miércoles, 7 de julio de 2010

MACRO: 9 AÑOS GUIANDO POR LAS CALLES DE TU CORAZÓN
















Hoy 7 de Julio es un día muy especial para este blog. Y es que con motivo de la semifinal que España va a disputar esta tarde frente a Alemania, San Fermín y el noveno cumpleaños de MACRO el perro guía de mi hermano, el blog va a contar hoy con !2 post!
!2 artículos! habituados a un solo artículo creo que los de hoy son de esos que gustan. Aprovecho para dar la bienvenida a un nuevo seguidor de este blog.
Para poneros en situación:
Macro es el perro guía de mi hermano y hoy 7 de julio cumple 9 años y se ha puesto patas a la obra para escribir una carta de agradecimiento a su dueño. Si, es así en vez de ser al rabees. Seguro que el próximo año con el décimo aniversario, lo hará Rafa. Le invito a ello.
Aprovecho yo también desde aquí, para desearle un día tranquilo de trabajo y un cumpleaños muy muy feliz a un perro que le falta poco para ser feliz
Pues bien, aquí tenéis lo que ha dicho MACRO.

"Hoy es mi cumpleaños.
Nací un día tal como hoy caluroso, bochornoso... en la escuela de perros guía de Boadilla del monte junto con una camada muy especial. Especial por que eran mis hermanos cuadrúpedos no mi otro hermano de dos patas que más adelante hablaré de él.
Los dos primeros meses de mi vida los pasé junto con mi mamá y mi familia perruna. Al cabo de ese tiempo, me separaron para mi tristeza con una familia de acogida que poco a poco les fui queriendo mucho y ¡mucho!.
Me enseñaron lo básico y fundamental para ser un buen perro guía. Educación, subir a los transportes, no pedir comida (aunque eso lo hago muy a menudo no se lo digáis a mi dueño) en fin... a ser lo que hoy día soy.
Pasado un periodo de unos 10 u 11 meses en el que yo era un cachorro muy feliz y lo pasaba genial jugando y destrozando los peluches que mi familia de adopción me dio, tuve que separarme otra vez de alguien a quién quería para regresar a mi lugar de nacimiento dónde comenzaría mis estudios de perro guía.
Allí aprendí todo lo que sé y un poco más con los instructores que día a día me enseñaban técnicas y quehaceres para trabajar con personas ciegas.
Fue un aprendizaje largo y costoso para mí pero al final, me saqué la titulación.
Y por fin llegó el día de conocer a mi "amo" a quién tenía que guiar por las complicadas ciudades y calles de España.
Tenía miedo y nervios. Los perros más veteranos me decían que daba mucho miedo y que los humanos hacían daño a los perros pero mi experiencia hasta el momento no lo había sido.
Bien como digo, me hicieron encontrarme con Rafa el hermano de David quién hoy me deja escribir por su blog...
Fue muy bonito y aún lo recuerdo con mucho cariño. Mientras el me tocaba la cabeza, las orejas, los ojos y todo mi cuerpo negruzco, yo le olisqueaba las manos, le lamía la cara le miraba y comprendí que éste ya sería mi amigo para siempre y que nunca más debería de separarme de alguien a quién quisiera. Era para siempre!.
Terminamos al cabo de unos días la enseñanza y por fin salimos solos a la gran ciudad.
Pero antes, debería de conocer a su genial familia. A la que hoy en día, es mi familia también.
El simpático David, que siempre que puede me da alguna "chuche" la maja de Ana; la madre de Rafa y David, que siempre me dice "camina" y yo la hago caso menos cuando hay comida de por medio que siempre intento atrapar algo. Jose Luis el padre de estos hermanos, que siempre me da alguna caricia. Y luego pues primos, tíos, abuelas... no sé todos me calleron muy bien. Lástima que hoy todos no estén aquí para verme guiar.
Los años pasaban y yo, como siempre, guiando y guiando y dando apoyo a mi dueño que cuando lo pasa mal, tiene una cabeza negra a su lado para que llore en ella.
Camino de Santiago, mis patas recorrieron y los ríos surcaron por que me bañé como unas 100 veces sin exagerar.
Playas, casas nuevas, gente nueva... y yo siempre igual. Guiando por dónde me dicen y por dónde yo veo que hay mejor lugar y espacio para ello.
Y siempre que he estado malito (muy pocas veces esto) él ha estado ahí para ayudarme y echarme una mano como dicen los humanos.
Recuerdo también, cuando llegó Duna ese perro blanquecino o amarronado no sé muy bien su color, un labrador pequeñito y que yo pensé que era un juguete para morder o jugar con él pero poco a poco, me di cuenta que tenía vida y que no servía para lo que yo en un principio pretendía.
Una vida un poco triste por que tuvo que venir de Hungría a los pocos meses de nacer.
Pero os digo una cosa, tuvo mucha suerte en recaer en esta familia de humanos por que ahora, vive feliz en una casa de campo y aprovecha en algunas tardes calurosas de verano, para meter sus dos patitas delanteras en la piscina provocando el enfado del patriarca de la familia.
Además me vienen muchas cosas a la cabeza de recuerdos con Duna. Cuando estuvo tan malita el año pasado, cuándo por este blog la felicité en su cumpleaños (no es la primera vez que escribo ya lo veis), cuando se perdió en más de una ocasión, cuándo le picó una avispa en el rabito... Muchas, muchas cosas más que no contaré por aquí.
Recuerdo muchas cosas junto a ti en este día tan especial. Ya que mi mamá o mis hermanitos no pueden estar celebrándolo conmigo, quiero que hoy brindes aunque sea con agua por tu perro guía que siempre estará junto a ti y será el más fiel de los amigos que puedas tener.
Recuerda que no solo guiaré por las maltrechas calles de la ciudad. Lo haré por las calles de tu corazón.
Decirte que dentro de algún tiempo, cuando la edad no me permita seguir trabajando, que si traes otro perro guía, que sigas recordando para siempre el que fue tu primer guía. Que me sigas recordando tal y como soy ahora mismo. Un perro alegre, juguetón y algo travieso.
MACRO 7 DE JULIO DE 2010"

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