

Aloe barbadensis, más conocido por su nombre común Aloe vera, aloe de Barbados o aloe de Curazao, es una planta suculenta de la familia de las asfodeláceas. Es originaria del norte y del este de África, de Canarias, del Cabo Verde y de la peninsula arabica. También conocida en México (donde ha sido introducida) como sábila o zábila.
Hasta el siglo XIX, su nombre más popular era "acíbar".
Características
Es una planta perenne, con hojas suculentas dispuestas en rosetas, alcanzando los 50 cm de largo y los 7 de grosor; las hojas están compuestas de tres capas: una protección coriácea exterior, una capa fibrosa debajo de ésta —donde se concentra la aloína, el ingrediente activo empleado como laxante en preparados farmacéuticos, y cuyo gusto amargo sirve a la planta como protección contra los predadores— y un corazón gelatinoso donde almacena sus reservas de agua y con el que se preparan innumerables productos farmacéuticos. Las hojas son alargadas, lanceoladas, y parecen brotar directamente del suelo en los ejemplares juveniles; los más añosos presentan un corto y robusto tallo.
Las flores del aloe son pequeñas, tubulares, y se presentan en inflorescencias densas de color frecuentemente amarillo.
Generalmente las flores de aloe requieren de polinización cruzada para fecundar y esta suele ser llevada a cabo especialmente por aves y mariposas debido a su visión preferencial de estos colores.
Usos

El aloe se cultiva para uso medicinal y como planta decorativa.
En algunas regiones popularmente suele llamarse Aloe vera al Aloe saponaria (Aloe maculata). Si bien este último puede tener propiedades medicinales similares, a nivel farmacéutico es importante una correcta identificación de la especie.(Ver más adelante otras especies de Aloe medicinales).
Actualmente, hay más de 250 diversas variedades reconocidas de aloe, de las cuales, solamente tres o cuatro tienen características curativas o medicinales significativas. La más potente de éstas, rica en vitaminas, minerales, aminoácidos, y enzimas es Barbadensis Molinero del Aloe, conocido comúnmente como aloe vera.
La palabra "aloe" es derivada del árabe "alloeh", que significa: "la sustancia amarga brillante"; la palabra "vera" viene del latín y significa: "verdadera". En dicha época antigua, esta variedad era considerada el más eficaz producto medicinal. No se sabe el tiempo que se reconoce como planta medicinal. Una de las aplicaciones farmacéuticas, más antiguamente registrada, se puede encontrar en una tablilla sumeria de arcilla del año 2100 a. C., pero hay informes de dibujos de la planta en las antiguas paredes de templos egipcios desde el año 4000 a. C.
El aloe vera es semejante en aspecto a un agave pero realmente es un miembro de la familia de las Liliacae, al igual que la cebolla, el ajo, el espárrago, el lirio, el tulipán,... Éste solo crece en climas cálidos y se encuentra especialmente en las regiones más secas de América, Asia, Europa, África y Australia

