domingo, 22 de abril de 2012
YA EN EL AIRE!
Hola a todos los lectores de este blog
Estoy muy orgulloso de el cambio que hemos hecho en cuanto a calidad, trato y técnica ya que mi hermano y yo estamos ahora colaborando en www.radioraton.com Una radio on-line con NUESTRO programa "TARDE DE DOMINGO" y nuestro eslogan PROPIO.
Aquí podréis escuchar música siempre en español, noticias, deporte, el tiempo, empleo y muchas cosas realizadas de propia producción.
Así que en estos momentos que os escribo, estamos en el aire
www.radioraton.com ENTRAR!
lunes, 16 de abril de 2012
LA HISTORIA DE LA LEJÍA
Existe documentación escrita donde se habla de un producto blanqueador de los tejidos, hace más de cinco mil años. Pero lograr el blanqueo prometido requería operaciones trabajosas y lentas.
Fueron los egipcios quienes, deseosos de conservar blancos sus tejidos de lino, los empapaban en lejía muy alcalina. El blanco era el color más importante para aquella cultura, símbolo de pureza. Se medía cuidadosamente el tiempo durante el cual permanecía sumergida la prenda para evitar que saliera del tratamiento hecha unos zorros.
Las culturas del mundo antiguo, como la fenicia, la griega o la romana, además de la egipcia, utilizaron distintos procedimientos para blanquear su colada. La mayoría de aquellos métodos, cuenta el historiador y naturalista del siglo I, Plinio el Viejo, eran procedimientos naturales que empleaban agentes blanqueadores tan curiosos como la orina podrida o las tierras arcillosas, dada la alcalinidad de tales substancias. Para el proceso del blanqueo, Plinio habla de una substancia llamada strucium, refiriéndose seguramente a la planta saponaria, de flor parecida a la clavellina; pero también se echaba mano de álcalis, ácidos sulfurosos, y otras materias.
Parece que el procedimiento más común era el blanqueo al sol, a pesar de lo lento de tal procedimiento. Para ello se extendía la ropa en el suelo, y se rociaba con agua una y otra vez, conforme se iba secando, a fin de que la mera acción solar diera el apetecido resultado.
En lo que a Europa se refiere, fue en Holanda donde primero se atendió a técnicas de blanqueo, en el siglo XIII, manteniendo ese país el monopolio de aquella industria hasta el siglo XVIII. De hecho, casi todo el tejido destinado a ropa blanca era enviado, durante la baja Edad Media y el Renacimiento, a los Paises Bajos, para su blanqueo. Allí era sometido, el tejido, a un procedimiento que apenas difería del que emplearon miles de años antes los egipcios. La tela era sumergida en grandes pilones llenos de lejía muy pura, donde permanecía durante cinco días, pasados los cuales se enjuagaba con agua corriente y se tendía en el suelo. Terminado el proceso, el efecto corrosivo de la lejía era neutralizado, sumergiendo de nuevo el tejido en una substancia ácida como la leche agria. El proceso de blanqueo exigía grandes superficies, por lo que había extensos campos dedicados a ello.
Los ingleses aprendieron técnicas similares, en el siglo XVIII, substituyendo la leche agria por el ácido sulfúrico diluido.
En 1774, el sueco K.W. Scheel encontró un producto, el cloro, que podía servir de blanqueador tan bien como la lejía. Pero fue el francés C. L. Berthollet quien a finales de aquel mismo siglo descubrió que el cloro mezclado con agua producía un estupendo agente blanqueador. Anunció su eau de Javel, una solución muy potente que mejoró filtrando el cloro a través de una mezcla de cal, agua y potasa. Su producto nunca se comercializó; el cloro era sumamente irritante, y afectaba tanto a la mucosa de la nariz como a ojos y pulmones.
En 1799, el químico inglés Charles Tennant, halló la manera de transformar el "agua de Javel", en polvo, polvo que simplemente se añadía a la colada. Sin darse cuenta acababa de revolucionar la industria del blanqueo de ropa. El hipoclorito blanqueador del señor Tennant permitió, además, la obtención de la primera hoja de papel blanco de la Historia, papel que durante siglos había tenido un color parduzco, tirando a amarillento. Unas décadas después, en 1830, se producían en Inglaterra más de mil quinientas toneladas anuales del blanqueador en polvo de Ch. Tennant, y ya se hablaba del famoso slogan "nunca el blanco fue tan blanco". Había comenzado la era de la lejía.
Para la obtención de una lejía que no polucionara en exceso el medio ambiente, todavía habría que esperar hasta el año 1964. Alemania fue el primer país del mundo en imponer su uso.
El detergente
Con anterioridad al invento del detergente, las amas de casa tenían que enfrentarse con remedios menos gratos y eficaces. Durante mucho tiempo, la orina fue empleada como tal, ya que uno de sus componentes, el amoniaco, posee efectos detergentes. La palabra, de origen latino, tergere significa "limpiar" en aquella lengua, comenzó a emplearse para abarcar toda una extensa gama de productos que iban a ver la luz entre los años finales del siglo pasado y la primera mitad del XX.
En el siglo XIX, el investigador S.Krafft había descubierto ciertas propiedades jabonosas en substancias no grasas, hallazgo que sirvió al norteamericano Twitchell y al químico belga Reyehler para encontrar el camino que conducía a la meta buscada: un detergente capaz de sustituir al jabón con ventaja. La solución parecía cercana en 1913. Reychler había escrito en su diario, a propósito de sus observaciones y hallazgos: "... los alcalosulfonatos de cadena larga resultan más estables que el mismo jabón en situaciones ácidas...". Pero era un producto de obtención muy cara para ser fabricado industrialmente.
El primer detergente sintético fue inventado en Alemania, en 1916. Aunque permitía que el agua penetrara a través de la fibra, no eliminaba las manchas. El producto había sido hallado durante el bloqueo al que Alemania había estado sometida durante aquella Primera Guerra Mundial. Era un momento en el que por carecerse de materias primas, ante la escasez de las grasas naturales, substancias de las que se elaboraba el jabón, se recurrió al uso de otras materias, siendo su resultado el hallazgo del hekal. Era un producto malo, pero paliaba los estragos que la escasez de jabón hacía en la población. En 1930 se reanudaron las investigaciones. Se buscaba un detergente de calidad. Se consiguió mediante la adición de fosfatos al ya existente, y luego al uso de derivados del petróleo. Claro que el factor decisivo llegó con el invento de los agentes blanqueadores fluorescentes. El producto funcionaba, pero nadie sabía cómo ni por qué. No importaba. En 1945 la publicidad a escala
mundial dio a conocer el producto y extendió su uso a escala planetaria.
Ventajas adicionales del detergente estribaban en el hecho de que eliminaba los gérmenes, y podía ser utilizado con agua fría, e incluso dura. De aquella generación de detegentes pioneros, el más antiguo todavía en el mercado parece que es "Lux en escamas, creado por la frma inglesa Unilever, en 1921. Tras él vinieron toda la famosa gama de nombres como "Vim", "Persil", "Omo", "Ski ". Y el curioso "detergente glotón", el Ariel", creado en 1968. El primer detergente líquido aún tardaría quince años en aparecer.
Fueron los egipcios quienes, deseosos de conservar blancos sus tejidos de lino, los empapaban en lejía muy alcalina. El blanco era el color más importante para aquella cultura, símbolo de pureza. Se medía cuidadosamente el tiempo durante el cual permanecía sumergida la prenda para evitar que saliera del tratamiento hecha unos zorros.
Las culturas del mundo antiguo, como la fenicia, la griega o la romana, además de la egipcia, utilizaron distintos procedimientos para blanquear su colada. La mayoría de aquellos métodos, cuenta el historiador y naturalista del siglo I, Plinio el Viejo, eran procedimientos naturales que empleaban agentes blanqueadores tan curiosos como la orina podrida o las tierras arcillosas, dada la alcalinidad de tales substancias. Para el proceso del blanqueo, Plinio habla de una substancia llamada strucium, refiriéndose seguramente a la planta saponaria, de flor parecida a la clavellina; pero también se echaba mano de álcalis, ácidos sulfurosos, y otras materias.
Parece que el procedimiento más común era el blanqueo al sol, a pesar de lo lento de tal procedimiento. Para ello se extendía la ropa en el suelo, y se rociaba con agua una y otra vez, conforme se iba secando, a fin de que la mera acción solar diera el apetecido resultado.
En lo que a Europa se refiere, fue en Holanda donde primero se atendió a técnicas de blanqueo, en el siglo XIII, manteniendo ese país el monopolio de aquella industria hasta el siglo XVIII. De hecho, casi todo el tejido destinado a ropa blanca era enviado, durante la baja Edad Media y el Renacimiento, a los Paises Bajos, para su blanqueo. Allí era sometido, el tejido, a un procedimiento que apenas difería del que emplearon miles de años antes los egipcios. La tela era sumergida en grandes pilones llenos de lejía muy pura, donde permanecía durante cinco días, pasados los cuales se enjuagaba con agua corriente y se tendía en el suelo. Terminado el proceso, el efecto corrosivo de la lejía era neutralizado, sumergiendo de nuevo el tejido en una substancia ácida como la leche agria. El proceso de blanqueo exigía grandes superficies, por lo que había extensos campos dedicados a ello.
Los ingleses aprendieron técnicas similares, en el siglo XVIII, substituyendo la leche agria por el ácido sulfúrico diluido.
En 1774, el sueco K.W. Scheel encontró un producto, el cloro, que podía servir de blanqueador tan bien como la lejía. Pero fue el francés C. L. Berthollet quien a finales de aquel mismo siglo descubrió que el cloro mezclado con agua producía un estupendo agente blanqueador. Anunció su eau de Javel, una solución muy potente que mejoró filtrando el cloro a través de una mezcla de cal, agua y potasa. Su producto nunca se comercializó; el cloro era sumamente irritante, y afectaba tanto a la mucosa de la nariz como a ojos y pulmones.
En 1799, el químico inglés Charles Tennant, halló la manera de transformar el "agua de Javel", en polvo, polvo que simplemente se añadía a la colada. Sin darse cuenta acababa de revolucionar la industria del blanqueo de ropa. El hipoclorito blanqueador del señor Tennant permitió, además, la obtención de la primera hoja de papel blanco de la Historia, papel que durante siglos había tenido un color parduzco, tirando a amarillento. Unas décadas después, en 1830, se producían en Inglaterra más de mil quinientas toneladas anuales del blanqueador en polvo de Ch. Tennant, y ya se hablaba del famoso slogan "nunca el blanco fue tan blanco". Había comenzado la era de la lejía.
Para la obtención de una lejía que no polucionara en exceso el medio ambiente, todavía habría que esperar hasta el año 1964. Alemania fue el primer país del mundo en imponer su uso.
El detergente
Con anterioridad al invento del detergente, las amas de casa tenían que enfrentarse con remedios menos gratos y eficaces. Durante mucho tiempo, la orina fue empleada como tal, ya que uno de sus componentes, el amoniaco, posee efectos detergentes. La palabra, de origen latino, tergere significa "limpiar" en aquella lengua, comenzó a emplearse para abarcar toda una extensa gama de productos que iban a ver la luz entre los años finales del siglo pasado y la primera mitad del XX.
En el siglo XIX, el investigador S.Krafft había descubierto ciertas propiedades jabonosas en substancias no grasas, hallazgo que sirvió al norteamericano Twitchell y al químico belga Reyehler para encontrar el camino que conducía a la meta buscada: un detergente capaz de sustituir al jabón con ventaja. La solución parecía cercana en 1913. Reychler había escrito en su diario, a propósito de sus observaciones y hallazgos: "... los alcalosulfonatos de cadena larga resultan más estables que el mismo jabón en situaciones ácidas...". Pero era un producto de obtención muy cara para ser fabricado industrialmente.
El primer detergente sintético fue inventado en Alemania, en 1916. Aunque permitía que el agua penetrara a través de la fibra, no eliminaba las manchas. El producto había sido hallado durante el bloqueo al que Alemania había estado sometida durante aquella Primera Guerra Mundial. Era un momento en el que por carecerse de materias primas, ante la escasez de las grasas naturales, substancias de las que se elaboraba el jabón, se recurrió al uso de otras materias, siendo su resultado el hallazgo del hekal. Era un producto malo, pero paliaba los estragos que la escasez de jabón hacía en la población. En 1930 se reanudaron las investigaciones. Se buscaba un detergente de calidad. Se consiguió mediante la adición de fosfatos al ya existente, y luego al uso de derivados del petróleo. Claro que el factor decisivo llegó con el invento de los agentes blanqueadores fluorescentes. El producto funcionaba, pero nadie sabía cómo ni por qué. No importaba. En 1945 la publicidad a escala
mundial dio a conocer el producto y extendió su uso a escala planetaria.
