Hoy viernes. se publica una de las promesas que hasta ahora, estaban incumplidas. El homenaje a ese perro guía a PANCHO. Me llegó un correo con este motivo y le vi tan conmovedor, que le he guardado hasta hoy.
HOMENAJE A PANCHO: UN PERRO LAZARILLO QUE JAMÁS DEBIÓ MORIR ASÍ
lunes, 26 de enero de 2004
La del 16 de enero de 2004 es una fatídica noche que Ana no olvidará jamás.
Mientas dos niñas jugaban con su perro, un Montaña del Pirineo blanco llamado Pancho; otro, que apareció de repente, solo, suelto y con ganas de pelea, lo atacó. Sin que nadie pudiera mediar por la rapidez con la que tuvieron lugar los acontecimientos, una mujer que mas tarde fue identificada como la dueña del can agresor, apareció de repente gritando y tirando con fuerza de la correa de Pancho, provocando su muerte casi inmediata.
Las personas que presenciaron los hechos aseguran que tardaron un buen rato en poder desprender la correa del cuello del perro de Ana, quien ,según la necropsia que se le practicó en una clínica veterinaria de Baracaldo, murió a causa de una lesión en la segunda vértebra cervical que provocó una compresión medular con resultado de tetraparexia y parada respiratoria irreversible.
Ana es una joven de 27 años invidente para quién Pancho suponía la alegría de vivir. Durante todo el año 2001; Pancho, Ana y su padre, - Don Fernando Lezama asistieron juntos al centro de educación canina Txakur Bai, donde el perro fue debidamente socializado y educado para realizar las labores de guía y acompañante inseparable de una invidente. Desde entonces formaba parte de la familia Lezama, pero sobretodo, se convirtió en los ojos, en la independencia, en la autonomía, en la seguridad y en el medio de integración social de una chica llena de vida que además de todo esto encontró en Pancho a un amigo cuya fidelidad será difícil de igualar. Pancho no estaba educado ni para atacar ni para defenderse. Hubiera dado su vida por su dueña pero nunca por sí mismo, que paradoja, si para eso debía comprometer a Ana. Tampoco debió morir esa noche y de aquella manera.
Muy lejos de mi imaginación está la idea de culpar al perro, cuyo nombre desconozco, que atacó a Pancho y que iba suelto por un parque cuando ese detalle está penado por ley. Muy seguramente la sangre de los dos canes nunca habría llegado al río. El enfrentamiento no hubiera pasado de unos cuantos ladridos y la medición de sus fuerzas por un territorio; algo perfectamente controlable por parte de los presentes. Pero tuvo que ser una vez mas la mano humana la que diera por finalizado drásticamente el conflicto; la que provocara el fatal desenlace. Ocurre siempre, así que por que en este caso iba a ser diferente.
Aseguran, la denuncia lo certifica, que la dueña del perro que atacó a Pancho; la señora que tiró tan fuerte de su correa que consiguió matarlo, abandonó el lugar de los hechos mientras Pancho yacía inerte en el suelo. El perro no respiraba, no se movía; pero ella se fue acompañada de su ignorancia, su perro y su falta de solidaridad. Y a estas alturas de la contienda uno se pregunta con amargura, ¿qué está ocurriendo con la condición humana?. ¿Qué es lo que nos está llevando a onvertirnos en letales bombas cargadas de agresividad dispuestas a matar sin remordimiento física y psicológicamente?.
Ana se siente culpable de la muerte de Pancho. Piensa que su minusvalía le impidió controlar la situación y salvar a su perro lazarillo. Así lo expresa en dos cartas que ha escrito a Pancho y en las que deja plasmado su tremendo dolor. "No puedo hacer retroceder el tiempo ni tampoco los sucesos", escribe.
" Pero sí me puedo quitar de en medio para que mi ceguera y yo no causemos tanto sufrimiento". Son terribles las palabras de Ana y engloban una intensidad de sentimientos que pocos serán capaces de identificar. Desde aquí y públicamente desearía decirte, Ana, que estás equivocada. Que el mundo necesita muchas personas como tú. Que no eres tú la ciega. Que Pancho te dio la libertad y que ese recuerdo, ahora atroz, se convertirá con el tiempo en fuente de positividad.