jueves, 27 de octubre de 2011

TERRIBLE ENFERMEDAD

La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer, o demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer1 es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años,2 aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer como una entidad nosológica definida fueron identificados por Emil Kraepelin,3 mientras que la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906.4 5 Así pues, el descubrimiento de la enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio. Sin embargo, dada la gran importancia que Kraepelin daba a encontrar la base neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar la enfermedad alzheimer en honor a su compañero.
El día internacional del Alzheimer se celebra el 21 de septiembre, fecha elegida por la OMS y la Federación internacional de Alzheimer. En Argentina la Fundación INECO para la investigación en Neurociencias Cognitivas (FINECO)convocó a la primera Caminata por el Alzheimerbajo el lema"¡Antes que me Olvide!" con el objetivo de aumentar la toma de conciencia y brindar información sobre las formas de minimizar el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Epidemiología
La incidencia en estudios de cohortes, cuando se sigue a lo largo de varios años a una población libre de la enfermedad, muestra tasas entre 10 y 15 nuevos casos cada mil personas al año para la aparición de cualquier forma de demencia y entre 5 - 8 para la aparición de la enfermedad de Alzheimer.6 7 Es decir, la mitad de todos los casos nuevos de demencia cada año son pacientes con la EA. También hay diferencias de incidencia dependiendo del sexo, ya que se aprecia un riesgo mayor de padecer la enfermedad en las mujeres, en particular entre la población mayor de 85 años.7 8
La prevalencia es el porcentaje de una población dada con una enfermedad. La edad avanzada es el principal factor de riesgo para sufrir la enfermedad de Alzheimer (mayor frecuencia a mayor edad). La prevalencia de una enfermedad en la población depende de factores como la incidencia y la supervivencia de los pacientes ya diagnosticados. En los Estados Unidos, la prevalencia de la EA fue de un 1,6% en el año 2000, tanto en la población general como en la comprendida entre los 65 y 74 años. Se apreció un aumento del 19% en el grupo de los 75 a los 84 años y del 42% en el mayor de 84 años de edad;9 sin embargo, las tasas de prevalencia en las regiones menos desarrolladas del mundo son inferiores.10 La Organización Mundial de la Salud estimó que en 2005 el 0,379% de las personas a nivel mundial tenían demencia y que la prevalencia aumentaría a un 0,441% en 2015 y a un 0,556% en 2030.11 Varios estudios han llegado a las mismas conclusiones.10 Otro estudio estimó que en el año 2006, un 0,4% de la población mundial (entre 0,17–0,89%; valor absoluto aproximadamente 26,6 millones o entre 11,4–59,4 millones) se vería afligido por la EA y que la prevalencia triplicaría para el año 2050.12
Etiología

Las causas de la enfermedad de Alzheimer (EA) no han sido completamente descubiertas. Existen tres principales hipótesis para explicar el fenómeno: el déficit de la acetilcolina, el acúmulo de amiloide y/o tau y los trastornos metabólicos.
La más antigua de ellas, y en la que se basan la mayoría de los tratamientos disponibles en el presente, es la hipótesis colinérgica, la cual sugiere que la EA se debe a una reducción en la síntesis del neurotransmisor acetilcolina. Esta hipótesis no ha mantenido apoyo global por razón de que los medicamentos que tratan una deficiencia colinérgica tienen reducida efectividad en la prevención o cura del Alzheimer, aunque se ha propuesto que los efectos de la acetilcolina dan inicio a una acumulación a tan grandes escalas que conlleva a la neuroinflamación generalizada que deja de ser tratable simplemente promoviendo la síntesis del neurotransmisor.13 14
Otra hipótesis propuesta en 1991,15 se ha relacionado con el acúmulo anómalo de las proteínas beta-amiloide (también llamada amiloide Aβ) y tau en el cerebro de los pacientes con Alzheimer.16 En una minoría de pacientes, la enfermedad se produce por la aparición de mutaciones en los genes PSEN1, PSEN2 y en el gen de la APP, localizado en el cromosoma 21. En este último caso la enfermedad aparece clásicamente en personas con el síndrome de Down (trisomía en el cromosoma 21), casi universalmente en los 40 años de vida y se transmite de padres a hijos (por lo que existen, habitualmente, antecedentes familiares de enfermedad de Alzheimer en los pacientes que desarrollan la enfermedad en edades precoces). Esa relación con el cromosoma 21, y la tan elevada frecuencia de aparición de la enfermedad en las trisomías de ese cromosoma, hacen que la teoría sea muy evidente.17 18
Otro gran factor de riesgo genético es la presencia del gen de la APOE4, el cual tiende a producir una acumulación amiloide en el cerebro antes de la aparición de los primeros síntomas de la EA. Por ende, la deposición del amiloide Aβ tiende a preceder la clínica de la EA.19 Otras evidencias parten de los hallazgos en ratones genéticamente modificados, los cuales sólo expresan un gen humano mutado, el de la APP, el cual invariablemente les causa el desarrollo de placas amiloides fibrilares.20 Se descubrió una vacuna experimental que causaba la eliminación de estas placas pero no tenía efecto sobre la demencia.21
Los depósitos de las placas no tienen correlación con la pérdida neuronal.22 Esta observación apoya la hipótesis tau, la cual defiende que es esta proteína la que da inicio a la cascada de trastornos de la enfermedad de Alzheimer.16 De acuerdo a este modelo, las tau hiperfosforiladas adoptan formas anómalas distribuyéndose en largas hileras. Eventualmente forman enredos de neurofibrillas dentro de los cuerpos de las células nerviosas.23 Cuando esto ocurre, los microtúbulos se desintegran colapsando el sistema de transporte de la neurona. Ello puede dar inicio a las primeras disfunciones en la comunicación bioquímica entre una neurona y la otra y conllevar a la muerte de estas células.24
Un número de investigaciones recientes ha relacionado la demencia,25 incluyendo la enfermedad de Alzheimer,26 con desórdenes metabólicos,27 particularmente con la hiperglicemia y la resistencia a la insulina. La expresión de receptores de la insulina ha sido demostrada en las neuronas del sistema nervioso central, preferentemente en las del hipocampo. En estas neuronas, cuando la insulina se une a su receptor celular, se promueve la activación de cascadas de señalización intracelular que conducen al cambio de la expresión de los genes relacionados con los procesos de plasticidad sináptica y de las enzimas relacionadas con el despeje de la misma insulina y del beta-amiloide. Estas enzimas degradantes de insulina promueven la disminución de la toxicidad debida al amiloide en modelos animales.
Algunos estudios han sugerido una hipótesis sobre la relación de esta enfermedad con el aluminio. Dicha hipótesis sugiere que los utensilios de aluminio contaminan con trazas de iones alúmina en los alimentos. Estos iones se focalizan en los receptores produciendo degradación y formación de plaquetas amiloide, este hecho está siendo propuesto en los centros de investigación de la enfermedad.28 A pesar de la polémica existente en torno al papel que tiene el aluminio como factor de riesgo de la EA, en los últimos años los estudios científicos han mostrado que este metal podría estar relacionado con el desarrollo de la enfermedad. Los resultados muestran que el aluminio se asocia a varios procesos neurofisiológicos que provocan la característica degeneración de la EA.29
Patogenia
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la pérdida de neuronas y sinapsis en la corteza cerebral y en ciertas regiones subcorticales. Esta pérdida resulta en una atrofia de las regiones afectadas, incluyendo una degeneración en el lóbulo temporal y parietal y partes de la corteza frontal y la circunvolución cingulada