Ventajas adicionales del detergente estribaban en el hecho de que eliminaba los gérmenes, y podía ser utilizado con agua fría, e incluso dura. De aquella generación de detegentes pioneros, el más antiguo todavía en el mercado parece que es "Lux en escamas, creado por la frma inglesa Unilever, en 1921. Tras él vinieron toda la famosa gama de nombres como "Vim", "Persil", "Omo", "Ski ". Y el curioso "detergente glotón", el Ariel", creado en 1968. El primer detergente líquido aún tardaría quince años en aparecer.
BOINA
En una pequeña escultura, procedente de Cerdeña, que se remonta a la Edad del Bronce, aparece un hombre tocado con una boina. Es el más antiguo precedente de esta prenda: 4000 años de antigüedad.
El mundo mediterráneo parece haber sido su primer escenario. No sólo en Cerdeña, sino también en todo el Levante español parece que se utilizó en tiempos muy antiguos. Pero hay que convenir en que la utilidad de su uso hizo de la boina un objeto de interés universal. Así, en Dinamarca, hacia el siglo XI antes de Cristo ya se utilizaba la boina, como muestran los restos arqueológicos de Guldhöi, en los que uno de los esqueletos exhumados todavía conserva puesta la boina con la que murió. Y también en Austria ha sido hallada esta prenda en yacimientos arqueológicos del siglo VIII antes de nuestra Era.
No se conoce la boina entre griegos y romanos. Sin embargo, la tradición occidental medieval la conocía, como muestra la curiosa obra alemana, Speculum Virginum (Espejo de las Virgenes). La boina fue prenda muy del gusto europeo medieval y renacentista. En la obra citada, del siglo XII, entre los motivos dibujados se encuentra una serie de campesinos que se tocan la cabeza con una boina mientras realizan las labores del campo. También en las Cantigas, de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León a mediados del siglo XIII, recoge entre sus miniaturas las de hombres tocados con una boina que incluso tiene ya el famoso rabillo o txurtena en lo alto.
El gusto por la boina no decayó nunca. En varios cuadros del pintor alemán Holbein el Viejo, en las primeras décadas del siglo XVI, aparece la boina sobre la cabeza de alguno de los personajes por él depictados, como el cuadro del poeta Nicolás Boubon, donde los personajes se tocan con boinas casi idénticas a las actuales. Su uso no es privativo de la gente rural o del pueblo, sino que es igualmente del gusto de la nobleza, como muestra la predilección que por la boina tuvo el famoso conde de Surrey, retratado también por Holbein.
En el conocido Hospital del Rey, de la ciudad de Burgos, en sus puertas del siglo XVI, se reproduce una escena de romeros que cubren sus cabezas con boinas muy amplias sobre las que colocan la concha del peregrino.
Hay constancia documental de que en el siglo XVII, la boina o txapela, era ya la prenda más popular en las tres provincias vascongadas, así como en buena parte del reino de Navarra. Goya reproducía a menudo personajes con boina en el siglo XVIII y XIX, sobre todo en su Tauromaquia. Y se sabe que entre los guerrilleros que combatían a los invasores franceses, la boina era prenda muy popular.
Posteriormente, los generales carlistas la convirtieron en una especie de símbolo, caso del general Tomás de Zumalacarregui, cuya esposa Pancracia le bordó más de una de aquellas famosas chapelaundi. Y en nuestro tiempo, deportistas famosos, como el francés Lacoste contribuyeron a su popularidad utilizándola en su actividad; y así, en las décadas de 1920 y 1930, la boina se impuso como prenda emblemática entre los directores de cine de Hollywood.
Lo más curioso de esta singular prenda del tocado masculino es que durante sus 4000 años de historia no ha variado gran cosa en lo que a su uso y formato se refiere.
El mundo mediterráneo parece haber sido su primer escenario. No sólo en Cerdeña, sino también en todo el Levante español parece que se utilizó en tiempos muy antiguos. Pero hay que convenir en que la utilidad de su uso hizo de la boina un objeto de interés universal. Así, en Dinamarca, hacia el siglo XI antes de Cristo ya se utilizaba la boina, como muestran los restos arqueológicos de Guldhöi, en los que uno de los esqueletos exhumados todavía conserva puesta la boina con la que murió. Y también en Austria ha sido hallada esta prenda en yacimientos arqueológicos del siglo VIII antes de nuestra Era.
No se conoce la boina entre griegos y romanos. Sin embargo, la tradición occidental medieval la conocía, como muestra la curiosa obra alemana, Speculum Virginum (Espejo de las Virgenes). La boina fue prenda muy del gusto europeo medieval y renacentista. En la obra citada, del siglo XII, entre los motivos dibujados se encuentra una serie de campesinos que se tocan la cabeza con una boina mientras realizan las labores del campo. También en las Cantigas, de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León a mediados del siglo XIII, recoge entre sus miniaturas las de hombres tocados con una boina que incluso tiene ya el famoso rabillo o txurtena en lo alto.
El gusto por la boina no decayó nunca. En varios cuadros del pintor alemán Holbein el Viejo, en las primeras décadas del siglo XVI, aparece la boina sobre la cabeza de alguno de los personajes por él depictados, como el cuadro del poeta Nicolás Boubon, donde los personajes se tocan con boinas casi idénticas a las actuales. Su uso no es privativo de la gente rural o del pueblo, sino que es igualmente del gusto de la nobleza, como muestra la predilección que por la boina tuvo el famoso conde de Surrey, retratado también por Holbein.
En el conocido Hospital del Rey, de la ciudad de Burgos, en sus puertas del siglo XVI, se reproduce una escena de romeros que cubren sus cabezas con boinas muy amplias sobre las que colocan la concha del peregrino.
Hay constancia documental de que en el siglo XVII, la boina o txapela, era ya la prenda más popular en las tres provincias vascongadas, así como en buena parte del reino de Navarra. Goya reproducía a menudo personajes con boina en el siglo XVIII y XIX, sobre todo en su Tauromaquia. Y se sabe que entre los guerrilleros que combatían a los invasores franceses, la boina era prenda muy popular.
Posteriormente, los generales carlistas la convirtieron en una especie de símbolo, caso del general Tomás de Zumalacarregui, cuya esposa Pancracia le bordó más de una de aquellas famosas chapelaundi. Y en nuestro tiempo, deportistas famosos, como el francés Lacoste contribuyeron a su popularidad utilizándola en su actividad; y así, en las décadas de 1920 y 1930, la boina se impuso como prenda emblemática entre los directores de cine de Hollywood.
Lo más curioso de esta singular prenda del tocado masculino es que durante sus 4000 años de historia no ha variado gran cosa en lo que a su uso y formato se refiere.
BARAJA
No se sabe dónde ni cuando se inventó la baraja, aunque hay un convencimiento unánime de que pudo haber sido en China, donde hacia el año 1120 el emperador S'eun-Ho distraía a sus numerosas concubinas con los naipes, dado lo avanzado de su edad. Sin embargo parece que ya existía en aquel país en el siglo X.
Otras fuentes aseguran ser invento hindú: la esposa de un maharajá la inventó para combatir la profunda melancolía de su esposo. Y no falta quien tenga a los egipcios por inventores de la baraja.
Como hemos dicho, su origen es incierto, y hay acerca de su invención más de una leyenda.
El primer uso que se hizo de los naipes no fue lúdicro, sino mágico: se empleaban las cartas en las artes adivinatorias como medio para ver el futuro, en una especie de juego sagrado, de carácter simbólico- litúrgico.
Todo en torno a la baraja es confuso y nebuloso. Tampoco sabemos la fecha de su invención, ni el momento en el que fuera introducida en Europa. Si se sabe que Carlos V el Sabio, rey de Francia en el siglo XIV, dedicaba muchas horas a la baraja, haciendo solitarios interminables para llenar su ocio enfermizo y combatir sus profundas depresiones. Sin embargo lo más probable es que fueran los musulmanes españoles quienes en el siglo XIII popularizaran el juego de los naipes. El nombre mismo parece tener cierta vinculación con ese pueblo. La baraja sarracena del Sur de Italia recibía el nombre de naib, de donde se especula que procede el término castellano "naipe". Pero, tampoco en esto ahay seguridad, ya que otros piensan que la palabra proviene de otra lengua semítica distinta: el hebreo, en cuya lengua naibi significa brujería. Y para complicar más las cosas, en el plano etimológico, hay quien afirma provenir el nombre "naipes" de las iniciales de Nicolás Papín, a quien
algunos creen su inventor.
Sea como fuere, la baraja estaba ya muy extendida en la Edad Media. Se elaboraban con el mismo material que los códices, pergamino, vitela, etc. Pero su triunfo tuvo lugar con la invención de la imprenta a mediados del siglo XV.
¿Cuántas cartas tenía la baraja antigua? La baraja mágica tenía 22 en la Edad Media; sin embargo, en el siglo XIV empieza a combinarse con la baraja oriental de 56 naipes, con lo que el mazo de cartas resultante tenía 78 piezas. Con una baraja así jugaban en Italia al juego conocido como il taroco. Más tarde, los franceses, en tiempos de Carlos VI, a finales del siglo XIV, redujeron el número de naipes a 52 figuras, dando a cada palo los nombres y símbolos de las cartas europeas. En el poema francés de El rey Meliadus, de 1330, aparecen representados algunos naipes, como el dos de bastos, o el cuatro de oros. Y se sabe, que en la Francia del siglo XIII se utilizaba el reverso de los naipes para escribir en ellos los mensajes de las fiestas de sociedad.
En España, fue en la Corona de Aragón, hacia el siglo XIII, donde hay constancia de que se jugaba a la "gresca", juego que daría lugar a la actual "brisca". Estuvo perseguido por las autoridades ya que se le consideraba juego propio de fulleros y rufianes. De hecho, las disposiciones en su contra son tan antiguas como los mismos naipes. Ya en el año 969 el emperador chino Mu Tsung denuncia el uso de los naipes, atribuyéndoles las desgracias de su pueblo. Pero las prohibiciones no tenían efecto. El pueblo volvía a jugar de manera clandestina. Por eso, cuando Juan I de Castilla, en 1387, la prohíbe, la baraja sigue su curso ascendente en el gusto y aprecio del pueblo. Tampoco las restantes naciones europeas tuvieron mejor suerte.
La Iglesia toleró el juego. De hecho, fue un monje el primero en escribir un libro donde recogió cuanto se sabía al respecto de las cartas, en 1377, y concluía diciendo: "...es un pasatiempo inocente..". Y a lo largo del siglo XVI muchos clérigos editaban mazos de naipes en los que imprimían versículos de la Biblia junto a las figuras de la baraja, con gran escándalo de los protestantes, que aseguraban ser la baraja, "el libro sagrado de Satanás...". También el cardenal Mazarino, preceptor de Luis XIV de Francia, enseñaba Geografía e Historia a su regio alumno utilizando los naipes, en los que iba insertando, junto a las figuras y símbolos de la baraja, textos alusivos a la disciplina que impartía.
La baraja ha corrido muy distintas suertes. En 1765 se utilizaba en las universidades norteamericanas, como la de Pennsylvania, para pagar los derechos de tuition, o admisión a clase. Y en el París revolucionario se utilizaron los naipes como cartilla de racionamiento. Más tarde, los naipes fueron el primer papel moneda canadiense, hasta 1865, utilizándose para pagar las deudas de guerra.
A partir del siglo XVIII, y hasta nuestros días, la baraja ha conocido un desarrollo extraordinario. Los casinos, y los mil juegos modernos relacionados con ella, la han convertido en una especie de "pieza mayor del juego", donde brillan el "póquer", el blackjack y el bridge, mientras el pueblo llano se entretenía con "las siete y media", el "tute" y el "cinquillo", todos ellos juegos con una extraordinaria historia detrás.
Otras fuentes aseguran ser invento hindú: la esposa de un maharajá la inventó para combatir la profunda melancolía de su esposo. Y no falta quien tenga a los egipcios por inventores de la baraja.
Como hemos dicho, su origen es incierto, y hay acerca de su invención más de una leyenda.
El primer uso que se hizo de los naipes no fue lúdicro, sino mágico: se empleaban las cartas en las artes adivinatorias como medio para ver el futuro, en una especie de juego sagrado, de carácter simbólico- litúrgico.
