sábado, 12 de marzo de 2011
POSIBLE SUNAMI EN CÁDIZ
Ayer viernes, nos levantamos con la terrible noticia de un terremono catastrófico en china. Pero cuidado por que puede que incluso llegue a cádiz.
"Que llegue la 'gran ola' no es sólo un mito sino un riesgo a tener en cuenta"
Comienzan los estudios para proteger a la población de un posible tsunami · La Universidad de las Naciones Unidas y la de Cádiz colaboran en el proyecto junto a otras instituciones
| Actualizado Representantes de Protección Civil del Ministerio , la Junta y el Ayuntamiento, en Madrid.
Ocurrió en 1755 y podría ocurrir de nuevo. Los científicos y expertos en el tema no se ponen de acuerdo con las fechas, pero de lo que sí están seguros es de que se repetirá. La provincia de Cádiz se encuentra en el borde de la placa eurasiática, la cual colinda con la placa africana. Ambas en aproximación. Este continuo acercamiento es el detonante de los terremotos y éstos a su vez de los tsunamis.
Ha sido la temática abordada durante las pasadas jornadas sobre Riesgo y peligrosidad de tsunamis en España: proyectos sobre su predicción y sistemas de alerta, celebradas en la Escuela Nacional de Protección Civil a la que asistieron representantes de las administraciones que coordinan este servicio en el estado, la comunidad y la ciudad.
De estas jornadas se extrapolaron muchas conclusiones entre las que José A. Aparicio, representante nacional de la Organización Internacional de Dirección de Emergencias, considera de las más importantes son "que la población este informada de los riesgos y sea consciente de cómo reaccionar ante este tipo de fenómenos naturales".
Para ello la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) junto con diversas instituciones, entre las que destaca por el trabajo desarrollado el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, han realizado durante los últimos meses un intenso trabajo de estudio de la ciudad para determinar cuales serían los daños materiales y humanos, las zonas afectadas y la forma de atenuar los destrozos ocasionados por esa posible gran ola.
Para ello se han elaborado distintos mapas de la ciudad para estudiar las zonas más vulnerables, la edad media de las personas que viven en cada área, el poder adquisitivo de cada una de ellas, el número de plantas de los edificios, la cantidad de discapacitados o la tasa de desempleo entre otros conceptos. Todo para conocer con gran detalle la respuesta de la población ante este eventual fenómeno.
Lo que sí está claro es que la solución, comenta Aparicio, no pasaría por un abandono de la ciudad: "en caso de alerta por tsunami lo mejor es quedarse en un edificio a una altitud superior a los quince metros sobre el nivel del mar". La potencial ola no va a romper los edificios: "se han estudiado"; todos aquellos construidos con posterioridad a los años 70 incluyen entre sus materiales el hormigón armado, un material flexible que resistiría la fuerza del impacto del agua.
Científicamente ya han comprobado que el parque de vehículos de Cádiz, calculado en torno a las 60.000 unidades no tendrían tiempo para salir por los cuatro carriles del sentido de San Fernando y los tres del puente Carranza. "Además hay que tener en cuenta que un posible accidente taponaría todo el tráfico con las consecuencias que podría causar". A ello también hay que sumar que haya personas que quieran recoger a familiares y persistieran, aún desobedeciendo a la autoridad, en recorrer las vías en sentido habitual, en su intento de rescate de los más cercanos. Todo sumado confirma lo planteado por los analistas. Quedarse en casa garantizaría la supervivencia.
Pero en otro tiempo, cuando sucedió, algunos prefirieron no hacer caso a las ordenes del gobernador. Era el siglo XVIII, en Cádiz, minutos antes de la llegada del gran tsunami de 1755. Algunos ciudadanos y comerciantes no obedecieron la prohibición de salida de la ciudad, la cual fue cerrada por ordenes del mayor mandatario. Los escritos posteriores recogen como la ola llegó y arrasó con los que por allí se encontraban, otro hecho que respalda tambiénlos estudios actuales.
Una ola que no tiene que ver con la que los medios de comunicación recogieron en Indonesia. Sumatra recibió un impacto que no tiene comparación con el que los científicos han calculado para la provincia más al sur de Europa. Y ello tiene también una explicación científica que lo atestigua. La situación de las placas tectónicas es diferente. En Oceanía, el movimiento de convergencia de placas es de seis centímetros al año mientras que el choque en la zona comprendida entre las Azores y Túnez, la cual produjo el maremoto de Lisboa y que llegó hasta Cádiz, avanza solo cinco milímetros en ese mismo periodo de tiempo.