miércoles, 26 de octubre de 2011

BUSCA ESPOSA

Parece el título del absurdo programa de telecinco o cuatro no sé por que son la misma.... basura? Con excepciones claro.
Pero no es el caso real de una persona que tiene 94 hijos y 39 esposas!

Un hombre indio Busca esposa tiene 39 y 94 hijos

Con sus 39 esposas, 94 hijos y 33 nietos, el sexagenario indio Zionnghaka Chana dice no tener bastante y seguir queriendo "aumentar la
prole", que vive en un gran edificio del noreste de la India, informa hoy la agencia india IANS.

"Me gustaría viajar más allá de las fronteras de Mizoram (su región, en el noreste) y de la India para continuar aumentando mi familia", relató a ese
medio Chana, de 67 años, en su pueblo, Baktawng.

La familia de Chana está compuesta por el patriarca -cabeza visible de su propia secta cristiana-, sus 39 esposas, 94 hijos, 33 nietos y 14 nueras (en
la India, las nueras se integran en la familia del esposo)- en total, 181 personas.

"Como en cualquier otra iglesia, creemos en la existencia de dios, pero la única diferencia es que nuestro credo nos permite casarnos con más de una esposa",
contó Nunparliana, uno de sus hijos.

La familia sigue las directrices de un culto que llaman "Channa", a partir del padre de Zionnghaka, Challianchana (muerto en 1997)- fue creado a comienzos
de la década de 1930 y, cuatro generaciones después, cuenta con unos 1.700 miembros.

Aunque no se sabe a ciencia cierta cuántos hijos tuvo el fundador Challianchana -que se casó con unas cincuenta mujeres-, sí hay constancia de que Zionnghaka
era su primogénito.