Todo en torno a la baraja es confuso y nebuloso. Tampoco sabemos la fecha de su invención, ni el momento en el que fuera introducida en Europa. Si se sabe que Carlos V el Sabio, rey de Francia en el siglo XIV, dedicaba muchas horas a la baraja, haciendo solitarios interminables para llenar su ocio enfermizo y combatir sus profundas depresiones. Sin embargo lo más probable es que fueran los musulmanes españoles quienes en el siglo XIII popularizaran el juego de los naipes. El nombre mismo parece tener cierta vinculación con ese pueblo. La baraja sarracena del Sur de Italia recibía el nombre de naib, de donde se especula que procede el término castellano "naipe". Pero, tampoco en esto ahay seguridad, ya que otros piensan que la palabra proviene de otra lengua semítica distinta: el hebreo, en cuya lengua naibi significa brujería. Y para complicar más las cosas, en el plano etimológico, hay quien afirma provenir el nombre "naipes" de las iniciales de Nicolás Papín, a quien
algunos creen su inventor.
Sea como fuere, la baraja estaba ya muy extendida en la Edad Media. Se elaboraban con el mismo material que los códices, pergamino, vitela, etc. Pero su triunfo tuvo lugar con la invención de la imprenta a mediados del siglo XV.
¿Cuántas cartas tenía la baraja antigua? La baraja mágica tenía 22 en la Edad Media; sin embargo, en el siglo XIV empieza a combinarse con la baraja oriental de 56 naipes, con lo que el mazo de cartas resultante tenía 78 piezas. Con una baraja así jugaban en Italia al juego conocido como il taroco. Más tarde, los franceses, en tiempos de Carlos VI, a finales del siglo XIV, redujeron el número de naipes a 52 figuras, dando a cada palo los nombres y símbolos de las cartas europeas. En el poema francés de El rey Meliadus, de 1330, aparecen representados algunos naipes, como el dos de bastos, o el cuatro de oros. Y se sabe, que en la Francia del siglo XIII se utilizaba el reverso de los naipes para escribir en ellos los mensajes de las fiestas de sociedad.
En España, fue en la Corona de Aragón, hacia el siglo XIII, donde hay constancia de que se jugaba a la "gresca", juego que daría lugar a la actual "brisca". Estuvo perseguido por las autoridades ya que se le consideraba juego propio de fulleros y rufianes. De hecho, las disposiciones en su contra son tan antiguas como los mismos naipes. Ya en el año 969 el emperador chino Mu Tsung denuncia el uso de los naipes, atribuyéndoles las desgracias de su pueblo. Pero las prohibiciones no tenían efecto. El pueblo volvía a jugar de manera clandestina. Por eso, cuando Juan I de Castilla, en 1387, la prohíbe, la baraja sigue su curso ascendente en el gusto y aprecio del pueblo. Tampoco las restantes naciones europeas tuvieron mejor suerte.
La Iglesia toleró el juego. De hecho, fue un monje el primero en escribir un libro donde recogió cuanto se sabía al respecto de las cartas, en 1377, y concluía diciendo: "...es un pasatiempo inocente..". Y a lo largo del siglo XVI muchos clérigos editaban mazos de naipes en los que imprimían versículos de la Biblia junto a las figuras de la baraja, con gran escándalo de los protestantes, que aseguraban ser la baraja, "el libro sagrado de Satanás...". También el cardenal Mazarino, preceptor de Luis XIV de Francia, enseñaba Geografía e Historia a su regio alumno utilizando los naipes, en los que iba insertando, junto a las figuras y símbolos de la baraja, textos alusivos a la disciplina que impartía.
La baraja ha corrido muy distintas suertes. En 1765 se utilizaba en las universidades norteamericanas, como la de Pennsylvania, para pagar los derechos de tuition, o admisión a clase. Y en el París revolucionario se utilizaron los naipes como cartilla de racionamiento. Más tarde, los naipes fueron el primer papel moneda canadiense, hasta 1865, utilizándose para pagar las deudas de guerra.
A partir del siglo XVIII, y hasta nuestros días, la baraja ha conocido un desarrollo extraordinario. Los casinos, y los mil juegos modernos relacionados con ella, la han convertido en una especie de "pieza mayor del juego", donde brillan el "póquer", el blackjack y el bridge, mientras el pueblo llano se entretenía con "las siete y media", el "tute" y el "cinquillo", todos ellos juegos con una extraordinaria historia detrás.
sábado, 14 de abril de 2012
SU TRABAJO ES MATAR
Su trabajo es matar
Detrás de la aplicación de la pena capital hay funcionarios de prisiones encargados de ejecutar la ley. Su trabajo consiste en liquidar a personas condenadas a morir. Los verdugos de la prisión de McAlester (Oklahoma) cuentan su terrible rutina laboral.
YOLANDA MONGE
EL PAIS SEMANAL - 21-11-2010
Además de cruel e inhumana, la pena de muerte es cara. Cada ejecución le cuesta al Estado de Carolina del Norte más de dos millones de dólares. En Tejas, la cifra es muy similar y supone tres veces el coste de tener a alguien encerrado en una cárcel de máxima seguridad durante 40 años. En Florida, mantener en pie el mortal sistema asciende a 51 millones al año, lo que supone que cada una de las 44 ejecuciones que ha tenido ese Estado desde 1976 ha costado 24 millones cada una.
El Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, siglas en inglés) es responsable de un estudio que en principio podría sonar cínico. Su título: Reconsiderando la pena de muerte en tiempos de crisis. "La pena de muerte es una actividad tremendamente cara y derrochadora que no tiene beneficios concretos", se lee. En contra de lo que se podría pensar -y que es uno de los argumentos de los partidarios-, "todos los estudios concluyen que la máxima pena es mucho más costosa en términos de dinero que un sistema que imponga cadenas perpetuas" para los crímenes de sangre, asegura Richard Dieter, director del DPIC. Si los homicidios legales perpetrados por el Estado no pasan a la historia por motivos morales, puede que el canal para hacerlo sea tocando el precario bolsillo de los contribuyentes.
Treinta y cinco Estados de la Unión tienen la pena de muerte en sus ordenamientos jurídicos. Desde que en 1976, el Tribunal Supremo volviese a reinstaurarla tras un parón de cuatro años que cuestionó su constitucionalidad -apelando a la octava enmienda de la carta Magna que prohíbe tratos crueles o inhumanos, 1.233 personas han perdido la vida a manos de tan bárbaro sistema solo 12 han sido mujeres, la última, Teresa Lewis, a finales de septiembre en Virginia. El Estado a la cabeza en ejecuciones, con muchísima diferencia sobre el siguiente, es Tejas. Desde 1976, Tejas ha acabado legalmente con la vida de 464 seres humanos. Virginia con 108; Oklahoma con 93... A día de hoy, en el corredor de la muerte hay 3.261 personas (61 son mujeres). El Estado que mayor número de presos tiene encerrados esperando la muerte es California (607). Desde el año 2002 no se ejecuta en EE UU a personas con discapacidades o enfermedades mentales. En 2005, el Supremo acabó con la máxima pena para los menores de edad.
Los contrarios a la pena de muerte han visto en los últimos años cómo su causa ganaba adeptos. Según las últimas encuestas, un 65% de la población es partidaria de ella (era el 80% en 1994). Esos mismos sondeos dicen que cuando se da la opción a los entrevistados de elegir entre pena de muerte o cadena perpetua, un 48% prefiere esta última opción sobre la primera.
En la actualidad, son varios los Estados que tienen la aplicación de sus ejecuciones parada. En este caso, el escollo para acabar con la vida de alguien es logístico. La escasez de uno de los tres fármacos que se inyecta en las venas del condenado para acabar con su vida está poniendo en cuestión la viabilidad de tan anacrónico sistema.
El Supremo de California tiene bloqueadas las ejecuciones debido a la escasez del anestésico que duerme al reo antes de que se le induzca a un coma rápido y se le produzca una parada cardiorrespiratoria que acabe con su vida. En Kentucky sucede lo mismo. En Arizona vivían la misma situación kafkiana hasta que, según han informado los medios de comunicación de ese Estado, la penitenciaría importase el pentotal sódico desde el Reino Unido. Jeremy Landrigan moría por inyección letal el 27 de octubre.
Hospira, el único laboratorio que produce en EEUU el Pentotal -nombre comercial asegura que no podrá proveer de nuevas dosis hasta principios de 2011 por problemas de producción que no especifica. Lo que se esconde detrás de la decisión de la compañía es el rechazo a que un sedante con fines médicos se vende a las prisiones para operaciones quirúrgicas sea usado para causar la muerte a alguien.
"Al día siguiente, nadie habla de ello"
Tengo 46 años. Nací en Chicago. Me establecí en Oklahoma con mi mujer. Al llegar, empecé a trabajar como guardia en el centro penitenciario de McAlester. Me quedé 12 años. Hoy soy agente de seguridad en un gran casino y por nada volvería al Big Mac, sobrenombre de la prisión. Participé en quince ejecuciones. Formé parte del strap down team, el equipo encargado de atar al condenado a la mesa de ejecución antes de la inyección letal. El trabajo es sencillo: acompañamos al condenado hasta la mesa y nos encargamos de que se tumbe. Cada uno -somos cuatro o cinco- ata en un minuto una parte del cuerpo: el pecho, un brazo, una pierna o un pie. Cuando el tipo ya no puede moverse, salimos y esperamos. Cuando nos dan la orden, volvemos a entrar y colocamos el cadáver tal cual está, con las agujas en los brazos, las jeringuillas, todo, en una bolsa para cadáveres para que se lo lleven al depósito. Y se acabó. Todo el mundo vuelve a casa. Al día siguiente, nadie habla de ello. Si te han elegido para las ejecuciones es porque han visto que eres fuerte y tranquilo. Si dices que te incomoda, los compañeros se burlarán. Incluso los reclusos se enterarán y dirán: '¡Qué pasa gallina, creía que eras un tipo duro!'. Nunca olvidaré las caras de los condenados al atarles. Hemos convivido durante años, hemos compartido cosas, y la noche de la ejecución te miran como diciendo 'Mierda Dirk, ¿por qué participas en esto?', y tú contestas: 'Me han elegido, ahora tienes que tumbarte'. Me acuerdo de un tipo que sufrió un paro cardiaco en su celda. Fui yo quien avisé a los servicios de emergencias. Al volver del hospital me dijo: 'Gracias, Dirk, me has salvado la vida'. Unas semanas más tarde, le ejecuté. Me parece una locura cuando pienso en ello: le salvé y luego le ejecuté".
"Un hombre pidió cereales para niños como última comida"
"Los días de ejecución, mi trabajo como adjunta del director consistía en supervisar técnicamente el proceso, por ejemplo el transporte de las sustancias mortales hasta la sala. Si ocurría algo fuera de lo habitual, se lo comunicaba al Estado. Como cuando algunas ejecuciones se alargaban. Muchos reclusos eran ex drogadictos cuyas venas estaban dañadas. El equipo no conseguía colocar la aguja correctamente y sobresalía. Volvía a pinchar y volvía a empezar: verlo era terrible. Las familias de las víctimas asistían en silencio a la ejecución y se iban rápidamente. A veces, también estaba la familia del condenado, aunque muchos reclusos les pedían que no asistieran. Recuerdo a una madre que golpeaba el cristal ante su hijo al que estaban ejecutando, llamándonos asesinos. Al final se desmayó. Esa noche estábamos muy afectados. A veces, los abogados también lloraban. A menudo tengo la sensación de haberme vuelto insensible. Un recluso me marcó, un hombre que pidió como última comida unos cereales para niños, con un tazón de leche. El jurado lo declaró culpable, pero siempre pensé que era un retrasado. No tenía familia y parecía feliz. La noche de la ejecución no dijo nada al tumbarse. Solo '¡gracias!', con una sonrisa angelical. Esa noche, por primera vez, lloré volviendo a casa".
"Mi padre ya ataba a la gente a la silla eléctrica"
"Para mí las ejecuciones son casi una historia familiar: cuando era un crío, mi padre ya ataba a la gente a la silla eléctrica. Estoy a favor de la pena de muerte sin remordimientos. Pero no le voy a decir que los 25 tipos que ejecuté eran monstruos. Nosotros, por nuestra parte, hacemos nuestro trabajo con profesionalidad, y en general, todo sale bien. Una vez, sin embargo, me hizo reflexionar un tipo que perdió la cabeza una noche y disparó, sin apuntar, contra la esposa de una personalidad importante de Oklahoma City. El tipo no tenía antecedentes. Era divertido e inteligente, una buena persona a la que todos queríamos. La noche de su ejecución, cuando fuimos a buscarle a su celda, estaba inconsciente: se había tragado todos los comprimidos que había logrado esconder a pesar de los registros. Le llevaron de urgencia al hospital donde le hicieron un lavado de estómago. Cuando recuperó el conocimiento le trajeron de vuelta al centro penitenciario y terminamos lo que teníamos que hacer. La prensa le dio demasiada importancia y confieso que al equipo le afectó mucho. Pero somos funcionarios y aplicamos las leyes. Si te cuestionas las cosas no puedes hacer este trabajo, está claro".