Por tanto para este impacto hay que evaluar la ciudad teniendo en cuenta las dimensiones posibles de la catástrofe. Y a partir de estas premisas se ha llegado a la conclusión de que hay una gran zona que quedaría por encima del agua. Comprendida entre el Cementerio y la Alameda Apodaca, el Gades más antiguo seguiría haciendo honor a sus hitos en la historia, como ciudad más antigua de Europa, parece que ni el peor de los fenómenos puede con ella. A excepción de algunas zonas que se sostienen sobre suelo no uniforme o construcciones con piedra ostionera, analizado todo con instrumentos de precisión, se sabe que ese margen de Cádiz no sufriría las inundaciones.
De la misma forma la zona de Cortadura, Loreto y sobre todo La Laguna, volverían a su pasado reciente albergando agua de nuevo entre sus calles. Esto no significa que los edificios no vayan a resistir. Todo lo contrario, las personas que residan en estos bloques deberían quedarse en su casa en alturas superiores a quince metros sobre el nivel del mar, algo que tienen que tener especialmente en cuenta los vecinos de este último barrio.
En cuanto a Puntales, El Paseo, exceptuando la zona de Santa María del Mar, y la zona de San Juan de Dios sufrirán también la inundaciones importantes. Recordaba un técnico de Protección Civil durante las jornadas que esta zona también estuvo ocupada por el agua: "hasta el mismo barrio del Pópulo". Todo parece que volverá a su origen, al menos por un tiempo, de producirse.
Frente a esto, consideraban los ponentes, hay que tomar medidas. No son muchas y podrían permitir que la ciudad retornara a su estado actual en pocos meses tras la hora cero.
Entre las actuaciones que deben hacerse están las de sellar con puertas navales las subestaciones eléctricas y proteger la llegada de la alta tensión que viene desde Puerto Real a través de dos torretas, en el barrio de Puntales. Ambas estructuras asegura Aparicio, aguantarían el impacto al poder pasar el agua por ellas. "Hay que asegurar la electricidad como instrumento básico para restablecer luego el orden". Además de estos lugares, debería prepararse todo el cableado de media tensión para una inundación; los centros de salud, hospitales, centros de coordinación de la seguridad ciudadana, de los servicios de rescate y de algunos establecimientos específicos con cocinas industriales deberían poder también sellarse. "La idea sería prepararnos ante un eventual momento de caos; si disponemos de lugares que hemos acondicionado para aguantar contra el agua en los que podamos cocinar para cantidades grandes de personas estaremos solucionando el problema en los primeros días cuando ocurra; esto es anticiparnos a las causas".
Asegurar todos estos lugares tampoco requiere de una inversión desproporcionada. Consultando a algunos expertos, han afirmado que puertas de este tipo, como las que se utilizan ya en los módulos de la playa, no superarían los 400 euros. Por tanto se trata de unos gastos, que sabiendo que pueden ser muy rentables: "la ciudad debería emplear", cita el responsable.
Al margen ya de las adaptaciones de las estructuras queda ya el compartir la información con todos. Entre las ideas que se señalan están las de organizar pequeñas charlas en los centros educativos, en las empresa o incluso ofrecer cursos a la ciudadanía en los barrios: "la idea es que todos sepamos como actuar", reiteraba José.
A un lado quedan las personas que tienen su fe en la Virgen de la Palma. Los encargados de la organización de emergencias y el técnico de Protección Civil de Cádiz transmitieron repeto durante la conferencia, pero ante estas adversidades dijeron que: "hay que ser conscientes de las consecuencias que puede traer y hay que prepararse. No se puede confiar en sacar un paso, y menos en el siglo XXI".
Para el resto de la provincia, Huelva y tierras aledañas la situación no varía y ambos expertos coinciden en que los distintos municipios deben coordinar sus planes de emergencia y de formación a la población, para que cuando llegue el momento el hombre se mida con la naturaleza en un combate de fuerzas que se resuelva en tablas.
__._,_.___
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario