jueves, 20 de enero de 2011
DESFIBRILADOR: COMO SE USA?
ATENCIÓN: al post de hoy. En él encontrarás información de interés público y que puede salvar vidas. MEDIDAS | Muerte súbita ¿Cómo se usa un desfibrilador? El empleo de este aparato permite salvar vidas en casos de muerte súbita Miguel García, el futbolista del Salamanca que el pasado fin de semana sufrió una parada cardiorrespiratoria en pleno encuentro frente al Betis, no falleció sobre el césped gracias a que en el estadio de El Helmántico había un desfibrilador automático. En el caso del jugador, fueron los médicos de los equipos quienes emplearon el dispositivo. Pero no hace falta ser un profesional para usarlo. "Están pensados para que cualquier persona lo pueda utilizar. Sólo hay que mantener la calma y seguir sus instrucciones", señala Julián Pérez-Villacastín, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología y jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Según explica este especialista, detrás de gran parte de desvanecimientos repentinos como el que sufrió García está un tipo de arritmia muy grave: la fibrilación ventricular. Este trastorno, que genera un caos eléctrico en el corazón, puede resultar mortal si no se controla con rapidez. "Para este problema no hay tratamientos farmacológicos. La única manera de volver a poner en marcha ese corazón es darle una descarga eléctrica", explica Pérez-Villacastín. Y, para conseguirlo, el tiempo es clave. "Cada segundo es fundamental porque, una vez superados los siete minutos desde el inicio de la arritmia, las probabilidades de que las personas sobrevivan y no tengan daños cerebrales disminuyen muchísimo", subraya. Seguridad Los riesgos de usar un desfibrilador son mínimos, recuerda este experto, ya que, en los casos en los que no exista una arritmia y la pérdida de conocimiento se haya producido por otras causas, el aparato no permitirá generar un choque eléctrico. El aparato, insiste el especialista, "es el que va a ir indicando los pasos. Es él quien lo hace todo". En primer lugar, el dispositivo recuerda la importancia de llamar al teléfono de emergencias. Seguidamente, señala la necesidad de descubrir el torso del paciente, asegurándose de que está seco y, eliminando, si es el caso y siempre que sea posible, el exceso de vello. A través de indicaciones gráficas, el aparato señala el lugar idóneo para colocar los electrodos y, después de realizar un análisis del ritmo cardiaco, permite o impide la realización de la descarga eléctrica. "Es muy sencillo y puede salvar muchas vidas", subraya Pérez-Villacastín. Según datos de la Sociedad Española de Cardiología, entre los deportistas menores de 35 años se dan entre 40 y 50 casos de muerte súbita al año. Precisamente para conocer las causas subyacentes de este problema, que muchas veces permanecen ocultos en los chequeos rutinarios, se ha puesto en marcha el Estudio Español de Muerte Súbita relacionada con el Deporte, que pretende crear una completa base de datos con todos los casos que se producen en nuestro país. El estudio incluirá exclusivamente los casos de jóvenes deportistas menores de 35 años que participen en cualquier actividad deportiva que requiera un entrenamiento sistemático y que participen en la competición. Con la colaboración de especialistas del Consejo Superior de Deportes, la Asociación Española de Patólogos Forenses, la Federación Española de Medicina del Deporte y la Sociedad Española de Cardiología -a través de la sección de Arritmias, el Grupo de Trabajo especializado en Miocardiopatías familiares y la Agencia de Investigación-, el estudio pretende "poder realizar, en cada caso de muerte súbita en deportistas en España, un análisis anatómico, histológico, toxicológico y genético que permita averiguar cuál es, en cada caso, la patología subyacente", comenta Pérez-Villacastín. Según sus palabras, este análisis facilitará, en un futuro "mejorar el conocimiento científico y reconocer de forma precoz a los potenciales candidatos de sufrir muerte súbita". Con el fin de lograr la máxima participación ciudadana y de otros especialistas, la SEC ha puesto a disposición de la población varios medios para informar de episodios de muerte súbita. A través del número 682 80 80 80 y la página www.secardiologia.es podrán notificarse los casos.
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