"Dios no me lo reprochará"
"Durante años, mi trabajo consistió en vigilar a los condenados y darles su última comida. Por 15 dólares como máximo pueden pedir lo que quieran. Con los 35 condenados que conocí, siempre traté de mantener la distancia. Una noche, sin embargo, un tipo me pidió que tomara la última comida con él en su celda, lo que está totalmente prohibido. Me lo suplicó y me dijo una cosa extraña: 'En un rato, cuando esté con Dios, le voy a decir cómo os portáis con nosotros'. No sé por qué, pero acepté. Le quería mucho y habíamos crecido juntos, durante 11 años. Comimos, hablamos de Dios y de nuestras familias, y cuando volví a mi casa, por primera vez me vine abajo: llorando, pedí a Dios que me ayudara y me emborraché. Por aquel entonces bebía bastante para olvidar. Hoy soy policía municipal y sigo atormentado por un montón de pesadillas. Nunca le he hablado de ello ni a mujer ni a mis hijos ni a mis amigos. Moriré con ello, pero sé que solo cumplí con mi deber y Dios no me lo reprochará".
"En los ojos de los condenados vi un miedo casi animal"
"Dirigí durante 10 años al equipo que ata al condenado a la cama de ejecución (strap down team). No es una vocación, pero el centro penitenciario es la principal fuente de empleo de la ciudad y cuando me propusieron que trabajara en las ejecuciones, acepté. Actualmente trabajo en el sector de los equipamientos y lo prefiero. Cuando buscas a un hombre en su celda observas el miedo en sus ojos. Es un miedo muy extraño, nervioso, casi animal, pero resignado. Nunca he visto a uno de esos tipos resistirse. Avanzan despacio por los pasillos y te hablan de cosas raras, del tiempo, del partido de fútbol o te dicen: 'Layne, la vida va a ser mejor allí arriba'. O bien se alteran y te dicen: '¡Eh, Layne! Sabes que va a haber una llamada del gobernador y que no voy a morir esta noche'. Ante la puerta de la sala, a veces sufren temblores, a otros les cuesta respirar e incluso algunos se desploman y hay que cogerles suavemente por debajo de los brazos para llevarles hasta la mesa. Para mí, lo más duro era volver a casa: te despides de tus compañeros, andas por el aparcamiento, es de noche, todo está tranquilo. Te subes a tu coche, arrancas y conduces en silencio. Piensas en lo que acaba de pasar y te parece irreal. Te dices: 'He hablado con un hombre hace media hora y ahora está muerto'. Llega un punto en el que tienes que dejarlo. Yo esperé 52 ejecuciones. Nunca le he hablado de ello a nadie".
"Los partidarios de la pena de muerte deberían asistir a las ejecuciones"
"Cuando era el director del centro penitenciario de McAlester, me decía: 'No lo olvides, Ron, trabajas para el Estado de Oklahoma y para la ley'. Siempre he evitado pensar en el lado bueno o en el malo de la pena de muerte: son los tribunales los que juzgan. Los políticos defienden el sistema, nosotros lo aplicamos. Si los partidarios de la pena capital asistiesen a las ejecuciones, quizá tuvieran otra opinión. Es muy fácil sacar pecho diciendo que hace falta que los asesinos sufran más. Siempre he tenido ganas de invitar a esos bocazas a asistir a dos o tres ejecuciones: ir a buscar al tipo a su celda, sujetarle cuando se tambalea, pedirle que diga sus últimas palabras a su madre desconsolada o a su hijo y hacerle una señal al personal para que empiece la inyección. Para las familias de las víctimas seguro que es diferente y respeto su decisión. Como director, una parte de mi trabajo consistía en recibirlas y avisarles: 'Cuidado, esto quizá no les aporte lo que esperan'. El Estado y los medios de comunicación aseguran que ayuda a decir adiós, que uno se siente más en paz una vez que el tipo ha sido borrado de la faz de la Tierra. Gran parte de lo que he visto hace que lo dude. La paz viene del interior, no del espectáculo de una ejecución. He tratado de ser lo más respetuoso posible con las familias de las víctimas, los condenados y sus familias. Con frecuencia, estos nos decían gracias antes de la inyección. Espero que esto pruebe que les tratamos con dignidad".
HISTORIA DEL COLCHÓN
La historia del colchón es antigua: el hombre busca acomodarse, y no tardó en buscar paliativos a la dura superficie del suelo. Al principio, se echó sobre yacijas de hojas secas o de heno, pero pronto ingenió mejores formas. Así, los griegos ya reposaban sobre mullidos colchones de plumas de ganso o de cisne, o acomodaban sobre los humildes catres de tiras de cuero, que a modo de somieres formaban la estructura de la cama, varias capas de pieles dobladas. También los romanos acolchaban sus lechos con colchones de pluma, y recostaban sus cabezas sobre almohadas de la misma naturaleza. El colchón romano recibía el nombre de torus, y el relleno se llamaba tormentum, nombre quizá apropiado para los colchones de los menos pudientes.
Parece que el primer colchón moderno data de finales del siglo XV en que Guillermo Dujardin, tapicero del rey de Francia, confeccionó una colchoneta neumática por encargo del señor de La Motte Desguy, en 1478. Es cierto que este tipo de colchón, de hule impermeable, dotado de un dispositivo a modo de válvula, existió en la Edad Media; pero no estaba concebido para el descanso nocturno, sino para las largas horas de espera en el puesto de caza, ya que protegía de la humedad. Se le llamó "cama de viento", y como tal serviría más tarde para confeccionar colchones en el sentido moderno de la palabra.
De aquella lejana idea parece que le vino la inspiración al inventor del colchón de agua, el californiano Charles P. Hall, quien en 1967 lanzó al mercado su water-bed, provisto de un sistema de regulación de la temperatura del agua. Pero la historia del colchón es mucho más antigua. Empezó siendo un jergón de materia orgánica, paja, hojas secas, juncos, que servían de material de relleno al tosco material con el que se confeccionaba; aquellos colchones hacían las delicias, más que del durmiente, de una pléyade de insectos, entre los que reinaban los chinches y las pulgas..., y servían a menudo de alimento a la legión de ratones que poblaron la Edad Media. Con ellos y contra ellos tenía que convivir el destinatario natural del invento: el hombre. Para desalojar a tan desagradables inquilinos recomendaban los médicos comer mucho ajo, y no sólo comerlos, sino también introducirlos en el colchón. Leonardo da Vinci, quien en sus escritos dejó constancia de los insomnios sufridos
por culpa de los colchones, quiso tomar cartas en el asunto, sin embargo el genial descubridor de tantas cosas no aportó cosa alguna a este respecto.
Entrado el siglo XVIII el invento del colchón de muelles supuso un avance capital. Al principio era un artefacto incómodo, ya que al ser muelles cilíndricos en vez de cónicos, se deslizaban al sentarse sobre ellos, y no se comprimían de forma adecuada. Dada la deficiente tecnología de la metalurgia de la época, estos muelles solían dispararse atravesando el tapizado, convirtiéndose así en auténticos proyectiles que alcanzaban a sus usuarios en salvas sean las partes.
A mediados del siglo XIX apareció el colchón de muelles cónicos. En 1870 se publicó en un periódico londinense la siguiente noticia: "Por sorprendente que pueda parecer, los muelles sirven como una base excelente sobre la cual dormir, si se tiene la precaución de extender una manta sobre los alambres, de suficiente grosor. Su superficie es tan delicada y sensible que, como el agua, cede a la menor presión, recobrando luego su forma". Los primeros colchones de muelles eran carísimos, demasiado caros para suscitar el interés del público, por lo que sus primeros compradores fueron los hoteles de lujo o los grandes transatlánticos como el Titanic.
Todavía en 1925, cuando el fabricante norteamericano Zalman Simmons concibió su famoso colchón Beautyrest, su precio rondaba los cuarenta dólares, más del doble de lo que valía un buen colchón de pelo animal. Sin embargo, el señor Simmons, que confiaba en el futuro del colchón de muelles, emprendió una campaña publicitaria inteligente: citaba a los grandes genios de su tiempo, como Edison, Ford, Marconi..., apoyándose en sus testimonios al respecto de que habían dormido científicamente sobre tales colchones de muelles. El artefacto en cuestión llegó a convertirse en un claro objeto de deseo, y en 1929 ya registraba unas ventas cercanas a los nueve millones. El colchón de muelles había triunfado.
Parece que el primer colchón moderno data de finales del siglo XV en que Guillermo Dujardin, tapicero del rey de Francia, confeccionó una colchoneta neumática por encargo del señor de La Motte Desguy, en 1478. Es cierto que este tipo de colchón, de hule impermeable, dotado de un dispositivo a modo de válvula, existió en la Edad Media; pero no estaba concebido para el descanso nocturno, sino para las largas horas de espera en el puesto de caza, ya que protegía de la humedad. Se le llamó "cama de viento", y como tal serviría más tarde para confeccionar colchones en el sentido moderno de la palabra.
De aquella lejana idea parece que le vino la inspiración al inventor del colchón de agua, el californiano Charles P. Hall, quien en 1967 lanzó al mercado su water-bed, provisto de un sistema de regulación de la temperatura del agua. Pero la historia del colchón es mucho más antigua. Empezó siendo un jergón de materia orgánica, paja, hojas secas, juncos, que servían de material de relleno al tosco material con el que se confeccionaba; aquellos colchones hacían las delicias, más que del durmiente, de una pléyade de insectos, entre los que reinaban los chinches y las pulgas..., y servían a menudo de alimento a la legión de ratones que poblaron la Edad Media. Con ellos y contra ellos tenía que convivir el destinatario natural del invento: el hombre. Para desalojar a tan desagradables inquilinos recomendaban los médicos comer mucho ajo, y no sólo comerlos, sino también introducirlos en el colchón. Leonardo da Vinci, quien en sus escritos dejó constancia de los insomnios sufridos
por culpa de los colchones, quiso tomar cartas en el asunto, sin embargo el genial descubridor de tantas cosas no aportó cosa alguna a este respecto.
Entrado el siglo XVIII el invento del colchón de muelles supuso un avance capital. Al principio era un artefacto incómodo, ya que al ser muelles cilíndricos en vez de cónicos, se deslizaban al sentarse sobre ellos, y no se comprimían de forma adecuada. Dada la deficiente tecnología de la metalurgia de la época, estos muelles solían dispararse atravesando el tapizado, convirtiéndose así en auténticos proyectiles que alcanzaban a sus usuarios en salvas sean las partes.
A mediados del siglo XIX apareció el colchón de muelles cónicos. En 1870 se publicó en un periódico londinense la siguiente noticia: "Por sorprendente que pueda parecer, los muelles sirven como una base excelente sobre la cual dormir, si se tiene la precaución de extender una manta sobre los alambres, de suficiente grosor. Su superficie es tan delicada y sensible que, como el agua, cede a la menor presión, recobrando luego su forma". Los primeros colchones de muelles eran carísimos, demasiado caros para suscitar el interés del público, por lo que sus primeros compradores fueron los hoteles de lujo o los grandes transatlánticos como el Titanic.
Todavía en 1925, cuando el fabricante norteamericano Zalman Simmons concibió su famoso colchón Beautyrest, su precio rondaba los cuarenta dólares, más del doble de lo que valía un buen colchón de pelo animal. Sin embargo, el señor Simmons, que confiaba en el futuro del colchón de muelles, emprendió una campaña publicitaria inteligente: citaba a los grandes genios de su tiempo, como Edison, Ford, Marconi..., apoyándose en sus testimonios al respecto de que habían dormido científicamente sobre tales colchones de muelles. El artefacto en cuestión llegó a convertirse en un claro objeto de deseo, y en 1929 ya registraba unas ventas cercanas a los nueve millones. El colchón de muelles había triunfado.
SE SUICIDA POR QUE ERA ACOSADO POR INTERNET
Cansado del acoso por Internet, un adolescente estadounidense se quitó la vida.
Un adolescente de 14 años se suicidó cansado de recibir burlas en el colegio y por Internet a causa de su homosexualidad, informó el diario británico
The Telegraph.
Se trata de Jamey Rodemeyer, oriundo de Williamsville, quien apareció sin vida en su casa el lunes pasado y se convirtió, según el diario inglés, en el
último de una ola de suicidios en los Estados Unidos víctima de abusos escolares ( bullying ) y ridiculizado a causa de su orientación sexual.
En la Argentina, el último caso de bulling que se conoció fue el de Carlos Nicolás Agüero,
de 17 años de edad, habitante de la localidad de Chepes, provincia de La Rioja, tomó la drástica decisión la noche del pasado sábado 16 cansado del hostigamiento
que sufría a diario por su presunta homosexualidad de parte de compañeros y vecinos y a la negligencia de la institución escolar que le dio la espalda.
El cuerpo, colgando de un árbol, fue encontrado por un hermano de la víctima a 500 metros de su casa.