La familia vive en un inmueble de cuatro plantas y cien habitaciones edificado en una colina, y las mujeres practican un sistema de rotación para compartir
lecho con el cabeza de familia, aunque la esposa más joven es la que ocupa la cama más cercana.

Mizoram es una pequeña y remota región del noreste de la India que linda con Birmania (Myanmar) y Bangladesh y donde, a diferencia del hinduismo predominante
en el subcontinente, el culto mayoritario es el cristianismo, en sus vertientes protestantes.

Los mizos fueron animistas hasta la llegada de dos misioneros baptistas galeses, William Savidge y J. H. Lorrain, que iniciaron su labor pastoral y terminaron
por prohibir los cultos anteriores.

En la región hay un total de 95 sectas cristianas; algunos de sus líderes reivindican un estatus de divinidad, y en otros casos, como el de los "channa",
está admitida la poligamia.

PAÑUELOS

Por curioso que pueda resultar, para lo último que se utilizó el pañuelo fue para sonarse las narices.

En efecto, su primer uso fue para limpiarse el sudor de la frente y de la cara, por lo que los romanos llamaron a esta prendafacilia, en plural, porque siempre se llevaba más de uno. También se utilizó en la Antigüedad como vendas de primera mano, e incluso como cartera donde guardar provisionalmente cosas de valor.

Cuenta Eusebio de Cesarea, en su Historia eclesiástica, que el othone de los griegos servía tanto de pañuelo como de servilleta. Y el hispano-latino Quintiliano habla del candidum sudarium, pañuelo que podía servir para ocultar el rostro, o para protegerse con él del sol, como hacía Nerón en los espectáculos circenses. Otro uso que tuvo en la Roma clásica fue para protegerse la garganta a fin de preservar la voz y evitar ronqueras y resfriados..., uso que todos hemos conocido cuando en las noches frías nos protegemos del relente.

El pañuelo tenía valor simbólico en fiestas y espectáculos. Así nació la costumbre, hoy tan taurina, de airear los pañuelos al viento para expresar agrado. También sirvió como distintivo social que caracterizaba a las clases elevadas. El vulgo no poseía pañuelo, y se contentaba con agitar al viento una parte de la toga. Por eso cuenta el delicado poeta latino Catulo que en la sociedad romana de su tiempo regalar un pañuelo era gesto muy valorado..., sobre todo si era un pañuelo de calidad y nombradía..., como los que se fabricaban en una ciudad hispana: Setabis, la valenciana Játiva.

Los romanos no se sonaban las narices con el pañuelo; sonarse en público, así como hacer cualquier otro ruido corporal, era considerado de pésimo gusto por aquella sociedad sofisticada que llegó a ser la romana.

El pañuelo de bolsillo apareció en Venecia, hacia el año 1540, y se llamófazzoletto, traducción de la voz latina facilia a la que hemos aludido al principio. Lo utilizaban principalmente las llamadas "damas de la noche", mujeres de vida alegre, y de las que la romántica ciudad rebosaba. De Venecia el pañuelo pasó a la corte francesa de Enrique II, aquel monarca que había dicho lo de "París bien vale una misa", presionado por los españoles.

En tiempos de Cervantes los españoles hablaban de "pañizuelos de narices", que según dice Sebastián de Covarrubias en su conocido Tesoro de la lengua castellana, eran lo que sus antepasados llamaron "mocaderos", palabra que indica el fin al que estuvieron dedicados. Pero en aquel siglo XVII el pañuelo tenía un uso consagrado en el teatro, era utilizado por los actores, que lo requerían para representar las tragedias, enjugándose con él las simuladas lágrimas; sin él, este género dramático resultaba tan falto de algo como la comedia sin abanico.

Hasta el siglo XVIII el tamaño del pañuelo no era importante, ni su color, ni siquiera su forma. Todo servía. Fue la antojadiza esposa del rey francés Luis XVI, María Antonieta, quien dictaminó que todos los pañuelos debían ser cuadrados, como los que el emperador Aureliano del siglo III impuso en Roma a los asistentes al circo y al teatro.