Que eres una persona con suerte por haber tenido un amigo tan cómplice.
No ha entrado en Informativos.Net una noticia hoy que tenga para nosotros mas importancia que esta. Queremos; deseamos hacer desde aquí un homenaje a Pancho y cumplir con los deseos de Ana que no son otros que los de denunciar su muerte. Lo hace desde el desgarro y la pena; desde la impotencia y la tristeza.
Nosotros nos conformamos con que tan solo uno de nosotros, de cualquiera que lea esto, sea capaz de sentir, al menos, solidaridad.
Gema Castellano
Cartas de Ana dirigidas a Pancho
Hola mí querido perro:
No se como pedirte perdón, no se como quitarte el sufrimiento y daño que tuviste que pasar por mi causa.
Por mi causa fuiste entrenado para no atacar. Que ha podido llevarte a la muerte.
Por mi ceguera no pude ver lo que estaba sucediendo y salvarte. Que estaba
en la mejor panorámica y no pude ver nada.
Como te sujetaban de tu correa, como pegaban patadas, mientras que el otro
perro del cuello te enganchaba.
Ellos sabían que tu no les ibas a morder, por lo que te sujetaron a ti, y no
a su propio perro. Si hubiera sido simplemente una pelea de perros. Seguro
que tu te hubieras marchado.Y yo estaría aquí curándote las heridas. Y tú
lamiéndome la mano.
Se que como mi mejor compañero no me lo echarás en cara, pero yo ya no puedo
vivir pensando lo que te he provocado.
Porque aquella noche no he muerto yo, y sin embargo has muerto tu que me
provocabas alegrías y eres parte de mi.
En el transcurso de estos seis años, tú has sido el único que me ha dejado
ver la claridad El que me enseñaba todos los días una lección de sabiduría.
Mi ceguera ha sido la causante de que yo no te pudiese salvar.
Tengo que vivir con ella y a la vez sin ti. Esa es una causa que me ha
venido impuesta y no he tenido oportunidad de elección Mientras que estabas
a mi
lado, podíamos distorsionar la realidad.
Ahora que estábamos saliendo adelante, ha tenido que venir otro revés.
Desde hace seis años eso es lo que ha sido mi vida, cambio tras cambio,
hasta que en uno de esos cambios me han arrebatado el corazón. Y una persona
no
puede vivir así perdona si lo que voy ha realizar es un error o perdona si
pensaste que estabas con una luchadora. Pero todo tiene su fin y el mío creo
que ya ha llegado, no puedo hacer retroceder el tiempo ni tampoco los
sucesos.
Pero si me puedo quitar del medio para que mi ceguera y yo ya no causemos
más sufrimiento. Pronto estaré contigo corriendo y viendo los montes,
subiendo
al monte.
Pinky te hecha mucho de menos. Está todo el día encima de mi cama. Y yo le
doy esos pequeños masajitos que solo tu sabes darle. Ya que a mi me muerde
las
muñecas. Aún no le lamo la cara pero puede que todo llegue seguramente
mañana. Ha estado dos días buscándote y maullando por todos los rincones de
la casa,
el también se ha quedado solo.
Pancho no sabes lo que aportabas a esta casa no solo a mí, sino a pinky, a
otro que es la calcamunia de ti, Sergio, Fernando y Emili, a esa que siempre
le suspirabas cuando te tenía que pasear.
Tu juguete.
Hoy hace una semana que te arrebataron de mi lado. Que me quede sola, sin ti
mi amigo. Yo no se seguir la vida diaria, sin ti. No se como hacerlo, a
parte
de que solo tengo ganas de estar contigo para acariciarte esa manta de pelo,
que a ti tanto te gusta, te ponias de puntillas, arqueando tu cuerpo o
cuando te sentabas encima de mi cuando estaba sentada en el sofa, como me gustaba
abrazarme a ti, mi querido amigo.
Donde están esas noches de confidencialidad en las que tu me escuchabas, y
yo me quedaba dormida entre tus manitas, con toda tranquilidad.
Estoy las veinticuatro horas con miedo, mientras que cuando estabas tu me
tranquilizaba el tan solo saber que estabas a mi lado.
Ahora cuando siento la puerta, es miedo, porque no se quien es. Mientras que
te observaba a ti, y yo estaba segura contigo a mi lado.
Te quiero mi querido Pancho. Como me sentía tu juguete cuando jugabas
conmigo, la cara de bicho cuando aparecías con el cojín en la boca y lo
zarandeabas.
Provocandome para que jugara contigo, y rompiesemos el cojín y ama nos
echaba la bronca y Sergio decia: “en prica están de oferta”.
tu juguetito.
Denuncia interpuesta
ETA EZ
Re£: 0090/2004 Folio núm. 1
DILIGENCIA DE COMPARECENCIA Y DECLARACIÓN
DE D ñª.. Emiliana OTERO CERRO
En Barakaldo y en las dependencias de la Policía Local, siendo las 21:00
horas. del día dieciséis de enero del año 2.004, y ante el Agente de Policía
del
referido Cuerpo con registro profesional número 116, que actúa como
Instructor, habilitado para la Instrucción de la presente v después de haber
dado su
conformidad para ello, se PROCEDE A RECIBÍR EN DECLARACIÓN al epigrafiado
Dñª. Emiliana OTERO CERRO, con DNI. número 14.238.361-G, nacido en Barcena
de
Cicero, provincia de Cantabria, el día 19 de marzo del año 1.953, hija de
Laureano y de Victoriana con domicilio en Barakaldo, provincia de Bizkaia,
calle
Zubitxeta, 3 - 6° C., teléfono 944 998 328.
Y con relación a los hechos de las presentes M A N I F I E S T A:
Que se persona en las dependencias de la Policía Local de Barakaldo con la
finalidad de denunciar un suceso con resultado de muerte de un perro guía,
ocurrido
en el día de la fecha siendo aproximadamente las veinte horas, cuando se
encontraba en compañía de su hija,- invidente total desde hace tres años,
solo
distingue claridad/oscuridad -, y el perro de ella, en la plaza
perteneciente a la calle Norberto Acebal, 16, y cuando dos niñas se
encontraban jugando
con el perro de esta.
Que cuando estas niñas se encontraban jugando con el perro y una de ellas lo
llevaba sujeto por la correa, llega al lugar un perro grande y de color
negro,
sin correa, ni control alguno, el cual se abalanza sobre su perro
atacándole, en este momento interviene una señora la cual no sabe quién es y
tira fuerte
de la correa del perro propiedad de la hija de la dicente, con gritos,
suponiendo que el perro que se abalanzó sobre el suyo, sea propiedad de la
señora
que intervino produciéndole el ahorcamiento.
Que una vez que el perro de la dicente se encontraba con síntomas de
ahorcamiento, tirado y sin moverse del suelo, la señora que intervino y otro
desaparecieron
con el otro perro de color negro, desentendiéndose del suceso y evadiendo !a
situación, actuando una persona,-testigo de los hechos y que acude junto la
compareciente-, que les siguió con el fin de reprocharles la acción,
contestándole el propietario del perro que había sido el animal de la hija
de la dicente
el que había originado la incidencia.
Que posteriormente alguien contactó con la Policía y un servicio
veterinario,-manifestando desde este centro que no podían acudir y que se
les llevara
el perro allí-, al hacer acto de presencia una patrulla de la Policía, los
agentes intervinientes identificaron a los propietarios del otro animal.
indicando
a la compareciente que acudiera a interponer la denuncia oportuno sobre los
hechos.
Que no tiene nada más que manifestar, siendo leída la presente, hallándola
de conformidad y firmándola a continuación junto con el Agente Instructor.
El agente ins
El compareciente
J F,w I C
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