El
licenciado en Psicología Alejandro Viedma,
especializado en la temática de diversidad sexual, explica que los adolescentes, de por sí en una etapa crítica de sus vidas, transitan en un estado de
mucha soledad en su orientación sexual. "En general, no pueden hablar de su homosexualidad con los padres y/o docentes y mucho menos les van a decir que reciben bromas constantes por esto", dice. Así, más bien son los mayores los que deberían estar en alerta ante hijos que se sienten hostigados y cada vez más solos.
La homofobia enferma y mata
El joven americano
El joven había participado en mayo de la grabación de un video de la campaña viral
"It Gets Better",
en la cual se defendía, junto con figuras de diferentes ámbitos, entre ellas el presidente Barak Obama, a jóvenes homosexuales en situaciones difíciles.
Durante sus últimos días, Jamey había dejado mensajes en diferentes redes sociales en las que seguía denunciando maltratos. "La gente me sigue enviando
cartas de odio, palabras feas, diciéndome que la gente homosexual va directamente al infierno", confesó el joven en una grabación en Youtube.
En su cuenta de Formspring, en tanto, los mensajes agresivos contra el adolescente se multiplicaban. "Jamey es estúpido, gordo, feo y gay. ¡Debe morir!",
consignaba uno de los mensajes. Otro decía: "No me importa si muere. A nadie le importará, así que hazlo, haznos un día feliz a todos", según publicó el
diario El Mundo.
"Nadie en mi escuela se preocupa por la prevención del suicidio", era uno de los últimos comentarios escritos por Jamey.
Repudio
Desde las redes sociales, hubo fuertes señales de repudio. La cantante Lady Gaga, de quien Jamey era fanático, señaló en
su cuenta en Twitter
que se reunirá con Obama para fomentar una ley que proteja a los jóvenes en casos como este. "La intimidación debe ser ilegal. Se trata de un crimen de
odio", sostuvo.
"Cuantas vidas tenemos que perder para finalmente detener el acoso, el odio, la intolerancia, el abuso", consignó por su parte
Ricky Martin, también conmovido por el suceso.
Un adolescente de 14 años se suicidó cansado de recibir burlas en el colegio y por Internet a causa de su homosexualidad, informó el diario británico
The Telegraph.
Se trata de Jamey Rodemeyer, oriundo de Williamsville, quien apareció sin vida en su casa el lunes pasado y se convirtió, según el diario inglés, en el
último de una ola de suicidios en los Estados Unidos víctima de abusos escolares ( bullying ) y ridiculizado a causa de su orientación sexual.
En la Argentina, el último caso de bulling que se conoció fue el de Carlos Nicolás Agüero,
de 17 años de edad, habitante de la localidad de Chepes, provincia de La Rioja, tomó la drástica decisión la noche del pasado sábado 16 cansado del hostigamiento
que sufría a diario por su presunta homosexualidad de parte de compañeros y vecinos y a la negligencia de la institución escolar que le dio la espalda.
El cuerpo, colgando de un árbol, fue encontrado por un hermano de la víctima a 500 metros de su casa.
El
licenciado en Psicología Alejandro Viedma,
especializado en la temática de diversidad sexual, explica que los adolescentes, de por sí en una etapa crítica de sus vidas, transitan en un estado de
mucha soledad en su orientación sexual. "En general, no pueden hablar de su homosexualidad con los padres y/o docentes y mucho menos les van a decir que reciben bromas constantes por esto", dice. Así, más bien son los mayores los que deberían estar en alerta ante hijos que se sienten hostigados y cada vez más solos.
La homofobia enferma y mata
El joven americano
El joven había participado en mayo de la grabación de un video de la campaña viral
"It Gets Better",
en la cual se defendía, junto con figuras de diferentes ámbitos, entre ellas el presidente Barak Obama, a jóvenes homosexuales en situaciones difíciles.
Durante sus últimos días, Jamey había dejado mensajes en diferentes redes sociales en las que seguía denunciando maltratos. "La gente me sigue enviando
cartas de odio, palabras feas, diciéndome que la gente homosexual va directamente al infierno", confesó el joven en una grabación en Youtube.
En su cuenta de Formspring, en tanto, los mensajes agresivos contra el adolescente se multiplicaban. "Jamey es estúpido, gordo, feo y gay. ¡Debe morir!",
consignaba uno de los mensajes. Otro decía: "No me importa si muere. A nadie le importará, así que hazlo, haznos un día feliz a todos", según publicó el
diario El Mundo.
"Nadie en mi escuela se preocupa por la prevención del suicidio", era uno de los últimos comentarios escritos por Jamey.
Repudio
Desde las redes sociales, hubo fuertes señales de repudio. La cantante Lady Gaga, de quien Jamey era fanático, señaló en
su cuenta en Twitter
que se reunirá con Obama para fomentar una ley que proteja a los jóvenes en casos como este. "La intimidación debe ser ilegal. Se trata de un crimen de
odio", sostuvo.
"Cuantas vidas tenemos que perder para finalmente detener el acoso, el odio, la intolerancia, el abuso", consignó por su parte
Ricky Martin, también conmovido por el suceso.
lunes, 9 de abril de 2012
EL ESTROPAJO Y SU HISTORIA
Nada mejor que vo1lver a la rutina, que encender el pc, mirar los correos, las actualizaciónes e invitaciónes de facebook o twter y leer cuadernodeldavid.
BIENVENIDOS A LA RUTINA!
Parece que el estropajo se utilizó ya hace cuatro mil años. Se disponía una porción de esparto mojado con el que se restregaba los suelos del templo, las paredes de los palacios, y otros edificios de respeto a cuyo decoro convenía la más extremada limpieza. Los fenicios comercializaron en Oriente el esparto, que conseguían en las regiones del sur de España hace cuatro mil años, y vendían luego a los egipcios y a los asirios, para tejer las esterillas que servían de yacija a la gente humilde, y para manufacturar estropajos.
La cultura grecolatina también los utilizó. De hecho, la palabra desciende del término strovos, que dio origen a la palabra castellana "estopa", y de allí, "estopajo" o "estropajo". Hacia el siglo IV, durante el bajo Imperio, cuando declinaba el esplendor de Roma, se utilizaba el maniculum, mechón de esparto con el que se restregaba los cacharros de cocina, y también el cuerpo.
En documentos que datan del siglo XIV, y en el Libro de las aves de caza, del Canciller Pedro López de Ayala, se menciona al estropajo. Se hacía de esparto y de estopa. Y en el siglo XVI era frecuente su uso en toda España. En tiempos de Cervantes se habla del estropajo como de un "trozo de paño vil con que se limpia el suelo, las paredes y los vasos de inmundicia -los orinales-".
Pero el inventor del estropajo moderno fue el californiano Edwin W. Cox, un vendedor de baterías de cocina. Nada parece más natural. Cox vendía, además, mercancías de moda, y objetos para la cocina. Su mayor problema estribaba en que las amas de casa no le franqueaban la entrada hasta la cocina, para poder hacer allí su demostración. Para conseguirlo se inventó un truco: ofrecer un regalo a cambio. Como vendedor de cacerolas sabía que las quejas más habituales se basaban en el hecho de que la comida se pegaba, y era difícil limpiar el fondo de los cacharros. Este hecho le condujo a la genial idea del estropajo metálico. Poco a poco fue madurando esa idea. En la cocina de su casa elaboró pequeños estropajos de viruta de acero que impregnó en un concentrado jabonoso. Una y otra vez realizaba la misma operación, hasta saturar de jabón su pequeño invento. Armado con este producto no había casa que se le resistiera: las amas de casa le abrían sus cocinas de par en par, facilitándole a sí la venta de su producto, las cacerolas de aluminio, no el estropajo, que regalaba. Pero aquellos estropajos que se daban como regalo empezaron a ser solicitados por las amas de casa con insistencia cada vez mayor. Tanto creció su demanda que el señor Cox se vio desbordado, y dejó de vender cacerolas para dedicarse exclusivamente a su fabricación. Buscó un nombre comercial con el que registrar su patente, y preguntó a su esposa, quien le indicó que los estropajos debían llamarse SOS. Quiso saber Cox el porqué, y la señora le dijo: "Porque esa sigla resulta de tres palabras: save our saucepans, es decir, "salvemos nuestras cacerolas". Al mismo tiempo, como el lector sabe, la palabra era la señal internacional de socorro en el alfabeto Morse. Corría el año 1917. Edwin Cox conseguía llevar al éxito un objeto humilde de la vida cotidiana, inscribiendo su nombre, de manera definitiva, en la Historia de las Cosas.
BIENVENIDOS A LA RUTINA!
Parece que el estropajo se utilizó ya hace cuatro mil años. Se disponía una porción de esparto mojado con el que se restregaba los suelos del templo, las paredes de los palacios, y otros edificios de respeto a cuyo decoro convenía la más extremada limpieza. Los fenicios comercializaron en Oriente el esparto, que conseguían en las regiones del sur de España hace cuatro mil años, y vendían luego a los egipcios y a los asirios, para tejer las esterillas que servían de yacija a la gente humilde, y para manufacturar estropajos.
La cultura grecolatina también los utilizó. De hecho, la palabra desciende del término strovos, que dio origen a la palabra castellana "estopa", y de allí, "estopajo" o "estropajo". Hacia el siglo IV, durante el bajo Imperio, cuando declinaba el esplendor de Roma, se utilizaba el maniculum, mechón de esparto con el que se restregaba los cacharros de cocina, y también el cuerpo.
En documentos que datan del siglo XIV, y en el Libro de las aves de caza, del Canciller Pedro López de Ayala, se menciona al estropajo. Se hacía de esparto y de estopa. Y en el siglo XVI era frecuente su uso en toda España. En tiempos de Cervantes se habla del estropajo como de un "trozo de paño vil con que se limpia el suelo, las paredes y los vasos de inmundicia -los orinales-".
Pero el inventor del estropajo moderno fue el californiano Edwin W. Cox, un vendedor de baterías de cocina. Nada parece más natural. Cox vendía, además, mercancías de moda, y objetos para la cocina. Su mayor problema estribaba en que las amas de casa no le franqueaban la entrada hasta la cocina, para poder hacer allí su demostración. Para conseguirlo se inventó un truco: ofrecer un regalo a cambio. Como vendedor de cacerolas sabía que las quejas más habituales se basaban en el hecho de que la comida se pegaba, y era difícil limpiar el fondo de los cacharros. Este hecho le condujo a la genial idea del estropajo metálico. Poco a poco fue madurando esa idea. En la cocina de su casa elaboró pequeños estropajos de viruta de acero que impregnó en un concentrado jabonoso. Una y otra vez realizaba la misma operación, hasta saturar de jabón su pequeño invento. Armado con este producto no había casa que se le resistiera: las amas de casa le abrían sus cocinas de par en par, facilitándole a sí la venta de su producto, las cacerolas de aluminio, no el estropajo, que regalaba. Pero aquellos estropajos que se daban como regalo empezaron a ser solicitados por las amas de casa con insistencia cada vez mayor. Tanto creció su demanda que el señor Cox se vio desbordado, y dejó de vender cacerolas para dedicarse exclusivamente a su fabricación. Buscó un nombre comercial con el que registrar su patente, y preguntó a su esposa, quien le indicó que los estropajos debían llamarse SOS. Quiso saber Cox el porqué, y la señora le dijo: "Porque esa sigla resulta de tres palabras: save our saucepans, es decir, "salvemos nuestras cacerolas". Al mismo tiempo, como el lector sabe, la palabra era la señal internacional de socorro en el alfabeto Morse. Corría el año 1917. Edwin Cox conseguía llevar al éxito un objeto humilde de la vida cotidiana, inscribiendo su nombre, de manera definitiva, en la Historia de las Cosas.
CONDENADA POR CONDUCIR
Condenan a una mujer saudita a diez latigazos por conducir un auto
Una corte de Arabia Saudita sentenció a una mujer a recibir diez latigazos por violar la ley que impide a las mujeres conducir automóviles.
Publicado el 27/09/2011
Shema Jastaniah, quien fue encontrada culpable de manejar en la ciudad de Yeda en julio pasado, ha apelado la decisión.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional cuestionó la sentencia, la que describió como un castigo cruel.
En los últimos meses algunas mujeres han salido a manejar automóviles en algunas ciudades sauditas, como parte de una campaña que busca hacer que la monarquía
cambie la ley que les impide tener licencias de conducir.
Fuente: BBC
Una corte de Arabia Saudita sentenció a una mujer a recibir diez latigazos por violar la ley que impide a las mujeres conducir automóviles.
Publicado el 27/09/2011
Shema Jastaniah, quien fue encontrada culpable de manejar en la ciudad de Yeda en julio pasado, ha apelado la decisión.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional cuestionó la sentencia, la que describió como un castigo cruel.