En 1844 llegó a Madrid una nueva moda francesa: la del pañuelo llamado à lafleur de Marie, que toda persona elegante, sin importar su sexo, debía llevar en la mano. Fue ese pañuelo el que servía de pretexto a las damas cuando querían dar a entender a los despistados acompañantes su interés hacia ellos... dejándolos caer al suelo de manera displicente tantas veces cuantas juzgara ella que el mozo en cuestión merecía la pena. De esa costumbre se dijo aquello: "tan buen partido es el mozo que recogía hasta veinte pañuelos en una tarde". Estos pañuelos à lafleur de Marie estaban decorados profusamente con motivos florales y de aves del paraíso. Unos versos festivos de principios de nuestro siglo aluden a esa moda:

"De levantar pañuelos por todo el Rastro le duele a mi manolo el espinazo

PATATAS FRITAS

Hoy quiero empezar ha hablar de uno de los productos que más me gustan ingerir !las patatas fritas! Pues aquí va.
En el verano de 1853, un chefde cocina neoyorquino de origen indio americano, George Crum, preparaba en la lujosa cocina del Saratoga Springs, centro turístico de fama a la sazón, el menú para sus escogidos clientes. Entre los platos más conocidos de la casa estaban las patatas fritas al estilo francés, que el propio Crum preparaba siguiendo las normas tradicionales que databan del siglo XVIII, fecha en la que el entonces embajador de los Estados Unidos en París, Thomas Jefferson, se trajo a Norteamérica la receta, confeccionando el famoso político el suculento plato para sus amistades en su propia residencia.


Estas eran las patatas que el citado amerindio Crum preparaba con éxito. Tenían una particularidad: se exigía un corte de determinado grosor, y su permanencia al fuego debía ser estrictamente vigilada para que no se pasara un punto. Era plato muy solicitado, y Crum estaba orgulloso. Tanto que se sintió desolado cuando alguien de entre los comensales rechazó un día su suculento manjar alegando que para su gusto aquellas patatas eran demasiado gruesas. Ni corto ni perezoso, Crum procedió a cortarlas de un grosor cada vez más fino, hasta dar con unas patatas tan delgadas que no pudieran ser pinchadas con el tenedor. Aquellas patatas crujientes se convirtieron en seguida en la comidilla del día entre cocineros y gourmets: acababan de nacer las patatas chips, llamadas al principio Saratoga chips, estrella del menú de la casa.

Tal fue la fama de este delicado plato que se corrieron las voces, y la gente se agolpaba a las puertas del famoso restaurante para degustar el recién nacido plato. Todo el mundo se hacía lenguas de la pericia de Crum, y los cronistas culinarios hablaban de unas patatas tan delgadas como el papel, tostadas en su punto, y con la sal justa para hacer del conjunto de virtudes una irresistible delicatess. Ante el éxito de su invento, el cheff Crum se independizó, montando su propio restaurante. No tardó tampoco en comercializar el apetecido invento, empaquetando sus patatas chips, que luego eran vendidas localmente por calles y teatros.

En aquel entonces no era cosa fácil fabricarlas. La labor de pelarlas y cortarlas a mano era tediosa y lenta. Pero todo cambió cuando en 1920 se inventó una mondadora de patatas mecánica, que permitió aligerar el trabajo, acortar el tiempo de producción y abaratar así el producto. Las patatas chips pasaron de ser un plato de gourmets para convertirse en alimento de masas, vendido como snack por todos los pueblos y ciudades de los Estados Unidos, primero, y del mundo después. Cuando llegó a Europa su aceptación fue grande. Las patatas chips pasaron a ser el alimento de masas más aceptado después del arroz.

El nombre, chips, con el que se las bautizó, provenía de un término inglés que significa "astillas". Junto con las palomitas de maíz, se convirtieron en el producto más consumido en cines, teatros y lugares de espectáculo público en general.

martes, 25 de octubre de 2011

LA CERVEZA Y SU HISTORIA

Yo, personalmente no soy aficionado a la cerveza pero el que a mi no me guste, no significa que no os pueda contar su historia.

