viernes, 3 de septiembre de 2010
CINOFIBIA: MIEDO A LOS PERROS
Por fortuna, yo no padezco esta patología por que no se que aría sin mi DUNA y sin mi MACRO. Perros que los lectores de este blog también conocen al menos de haverles visto escribir por aquí. Sí, mis perros son así de graciosos y para felicitarse mutuamente cuando son su cumpleaños, se saludan por estas líneas.
Cinofobia:
Miedo a los perros.
Definición ampliada:
Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los perros o a la rabia que éstos pudieran transmitir.
Muchas personas desarrollan un temor hacia los perros. El hecho de que se trate de animales de presa domesticados, y los crecientes casos reportados por los medios de ataques de caninos pueden hacer crecer este miedo. Un estudio de 1992 sobre el miedo a los perros en niños y adultos demostró que los ataques reales por parte de los perros no hacen diferencia en que una persona tema o no a estos animales. Por el contrario, exposiciones tempranas e inofensivas a los perros suelen prevenir la aparición de cinofobia. Los niños pequeños son más susceptibles de adquirir el miedo a los perros simplemente porque hay más cosas que los asustan: los perros hacen ruido y movimientos bruscos que pueden asustar a muchos niños. Los psicólogos pediátricos explican que una exposición gradual a los perros puede prevenir la ocurrencia de miedo irracional a los perros al mismo tiempo que les enseñan el alerta saludable del peligro potencial de animales desconocidos.
Mucha gente amante de los perros siente que la fobia a estos animales es “ridícula”, pero de hecho es bastante común. En muchos casos, no ha habido un evento desencadenante, sino que el temor se desarrolla por un número de motivos que van desde que se lo fomente socialmente hasta la mera ignorancia. El miedo puede darse hacia todos los perros o sólo hacia cierta raza, color o tamaño.
Muchas veces la familia de la persona con la fobia se la exacerba, ya que la fobia puede ser una forma de llamar la atención. Una vez que la fobia de alguien no gana la atención querida, suele desaparecer. Ignorar la fobia de nuestro ser querido es muchas veces la mejor manera de lidiar con ella. Por ello, no es bueno evitar encontrarse con los perros mientras se está con el fóbico, ya que de esa manera nunca aprenderá a lidiar con ellos.
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