En los últimos meses algunas mujeres han salido a manejar automóviles en algunas ciudades sauditas, como parte de una campaña que busca hacer que la monarquía
cambie la ley que les impide tener licencias de conducir.
Fuente: BBC
HISTORIA DE LAS PATATAS
Como es sabido, el primer país de Europa en conocer las patatas fue España. Aquí llegó en 1554 traida por naves procedentes del Perú. Su hermosa flor blanca, y la rareza de la planta pronto pusieron al exótico vegetal de moda. Oriunda de los Andes peruanos, su fama fue dispar. Estimulaba la imaginación de muchos, y se le adjudicaba una serie de extrañas y sorprendentes virtudes. Así, en el siglo XVI unos la tuvieron por afrodisiaco poderosísimo; otros pensaron que se trataba de un veneno muy eficaz y de efectos rápidos. No faltó quien aseguró que la patata podía causar la lepra. A partir del siglo XVII se propagó la especie de que las patatas eran un antídoto contra el mal de ojo si se llevaba una rodaja del tubérculo escondida en algún lugar del cuerpo. También se le atribuyeron, ya en el siglo XVIII, virtudes curativas, remedio infalible contra el reuma.
A la patata le acompañó siempre la polémica. En el ducado de Borgoña se prohibió terminantemente su cultivo en 1610. Y el hecho de que la Biblia no la nombrase, despertó las suspicacias y sospechas de los creyentes, quienes consideraban que "fruto que no estuvo en el Paraiso del Señor no debe ser comido por cristianos". El papa mismo tuvo que romper una lanza a favor del polémico e incluso herético tubérculo, y para desvanecer dudas la comió ante su Curia de Cardenales.
A Inglaterra llegó la patata en época temprana, hacia 1565. La llevó allí el pirata Francis Drake, quien la presentó ante la Corte. Procedía de las costas colombianas, no de Virginia, como se ha escrito.
Aunque llegó a Europa muy a raíz del descubrimiento de América, no empezó a ser tenida por alimento habitual hasta entrado el siglo XVIII. El hambre ayudó a ello..., pero también el hombre, un farmacéutico francés, Antonio Agustín Parmentier, quien en 1776 alabó sobremanera sus virtudes nutritivas, haciendo que se plantaran en las llanuras de Sablons. No tardaría en ponerse de moda, como bocado de mesa. El mismo rey de Francia, Luis XVI, con sus cortesanos, contribuyó a su popularidad. El rey llevaba en la solapa de su regia casaca una flor de patata..., flor que, por otra parte, era muy cotizada en el mundo de la floristería. De Parmentier diría, el desdichado monarca: "De todos los franceses acaso sea él el más agradable a Dios, por los beneficios que ha dispensado a la Humanidad, y a quien ha de agradecer Francia el haber inventado el pan de los pobres". Al mismo rey le encantó una receta que Parmentier, buen gastrónomo él mismo, había elaborado: la salsa que lleva su nombre, ideal para acompañar carnes.
A finales del siglo XVIII la patata experimentó un camino ascendente en los gustos culinarios europeos, tanto que se convirtió en uno de los ocho productos básicos de la alimentación continental. Fue entonces cuando se empezó a llamarlas "patatas", en España, fruto de un error, ya que se la confundía con la batata. Con anterioridad a ese tiempo se le había conocido bajo el nombre correcto de papa, palabra de la lengua quiché, empleada de antiguo por los españoles desde 1540. El mundo hispanohablante no europeo sigue llamando a este importante tubérculo "papa". También los hispanohablantes canarios conservan la voz original, así como ciertos puntos de Andalucía, Extremadura y Murcia. Pero esas son aventuras léxicas, que no tocan a la historia sino muy de refilón.
A la patata le acompañó siempre la polémica. En el ducado de Borgoña se prohibió terminantemente su cultivo en 1610. Y el hecho de que la Biblia no la nombrase, despertó las suspicacias y sospechas de los creyentes, quienes consideraban que "fruto que no estuvo en el Paraiso del Señor no debe ser comido por cristianos". El papa mismo tuvo que romper una lanza a favor del polémico e incluso herético tubérculo, y para desvanecer dudas la comió ante su Curia de Cardenales.
A Inglaterra llegó la patata en época temprana, hacia 1565. La llevó allí el pirata Francis Drake, quien la presentó ante la Corte. Procedía de las costas colombianas, no de Virginia, como se ha escrito.
Aunque llegó a Europa muy a raíz del descubrimiento de América, no empezó a ser tenida por alimento habitual hasta entrado el siglo XVIII. El hambre ayudó a ello..., pero también el hombre, un farmacéutico francés, Antonio Agustín Parmentier, quien en 1776 alabó sobremanera sus virtudes nutritivas, haciendo que se plantaran en las llanuras de Sablons. No tardaría en ponerse de moda, como bocado de mesa. El mismo rey de Francia, Luis XVI, con sus cortesanos, contribuyó a su popularidad. El rey llevaba en la solapa de su regia casaca una flor de patata..., flor que, por otra parte, era muy cotizada en el mundo de la floristería. De Parmentier diría, el desdichado monarca: "De todos los franceses acaso sea él el más agradable a Dios, por los beneficios que ha dispensado a la Humanidad, y a quien ha de agradecer Francia el haber inventado el pan de los pobres". Al mismo rey le encantó una receta que Parmentier, buen gastrónomo él mismo, había elaborado: la salsa que lleva su nombre, ideal para acompañar carnes.
A finales del siglo XVIII la patata experimentó un camino ascendente en los gustos culinarios europeos, tanto que se convirtió en uno de los ocho productos básicos de la alimentación continental. Fue entonces cuando se empezó a llamarlas "patatas", en España, fruto de un error, ya que se la confundía con la batata. Con anterioridad a ese tiempo se le había conocido bajo el nombre correcto de papa, palabra de la lengua quiché, empleada de antiguo por los españoles desde 1540. El mundo hispanohablante no europeo sigue llamando a este importante tubérculo "papa". También los hispanohablantes canarios conservan la voz original, así como ciertos puntos de Andalucía, Extremadura y Murcia. Pero esas son aventuras léxicas, que no tocan a la historia sino muy de refilón.
RECONSTRUIDO EL GENOMA DE LA EDAD MEDIA
Logran secuenciar el ADN de 'Yersinia pestis', la bactería que mató a la mitad de la población europea a mediados del siglo XIV.
Más de 600 años después de que matara a la mitad de la población europea, la bacteria 'Yersinia pestis', causante de la Peste Negra, es noticia porque un equipo internacional de investigadores ha logrado secuenciar su ADN.
Se trata del primer patógeno antiguo que ha podido ser reconstruido, permitiendo de este modo analizar cómo ha sido su evolución en estos seis siglos, dado que hoy aún continúa matando gente.
Los investigadores, casi todos canadienses y alemanes, concluyen que la variante que causó estragos a finales de la Edad Media es prácticamente la misma que la que hoy existe, por lo que en esas pequeñas modificaciones podría estar la razón por la que ahora no logra matar tantas personas y con tanta rapidez.
El ADN de la bacteria se consiguió exhumando los esqueletos de miles de víctimas de la Peste Negra, que fueron enterradas en fosas a las afueras de Londres. En algunos de los dientes quedaban restos del ADN que, tras ser cribado de contaminaciones, permitió reconstruir el genoma de la bacteria.
Otra de las conclusiones del hallazgo es que, en contra de lo que se pensaba hasta ahora, la bacteria 'Yersinia pestis' no es la misma que la que provocó la epidemia durante el reinado del romano Justiniano, en el siglo VI, como se pensaba hasta ahora.
La comparación con el genoma de bacterias actuales sugiere que factores como el ambiente, el vector transmisor (las ratas, en el caso de la Peste Negra) y la susceptibilidad de la posible víctima tiene un importante papel a la hora de infectarse con este mortal microorganismo.
Más de 600 años después de que matara a la mitad de la población europea, la bacteria 'Yersinia pestis', causante de la Peste Negra, es noticia porque un equipo internacional de investigadores ha logrado secuenciar su ADN.
Se trata del primer patógeno antiguo que ha podido ser reconstruido, permitiendo de este modo analizar cómo ha sido su evolución en estos seis siglos, dado que hoy aún continúa matando gente.
Los investigadores, casi todos canadienses y alemanes, concluyen que la variante que causó estragos a finales de la Edad Media es prácticamente la misma que la que hoy existe, por lo que en esas pequeñas modificaciones podría estar la razón por la que ahora no logra matar tantas personas y con tanta rapidez.
El ADN de la bacteria se consiguió exhumando los esqueletos de miles de víctimas de la Peste Negra, que fueron enterradas en fosas a las afueras de Londres. En algunos de los dientes quedaban restos del ADN que, tras ser cribado de contaminaciones, permitió reconstruir el genoma de la bacteria.
Otra de las conclusiones del hallazgo es que, en contra de lo que se pensaba hasta ahora, la bacteria 'Yersinia pestis' no es la misma que la que provocó la epidemia durante el reinado del romano Justiniano, en el siglo VI, como se pensaba hasta ahora.
La comparación con el genoma de bacterias actuales sugiere que factores como el ambiente, el vector transmisor (las ratas, en el caso de la Peste Negra) y la susceptibilidad de la posible víctima tiene un importante papel a la hora de infectarse con este mortal microorganismo.
sábado, 7 de abril de 2012
YO YO
Y PARA CERRAR HOY SÁBADO SANTO, LA HISTORIA DEL YOYO
En su origen, el yo-yo no era ni mucho menos un juego, sino un medio de caza, como el bumerang australiano. Su conocimiento en Europa se debió a los españoles, quienes al parecer lo hallaron en Filipinas. De hecho, hacia el siglo XVI el pueblo tagalo se valía del yo-yo para atrapar a sus piezas de caza. Funcionaba un poco parecidamente a como funcionan las bolas de los gauchos de la pampa argentina.
El yo-yo tagalo facilitaba enormemente la tarea a los cazadores; permitía reducir al animal desde lejos, si era lanzado con habilidad. El mecanismo era sencillo: dos grandes discos de madera unidos por una liana. También la palabra es de origen filipino, en cuya lengua, el tagalo, significa "la muerte", según unos, o "el viajero", según otros lingüistas.
A principio de la década de los 1920, el norteamericano Donald Duncan -siempre hay un norteamericano por medio- contemplando el yo-yo en acción tuvo una idea feliz: reducir el tamaño de aquella arma ofensiva y convertirla en el gracioso juego infantil que es hoy. Logró interesar en su proyecto de comercialización a ciertos amigos, y ni corto ni perezoso se lanzó a la aventura de su fabricación en masa.
Pero a pesar de lo dicho, y del origen filipino de la palabra, el yo-yo era conocido ya en el año 1000 antes de Cristo. Los chinos conocían una versión, pero de aplicación lúdica más que práctica o guerrera. Consistía en dos discos de marfil unidos por un cordón de seda enrollado alrededor de un eje central.
Independientemente de los esfuerzos de Duncan por darlo a conocer en Occidente, la versión oriental del yo-yo se había abierto camino en Europa, donde ejemplares decimonónicos muestran ya una perfección y belleza grandes: yo-yos adornados ricamente con joyas, pintados de manera esmerada con motivos geométricos. Es cierto que estos yo-yos no eran meros juguetes, sino instrumentos de salón con los que se pretendía distraer a los amigos en sesiones hipnóticas: la rotación, el rápido girar ascendente y descendente de sus discos, ejercía sobre las cabecitas curiosas de las damas un efecto mareante; algunas señoras llegaban incluso a desmayarse, aunque es cierto que no faltaba tampoco Quien fingiera tal indisposición para ser recogida por los brazos de un solícito acompañante. El yo-yo tuvo su puesto en el juego sutil y complicado del amor, antes de pasar a ser un juego de niños, sin más..., cuyo es el caso en la actualidad.
En su origen, el yo-yo no era ni mucho menos un juego, sino un medio de caza, como el bumerang australiano. Su conocimiento en Europa se debió a los españoles, quienes al parecer lo hallaron en Filipinas. De hecho, hacia el siglo XVI el pueblo tagalo se valía del yo-yo para atrapar a sus piezas de caza. Funcionaba un poco parecidamente a como funcionan las bolas de los gauchos de la pampa argentina.
El yo-yo tagalo facilitaba enormemente la tarea a los cazadores; permitía reducir al animal desde lejos, si era lanzado con habilidad. El mecanismo era sencillo: dos grandes discos de madera unidos por una liana. También la palabra es de origen filipino, en cuya lengua, el tagalo, significa "la muerte", según unos, o "el viajero", según otros lingüistas.
