domingo, 17 de junio de 2012

GUITARRA

Hoy en el blog, para despedir la semana 3 post uno de ellos este el de la historia de uno de los instrumentos que más me gustan. La guitarra. Una hermosa cortesana de la corte de la ciudad italiana de Ferrara, escuchando a un juglar, exclama exultante en pleno Renacimiento: "Harpas, cítaras, guitarras..., ¡oh, la Música...; hermosura del tiempo; qué placer es vivir...!" Entre las cosas que debía saber un caballero a finales del siglo XV, según los manuales del buen cortesano, estaba el tañer inswmentos y saber rasguear la guitarra. Pero ¿qué origen tiene el singular instrumento...? El laúd era oriundo de Persia, y al parecer de él derivó una gran familia de instrumentos de cuerda hacia el siglo XV. Uno de ellos era la cítara, que se convirtió a su llegada a España en guitarra, hacia el año 1500, substituyendo a la vihuela. La guitarra no tenía buena fama, y algunas voces se alzaron contra su implantación. En tiempos de Cervantes se le acusaba de "instrumento burdo y ramplón", haciéndosele culpable de la desaparición de la vihuela, que era la que se tañía antiguamente en España. En aquella época, la guitarra tenía cuatro cuerdas. Le añadió la quinta el poeta y músico Vicente Espinel, sin que se sepa quién añadió la sexta cuerda a este instrumento. Aunque parece que históricamente no puede defenderse el origen español de la guitarra, es cierto que los romanos, a su llegada a la Península Ibérica, llamaban "sistro" o "cítara hispánica", a un instrumento que se tañía en Hispania, muy parecido a la guitarra renacentista. Pero pocos instrumentos han conocido tantas variaciones y modalidades. No hay pueblo ni cultura que no tenga su propia versión de este instrumento de cuerda. Podríamos citar la guitarra de amor, que se tocaba con arco; la guitarra de teclado, inglesa, de doce cuerdas; la guitarra toscana, de siete cuerdas; la guitarra tudesca, de cuatro cuerdas; la delicada guitarra veneciana del siglo XVII..., y cien guitarras más , entre eIllas la vieja guitarra morisca, de tres cuerdas, llamada arpolira o colachón. La guitarra española, como hoy la conocemos, empezó a fabricarse en Sevilla, en 1854, en el famoso taller de Antonio Torres, quien las elaboraba atendiendo a los viejos cánones clásicos, según él mismo cuenta. Es a esta guitarra nuestra, a la que canta Federico García Lorca en una ocasión, comparándola a la tarántula que teje una gran estrella para cazar suspiros que flotan en su negro aljibe de madera. En su Adivinanza de la guitarra, dice: En la redonda encrucijada seis doncellas bailan. Tres de carne y tres de plata. Los sueños de ayer las buscan, pero las tiene abrazadas un Polifemo de oro: ¡ La guitarra

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