Esta mañana ya no es de asueto ni de librar. El trabajo les espera por las calles y es que Lasy y mi hermano, ya son un equipo. Incluso, me confiesa, que siente un cariño por su perrita.
Tras nuestra visita, los pocos que quedan en la escuela comentan en el desayuno lo vivido también ayer como la visita a perreras y la visita de los familiares.
Por fortuna, mi hermano ya controla más a Lasy y Lasy controla ya por fin el paso deseado. Dentro de poco, graduarán a Lasy y ya será toda una perra guía titulada incluso.
En el correr de las calles, compran cupones a un compañero que los vende en su quiosco así también colaboran con la lavor social y contribuyen a la formación de futuros perros guía.
La comida es tranquila y por la tarde vuelta al trabajo. Ese trabajo, acaba temprano por que los instructores deven de marchar a sus casas tras su jornada lavoral. Lo bueno, me confiesa mi hermano es que al haber tan pocos usuarios en el curso, hay un instructor para cada uno. Está siendo un curso muy ameno, constructivo y sobre todo y lo más importante, es que todos lo han aprobado y en futuros días se llevarán a sus perros a sus casas ya que la vida les espera.
Vida que transcurre en la tarde de Lunes una tarde normal ya en la escuela hablando los tres, reposando y cuidando de sus perros. Encariñándose con sus perros.
Ya llega pronto la hora de la cena y con ella, comentan con Beatriz, lo que está siendo el curso. Son una pequeña gran familia.
De hecho, comentan a mi hermano, que tanto mi padre como mi madre como yo, somos buena gente y desean que nos marche muy bien en la complicada situación que atravesamos. Nuevas invitaciónes para que acudamos a sus casas. Nos abren su confianza, las puertas de su casa.
Termina el día como de costumbre, acariciando a Lasy antes de irse a dormir y con unos minutos deportivos en su programa favorito nocturno "EL PARTIDO DE LAS 12" de la CADENA COPE.
Suerte
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