A principio de la década de los 1920, el norteamericano Donald Duncan -siempre hay un norteamericano por medio- contemplando el yo-yo en acción tuvo una idea feliz: reducir el tamaño de aquella arma ofensiva y convertirla en el gracioso juego infantil que es hoy. Logró interesar en su proyecto de comercialización a ciertos amigos, y ni corto ni perezoso se lanzó a la aventura de su fabricación en masa.
Pero a pesar de lo dicho, y del origen filipino de la palabra, el yo-yo era conocido ya en el año 1000 antes de Cristo. Los chinos conocían una versión, pero de aplicación lúdica más que práctica o guerrera. Consistía en dos discos de marfil unidos por un cordón de seda enrollado alrededor de un eje central.
Independientemente de los esfuerzos de Duncan por darlo a conocer en Occidente, la versión oriental del yo-yo se había abierto camino en Europa, donde ejemplares decimonónicos muestran ya una perfección y belleza grandes: yo-yos adornados ricamente con joyas, pintados de manera esmerada con motivos geométricos. Es cierto que estos yo-yos no eran meros juguetes, sino instrumentos de salón con los que se pretendía distraer a los amigos en sesiones hipnóticas: la rotación, el rápido girar ascendente y descendente de sus discos, ejercía sobre las cabecitas curiosas de las damas un efecto mareante; algunas señoras llegaban incluso a desmayarse, aunque es cierto que no faltaba tampoco Quien fingiera tal indisposición para ser recogida por los brazos de un solícito acompañante. El yo-yo tuvo su puesto en el juego sutil y complicado del amor, antes de pasar a ser un juego de niños, sin más..., cuyo es el caso en la actualidad.
PROPONEN EL USO DE PERRO GUÍA EN PERÚ
Para que veáis como marchan las cosas en otros países.
Proponen uso de perros guías para personas invidentes |
LaRepublica.peParlamentario sostiene que es un medio necesario para personas
con discapacidad visual.
Las personas con discapacidad visual podrán ingresar y permanecer en
entidades públicas y privadas y en todo tipo de transporte público,
acompañadas de un perro guía, según un proyecto de ley presentado por el
congresista Humberto Lay Sun.
El parlamentario recordó que según el Censo Nacional de Población 2007, el
11% de la población tiene algún tipo de discapacidad, y de este universo, el
46.26% presenta discapacidad visual.
Lay sostuvo que no debe verse al can guía como una mascota, porque se trata
en realidad de un medio necesario para la adecuada movilización de las
personas invidentes.
“Exhorto públicamente a mis colegas congresistas que apoyen esta propuesta y
me comprometo a hacer lo que esté a mi alcance para lograr su aprobación en
la comisión que ve este tema y luego en el pleno del Legislativo”, dijo el
legislador.
En la presentación del proyecto, el congresista estuvo acompañado de Jane
Cosar, Marcos Segura y Juan Pérez Salas, quienes son las únicas personas
invidentes que tienen perros guías en el Perú. (Fuente: Andina)
Proponen uso de perros guías para personas invidentes |
LaRepublica.peParlamentario sostiene que es un medio necesario para personas
con discapacidad visual.
Las personas con discapacidad visual podrán ingresar y permanecer en
entidades públicas y privadas y en todo tipo de transporte público,
acompañadas de un perro guía, según un proyecto de ley presentado por el
congresista Humberto Lay Sun.
El parlamentario recordó que según el Censo Nacional de Población 2007, el
11% de la población tiene algún tipo de discapacidad, y de este universo, el
46.26% presenta discapacidad visual.
Lay sostuvo que no debe verse al can guía como una mascota, porque se trata
en realidad de un medio necesario para la adecuada movilización de las
personas invidentes.
“Exhorto públicamente a mis colegas congresistas que apoyen esta propuesta y
me comprometo a hacer lo que esté a mi alcance para lograr su aprobación en
la comisión que ve este tema y luego en el pleno del Legislativo”, dijo el
legislador.
En la presentación del proyecto, el congresista estuvo acompañado de Jane
Cosar, Marcos Segura y Juan Pérez Salas, quienes son las únicas personas
invidentes que tienen perros guías en el Perú. (Fuente: Andina)
EL MICROONDAS Y SU HISTORIA
Desde la invención del fuego, hace tal vez un millón de años, hasta la del horno microondas, en 1952, el procedimiento para la cocción de los alimentos había sido el mismo: la fuente de calor provenía de una materia en combustión.
Sin embargo, el microondas no requiere elemento térmico alguno. Una energía electromagnética pura agita las moléculas de agua contenidas en todo alimento, provocando en ellas calor suficiente para que se cuezan en sí mismas. El elemento determinante de tan sorprendente proceso es un tubo electrónico capaz de producir energía de microondas, es decir: de ondas muy pequeñas. Es el magnetrón. Este elemento había sido descubierto en 1941 por el inglés John Randall y su amigo H.A. Boot. Estos dos científicos no se habían propuesto inventar un medio de cocción de alimentos de manera rápida, sino que buscaban la manera de hacer posible el radar, método de detección de la aviación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Para aquel fin, el magnetrón era esencial.
El empleo del microondas con fines culinarios fue accidental. Un día en el que Percy Spencer manipulaba el magnetrón, se llevó la mano al bolsillo, donde guardaba una tableta de chocolate, y comprobó que se había derretido. No supo al principio a qué achacarlo, pero su curiosidad le llevó a probar con otras cosas, ya que sabía que las microondas del magnetrón generaban un calor muy intenso, aunque él no lo había notado. Introdujo una bolsa de granos de maíz en el mismo bolsillo, que a los pocos minutos rebosaba de palomitas. Intrigado, a la mañana siguiente, el ingeniero Spencer, de la firma Raytheon Company, llevó al laboratorio una docena de huevos. Agujereó uno de ellos y lo trató con su magnetrón; un curioso se acercó a ver lo que Spencer hacía, y nadie pudo evitar que se le salpicara de huevo la cara, ya que el huevo se había cocido de dentro afuera, y la presión había hecho estallar la cáscara. El uso del microondas acaba de inventarse. ¿Por qué no aplicarlo a otros
alimentos? Así se hizo. La Raytheon Company no tardó en anunciar su famoso Radar-Range, pero con escasa repercusión debido a lo enorme de su tamaño, casi tan grande como un refrigerador, con el inconveniente adicional de que aun siendo tan descomunal, su espacio útil era muy escaso. Se vendieron algunos aparatos en restaurantes y hoteles, pero el gran público no se sintió motivado hasta 1952, fecha en la que la Tappan Company lanzó su modelo de dos niveles de cocción con mando regulador de tiempo. El artefacto en cuestión podía adquirirse por mil doscientos noventa y cinco dólares, un precio muy elevado, que sin embargo no fue un obstáculo para su comercialización, dadas las espectativas y aplicaciones de tan sorprendente máquina. Fue un éxito. Uno de los primeros modelos de microondas, el llamado Hotpoint, o "punto caliente", fue centro de atracción de ferias y exposiciones durante más de diez años. Su triunfo estaba asegurado.
¿Quieres un sitio de dónde bajar buena música internacional de todos los tiempos, con enlaces que funcionen y no caduquen y con novedades semanales?
Sin embargo, el microondas no requiere elemento térmico alguno. Una energía electromagnética pura agita las moléculas de agua contenidas en todo alimento, provocando en ellas calor suficiente para que se cuezan en sí mismas. El elemento determinante de tan sorprendente proceso es un tubo electrónico capaz de producir energía de microondas, es decir: de ondas muy pequeñas. Es el magnetrón. Este elemento había sido descubierto en 1941 por el inglés John Randall y su amigo H.A. Boot. Estos dos científicos no se habían propuesto inventar un medio de cocción de alimentos de manera rápida, sino que buscaban la manera de hacer posible el radar, método de detección de la aviación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Para aquel fin, el magnetrón era esencial.
El empleo del microondas con fines culinarios fue accidental. Un día en el que Percy Spencer manipulaba el magnetrón, se llevó la mano al bolsillo, donde guardaba una tableta de chocolate, y comprobó que se había derretido. No supo al principio a qué achacarlo, pero su curiosidad le llevó a probar con otras cosas, ya que sabía que las microondas del magnetrón generaban un calor muy intenso, aunque él no lo había notado. Introdujo una bolsa de granos de maíz en el mismo bolsillo, que a los pocos minutos rebosaba de palomitas. Intrigado, a la mañana siguiente, el ingeniero Spencer, de la firma Raytheon Company, llevó al laboratorio una docena de huevos. Agujereó uno de ellos y lo trató con su magnetrón; un curioso se acercó a ver lo que Spencer hacía, y nadie pudo evitar que se le salpicara de huevo la cara, ya que el huevo se había cocido de dentro afuera, y la presión había hecho estallar la cáscara. El uso del microondas acaba de inventarse. ¿Por qué no aplicarlo a otros
alimentos? Así se hizo. La Raytheon Company no tardó en anunciar su famoso Radar-Range, pero con escasa repercusión debido a lo enorme de su tamaño, casi tan grande como un refrigerador, con el inconveniente adicional de que aun siendo tan descomunal, su espacio útil era muy escaso. Se vendieron algunos aparatos en restaurantes y hoteles, pero el gran público no se sintió motivado hasta 1952, fecha en la que la Tappan Company lanzó su modelo de dos niveles de cocción con mando regulador de tiempo. El artefacto en cuestión podía adquirirse por mil doscientos noventa y cinco dólares, un precio muy elevado, que sin embargo no fue un obstáculo para su comercialización, dadas las espectativas y aplicaciones de tan sorprendente máquina. Fue un éxito. Uno de los primeros modelos de microondas, el llamado Hotpoint, o "punto caliente", fue centro de atracción de ferias y exposiciones durante más de diez años. Su triunfo estaba asegurado.
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TREMENDA HISTORIA
Se casó un hombre de 77 con una joven de 23
Alfredo Moffatt es psicólogo y va por su cuarto matrimonio; Daniela Azpiazu fue su alumna; se conocen desde hace tres años.
Publicado el 18/10/2011
El amor es más fuerte o la edad es lo de menos, valen para introducir esta historia amorosa que ayer tuvo uno de sus episodios más intensos. Se casó un
hombre de 77 años con una joven de 23 que fue su alumna en la escuela de psicología social que él dirige.
Alfredo Moffatt es un psicólogo de más de 50 años de trayectoria que va por su cuarto matrimonio. Se define como "psicólogo social, docente y terapeuta
especialista en locos y pobres". Ella, Daniela Azpiazu Bitsikas, es una veinteañera que pasó por sus aulas. "Casarte con una piba más joven no le hace
mal a la psiquis. Es muy lindo, creeme", le cuenta el flamante marido al diario Libre.
El casamiento se concretó ayer en el Registro Civil de Uruguay al 700, en el centro porteño. En las fotos que Alfredo comparte en su muro de Facebook se
puede ver a los recién casados en la ceremonia: no faltó arroz, ni el beso que sella el acto, ni el ramo de flores para la novia. Entre los invitados,
fue llamativa la presencia del ex gobernador de Buenos Aires Felipe Solá, quien fue fotografiado y hasta se le dedicó una V, de la victoria. Se lo ve al
novio sonriente elevando sus dedos con el tradicional gesto peronista; Moffatt fue asesor de gabinete durante 2005.
Según cuenta Libre en su crónica, Moffatt ya había manifestado públicamente su amor hacia la joven, 54 menor que él. Por ejemplo, le dedicó su último libro,
Psicoterapia Existencial. La relación se inició hace tres años cuando ella cursó en la escuela de psicología y desde entonces el contacto fue muy frecuente:
Daniela pasó a ser su colaboradora personal. "Fue una clásica historia de alumna y director. Nos queremos mucho, nos acompañamos. Vos me dirás por qué
tanta diferencia de edad, ¡pero acá el pendejo soy yo!", le cuenta, gracioso, al diario que lo entrevista.
Para Moffatt la experiencia de casarse no es nueva: "Es la cuarta vez que me caso", admite. Esta vez, su hija fue testigo de la boda: "Acá hay amor", sostuvo
el día de la ceremonia.
Alfredo Moffatt es psicólogo y va por su cuarto matrimonio; Daniela Azpiazu fue su alumna; se conocen desde hace tres años.
Publicado el 18/10/2011
El amor es más fuerte o la edad es lo de menos, valen para introducir esta historia amorosa que ayer tuvo uno de sus episodios más intensos. Se casó un
hombre de 77 años con una joven de 23 que fue su alumna en la escuela de psicología social que él dirige.
Alfredo Moffatt es un psicólogo de más de 50 años de trayectoria que va por su cuarto matrimonio. Se define como "psicólogo social, docente y terapeuta
especialista en locos y pobres". Ella, Daniela Azpiazu Bitsikas, es una veinteañera que pasó por sus aulas. "Casarte con una piba más joven no le hace
mal a la psiquis. Es muy lindo, creeme", le cuenta el flamante marido al diario Libre.
