domingo, 30 de octubre de 2011

LA HISTORIA DE LAS GAFAS DE SOL

Desde antiguo se sabía que ahumando las gafas, éstas se obscurecen, librando así a los ojos de las molestias ocasionadas por los rayos del sol. Sin embargo, cuando en 1483 se desarrolló en China una tecnología relacionada con esta materia, la finalidad que se le daba a las gafas de sol era muy distinta a la que le damos hoy. De hecho, durante siglos los jueces de aquella lejana cultura oriental portaban gafas de cuarzo ahumado para ocultar al tribunal y al reo la expresión de sus ojos.

Las gafas ahumadas llegaron a Italia desde China, a mediados del siglo XV Sin embargo, su popularidad y uso es reciente, ya que empezó en nuestro propio siglo XX, en los Estados Unidos, con uso exclusivamente militar. En 1930 las Fuerzas Aéreas de aquel país encargaron a la casa Bausch and Lomb una serie de gafas capaces de proteger del sol más radiante los ojos de los pilotos. Las gafas deseadas tenían que ser capaces de defender al piloto que volaba a gran altura. La industria óptica tuvo que perfeccionar un tinte especial de color verde oscuro que pudiera absorber la banda amarilla de espectro luminoso. Se diseñó asimismo una montura especial. Y como eran gafas que protegían de los rayos solares, se las enpezó a llamar ray-ban, es decir: barrera contra los rayos del sol.

En la década de los 1960 se emprendió una campaña publicitaria muy bien diseñada, para vender gafas de sol, claro. Sin embargo, la compañía que la encargaba estaba especializada en peines. Pero la fortuna la hicieron con las gafas, incrementando las ventas de forma espectacular al haber mostrado, usando sus gafas, a personajes famosos del mundo del celuloide y de los deportes. Más tarde, en la década de los 1970, las gafas obscuras pasaron a ser más objeto decorativo que funcional. Diseñadores de moda, y una serie de actrices famosas, las promocionaron, haciendo de este producto un claro objeto de deseo.

En nuestros días, el suizo P Monnay, un vendedor de seguros de la ciudad de Ginebra, tuvo la ocurrencia de crear unas gafas de sol que al mismo tiempo servían como pluma estilográfica o bolígrafo que se disimulaba en una de las patillas. Y poco antes, una firma norteamericana había patentado las gafas de sol enrollables, capaces, además de filtrar los rayos ultravioleta. Animada por el auge que las gafas de sol habían experimentado, la firma americana China Enterprises presentó en el Salón de los Cnventos de Los Angeles, en California, unas famosas gafas-gemelos, que podía pasar de un uso al otro con sólo apretar un botoncito. Ante tanta versatilidad, un comentarista del New York Times, exclamaba alborozado: "Seguramente no lo hemos visto todavía todo en gafas de sol, pero sea lo que fuere lo que nos queda por ver, tal vez lo veamos mejor con este encantador artilugio".

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