Junto al vino, la cerveza figura entre las bebidas más antiguas. Se bebía en la India, hacia el año 3500 antes de Cristo, y los chinos la elaboraban hace cinco mil años. Sin embargo, los grandes bebedores de cerveza de la Antigüedad fueron los sumerios, en una zona ocupada hoy por Irak. Este pueblo reservaba el 40% de su cosecha de cereales para la fabricación de la cerveza. También el Egipto faraónico se mostró adicto, y llegó a ser la bebida nacional de aquella civilización del Nilo.


Sin embargo, aquella cerveza no era la bebida que hoy consideramos como tal. Para empezar, no era del todo líquida, tanto que se le llamaba "pan bebible", especie de torta de cebada en estado de sopa muy densa, con una graduación alcohólica cercana a los quince grados. Su fabricación era elemental. Se molturaba la cebada entre dos piedras, añadiéndose agua poco a poco, hasta conseguir una masa u hogaza; luego se cocía a baja temperatura. La cerveza se conseguía desmenuzando la masa cocida, que se maceraba con agua, dejándosela en reposo para su fermentación mediante calor. El líquido se colaba a través de un filtro de tela.

Griegos y romanos se mostraron reacios a este brebaje, al que consideraban apto sólo para pueblos bárbaros, como celtas y germanos. De hecho fue entre estos pueblos del limes romano, de la frontera norte del Imperio, donde la cerveza se consumió masivamente en los siglos primeros de nuestra Era. Plinio, historiador romano del siglo I, cuenta que los iberos y otros pueblos de las montañas de Hispania bebían sólo agua, pero en los grandes banquetes y festines consumían grandes cantidades de zythos, que no era otra cosa que cerveza. Además, su popularidad, como bebida estimulante era enorme entre los galos, quienes no sólo se emborrachaban con ella, sino que utilizaban su espuma para suavizar el cutis. Noticias que confirma el historiador y geógrafo griego del siglo I antes de Cristo, Estrabon.

Durante la Edad Media, su elaboración en Europa estuvo en manos de las mujeres. Hasta el siglo XII era una labor más entre sus tareas domésticas. Poco después se profesionalizó.

A lo largo del siglo XIII se introdujo un tipo de cerveza parecida a la que consumimos hoy. Fueron los frailes quienes obraron el milagro -como en tantos otros aspectos culturales de la vida medieval en Occidente-. Ello fue posible gracias a la introducción del lúpulo como conservante.

En el siglo XV se obtuvo en Alemania la primera cerveza ligera, poco fermentada, que desde Baviera se fue extendiendo por el resto de Europa. La de la cerveza fue una industria artesanal, aunque ya en la Edad Media se había creado una serie de poderosos gremios y cofradías de fabricantes, y muchos monasterios llegaron a ser importantes centros abastecedores exclusivos de extensas regiones y comarcas. Y así se mantuvo hasta el siglo XIX, en que los estudios de Pasteur sobre la fermentación de la levadura, hacia 1860, permitieron mejorar el proceso. Entre sus adelantos se contaría la adición de cereales preparados, gas carbónico que aumentaba la espuma, estabilización de los coloides que la hacían resistente al frío, el proceso de pasteurización, etc.

Actualmente, la cerveza ha desbancado a cualquier otra bebida en el mundo, siendo sus consumidores mayores los alemanes, seguidos de los ingleses, lo que no sorprende en lo que a Europa se refiere, ya que la cerveza empezó su andadura por aquellas tierras, algunos siglos antes de la Era Cristiana. Después de todo, la cultura grecolatina había despreciado la bebida en cuestión como cosa propia de bárbaros y gentes poco civilizadas. Germanos y anglos eran sus desendientes directos.

La cerveza ha admitido pocos cambios, desde la estabilización de sus procesos de fabricación, hacia el siglo XII, hasta nuestros días. Sin embargo, en el siglo XIX ya surgió la necesidad de quitarle fuerza, de hacerla más ligera. Se inventó la cerveza sin alcohol, que nos parece cosa tan moderna. Al principio fue una cerveza local, circunscrita a la zona de Meuithe-et-Moselle, en la Lorena francesa. No fue hasta recientemente, la década de los 1960, cuando empezó a experimentar favor y acogida a mayor escala, apareciendo en 1966 el concepto moderno de cerveza sin alcohol.