El casamiento se concretó ayer en el Registro Civil de Uruguay al 700, en el centro porteño. En las fotos que Alfredo comparte en su muro de Facebook se
puede ver a los recién casados en la ceremonia: no faltó arroz, ni el beso que sella el acto, ni el ramo de flores para la novia. Entre los invitados,
fue llamativa la presencia del ex gobernador de Buenos Aires Felipe Solá, quien fue fotografiado y hasta se le dedicó una V, de la victoria. Se lo ve al
novio sonriente elevando sus dedos con el tradicional gesto peronista; Moffatt fue asesor de gabinete durante 2005.
Según cuenta Libre en su crónica, Moffatt ya había manifestado públicamente su amor hacia la joven, 54 menor que él. Por ejemplo, le dedicó su último libro,
Psicoterapia Existencial. La relación se inició hace tres años cuando ella cursó en la escuela de psicología y desde entonces el contacto fue muy frecuente:
Daniela pasó a ser su colaboradora personal. "Fue una clásica historia de alumna y director. Nos queremos mucho, nos acompañamos. Vos me dirás por qué
tanta diferencia de edad, ¡pero acá el pendejo soy yo!", le cuenta, gracioso, al diario que lo entrevista.
Para Moffatt la experiencia de casarse no es nueva: "Es la cuarta vez que me caso", admite. Esta vez, su hija fue testigo de la boda: "Acá hay amor", sostuvo
el día de la ceremonia.
HISTORIA DEL YOGUR
Si el lector tiene la curiosidad de acercarse al diccionario de la Real Academia de la Lengua, sabrá que el yogur es "una variedad de leche fermentada, que se prepara reduciéndola por evaporación a la mitad de su volumen y sometiéndola después a la acción de un fermento denominado maya".
Como es sabido, la leche, con sus derivados, ha sido aprovechada por el hombre desde el Paleolítico. Está entre los alimentos más importantes de la Humanidad, desde sus orígenes. Leche agria, productos mantecosos de toda índole, quesos, etc. eran consumidos cuando todavía el hombre era nómada y cazador.
La leche ha formado parte de la historia y de la leyenda. Se dice del patriarca Abraham que cuando se le aparecieron los tres ángeles en Hebrón él les invitó a tomar leche agria. Otras leyendas atribuyen a los propios ángeles la fórmula o receta del yogur, ya que serían ellos quienes se la revelaran al bíblico personaje. En la Biblia se cuenta que Abraham era adicto al yogur, y que atribuía a este alimento su longevidad y vigor.
También en la tradición oriental india, en el libro sagrado de los Vedas, se habla de una serie de productos lácteos hace cerca de tres mil quinientos años, entre los que naturalmente se contaba el yogur. Sin embargo, los pueblos griego y romano no lo consumían asiduamente: preferían confeccionar pomadas con la leche y sus derivados a fin de rejuvenecer la piel y fortalecer el cabello.
Desde la Antigüedad, la leche tuvo una consideración entre mágica y medicinal. Así, el hollín resultante de la leche quemada fue usado en el mundo antiguo como eficaz calmante contra el dolor de ojos; y antes del siglo XVII toda Europa utilizaba el suero de la leche como panacea universal capaz de curar cualquier enfermedad tanto del cuerpo como del espíritu. La leche era considerada casi un bien divino, y todo cuanto derivaba de ella era tenido por grandísima bendición.
Pero el yogur propiamente dicho no se conoció en Europa hasta mediados del siglo XVI, hacia 1542, proveniente del Imperio otomano, adonde había llegado procedente de Asia. La palabra misma tiene etimología turca. Se sabía que las hordas tártaras del gran Gengis Khan se alimentaban de carne cruda y yogur en forma de pasta que les sostenía sobre el caballo durante días, e incluso mientras luchaban, y que utilizaban para darse con ello más fuerza y vigor.
Al yogur se le atribuían poderes excepcionales, pero a pesar de esta aureola de alimento revitalizador, rodeado casi de virtudes similares al de los elixires de juventud, su acogida no fue grande debido al rechazo que provocaban su sabor y aspecto. A pesar de ello, el yogur se abrió camino. Yogures y leches agrias de todo tipo, como la mantequilla búlgara o el kefir fueron patrimonio de los pueblos mediterráneos más orientales. Del yogur se decía: "Como un niño amamantado con leche de su madre es más fuerte y despierto, así también un hombre que consume a diario el yogur podrá manejar con su brazo una espada dos veces más pesada que la de su enemigo".
De los antiguos yogures tártaros y persas, a los inventados en 1979 por el japonés T. O. Yoshimi, hay un abismo: el del japonés es un yogur en polvo, especie de yogur instantáneo, al que basta con añadirle agua.
Como es sabido, la leche, con sus derivados, ha sido aprovechada por el hombre desde el Paleolítico. Está entre los alimentos más importantes de la Humanidad, desde sus orígenes. Leche agria, productos mantecosos de toda índole, quesos, etc. eran consumidos cuando todavía el hombre era nómada y cazador.
La leche ha formado parte de la historia y de la leyenda. Se dice del patriarca Abraham que cuando se le aparecieron los tres ángeles en Hebrón él les invitó a tomar leche agria. Otras leyendas atribuyen a los propios ángeles la fórmula o receta del yogur, ya que serían ellos quienes se la revelaran al bíblico personaje. En la Biblia se cuenta que Abraham era adicto al yogur, y que atribuía a este alimento su longevidad y vigor.
También en la tradición oriental india, en el libro sagrado de los Vedas, se habla de una serie de productos lácteos hace cerca de tres mil quinientos años, entre los que naturalmente se contaba el yogur. Sin embargo, los pueblos griego y romano no lo consumían asiduamente: preferían confeccionar pomadas con la leche y sus derivados a fin de rejuvenecer la piel y fortalecer el cabello.
Desde la Antigüedad, la leche tuvo una consideración entre mágica y medicinal. Así, el hollín resultante de la leche quemada fue usado en el mundo antiguo como eficaz calmante contra el dolor de ojos; y antes del siglo XVII toda Europa utilizaba el suero de la leche como panacea universal capaz de curar cualquier enfermedad tanto del cuerpo como del espíritu. La leche era considerada casi un bien divino, y todo cuanto derivaba de ella era tenido por grandísima bendición.
Pero el yogur propiamente dicho no se conoció en Europa hasta mediados del siglo XVI, hacia 1542, proveniente del Imperio otomano, adonde había llegado procedente de Asia. La palabra misma tiene etimología turca. Se sabía que las hordas tártaras del gran Gengis Khan se alimentaban de carne cruda y yogur en forma de pasta que les sostenía sobre el caballo durante días, e incluso mientras luchaban, y que utilizaban para darse con ello más fuerza y vigor.
Al yogur se le atribuían poderes excepcionales, pero a pesar de esta aureola de alimento revitalizador, rodeado casi de virtudes similares al de los elixires de juventud, su acogida no fue grande debido al rechazo que provocaban su sabor y aspecto. A pesar de ello, el yogur se abrió camino. Yogures y leches agrias de todo tipo, como la mantequilla búlgara o el kefir fueron patrimonio de los pueblos mediterráneos más orientales. Del yogur se decía: "Como un niño amamantado con leche de su madre es más fuerte y despierto, así también un hombre que consume a diario el yogur podrá manejar con su brazo una espada dos veces más pesada que la de su enemigo".
De los antiguos yogures tártaros y persas, a los inventados en 1979 por el japonés T. O. Yoshimi, hay un abismo: el del japonés es un yogur en polvo, especie de yogur instantáneo, al que basta con añadirle agua.
TORRIJAS
En estos días de semana santa, os pongo una receta sobre torrijas por si os apetece salivar o por si queréis hacerlas.
Ingredientes
12 rodajas de pan de mantequilla
1 y ½ litro de leche entera
1 tubo de leche condensada
½ palo de canela
Canela en polvo
½ limón (sólo la corteza)
2 yemas
Huevo para rebozar
Azúcar
Aceite
Texto de la elaboración
Se pone a calentar la leche junto con el palo de canela, más tres cucharadas de azúcar, el tubo de leche condensada y la corteza de limón.
Se deja calentar durante 30 minutos. Se deja templar un poco, se agregan las yemas batidas y se revuelve durante unos 5 minutos a fuego lento. Se retira del fuego y se deja enfriar al natural. Se quitan el palo de canela y la corteza de limón.
Una vez fría, se ponen las rodajas de pan en una fuente y se riegan con la leche.
Se tienen esponjando durante 30 minutos.
Se pone a calentar bastante aceite en una sartén. Se escurren las torrijas apretando un poco con la mano, se pasan por huevo y se fríen.
Después se dejan escurrir en papel absorvente.
Por último se espolvorea por encima azúcar mezclada con canela en polvo.
Ingredientes
12 rodajas de pan de mantequilla
1 y ½ litro de leche entera
1 tubo de leche condensada
½ palo de canela
Canela en polvo
½ limón (sólo la corteza)
2 yemas
Huevo para rebozar
Azúcar
Aceite
Texto de la elaboración
Se pone a calentar la leche junto con el palo de canela, más tres cucharadas de azúcar, el tubo de leche condensada y la corteza de limón.
Se deja calentar durante 30 minutos. Se deja templar un poco, se agregan las yemas batidas y se revuelve durante unos 5 minutos a fuego lento. Se retira del fuego y se deja enfriar al natural. Se quitan el palo de canela y la corteza de limón.
Una vez fría, se ponen las rodajas de pan en una fuente y se riegan con la leche.
Se tienen esponjando durante 30 minutos.
Se pone a calentar bastante aceite en una sartén. Se escurren las torrijas apretando un poco con la mano, se pasan por huevo y se fríen.
Después se dejan escurrir en papel absorvente.
Por último se espolvorea por encima azúcar mezclada con canela en polvo.
domingo, 1 de abril de 2012
EL ORIGEN DEL PARCHÍS
En el exterior de la casa el clima es francamente desapacible. Durante toda la tarde la temperatura exterior ha sido baja. No luce el Sol y de forma intermitente la lluvia hace acto de presencia, potenciando el ambiente grisáceo que invade todos los rincones de las calles de la ciudad. Aunque no llueve con demasiada intensidad, esto ya es suficiente como para que a cualquier persona se le quiten las ganas de salir a dar un paseo.
En el interior del cálido hogar se pueden oír unas risas combinadas por un frenético e incesante ruido que suena así como "Txac-txac-txac". Podemos también escuchar que alguien dice en voz alta: "Uno, dos, tres, cuatro y... ¡Cinco! Me la como, te vas para casa y me cuento veinte" "¡Sí vaya! ¡Es la segunda vez que me voy para atrás! ¡Así no llegaré nunca!" Responde con voz resignada otra de las personas. De fondo, la radio con sus melodías llenan los escasos momentos de silencio.
Sin duda, a estas alturas, nuestro lector/a ya habrá podido deducir lo que sucede en la casa de nuestros amigos. Son un pequeño grupo de amigos que juegan al Parchís, uno de los juegos de tablero tradicionales que generación tras generación ha encandilado a sus participantes, llenándolos de horas de diversión.
Casi nos atreveríamos a afirmar que no existe nadie que no haya jugado a este juego (o alguna de sus variantes) en su vida. Un juego que tenemos ya tan asumido en nuestra cultura lúdica que pocas veces nos preguntamos acerca de su origen y porque no, incluso el significado de sus reglas básicas.
El Parchís es un juego derivado del Parchisi cuyo origen se encuentra en la India y tiene una antigüedad aproximada de 2.600 años, periodo de tiempo que se supone tiene su tablero más antiguo conocido hasta la fecha. En su país de origen, el Parchisi tradicional se juega sobre un tablero en forma de cruz y confeccionado en paño, que se extiende encima de una mesa o simplemente en el suelo.
Se supone que el Parchisi es un juego muy popular desde hace tiempos inmemoriales, con el cual jugaban desde las clases más pudientes hasta las más humildes, ya que además de pequeños tableros, podemos encontrar ostentosos y lujosos tableros de Parchisi en los palacios de Agra y Allahabad, cuyas casillas están realizadas en mármol blanco y rojo. Relacionado con estos inmensos tableros, cuenta la leyenda que existió un emperador mongol aficionado a jugar al Parchisi, aunque ciertamente de una forma bastante particular, pues no jugaba con las concubinas de su harén particular, sino que las utilizaba como fichas vivientes, ataviadas con los colores tradicionales del juego. Sin duda este buen hombre no vivía en un piso de 30m2.
El Parchís actual
El Parchís moderno, tal y como lo conocemos en la actualidad, es una variante del Ludo, juego introducido en Inglaterra el año 1896.
El juego se empieza a comercializar bajo el Imperio Británico casi a finales de la época Victoriana. En esos años, gracias a las colonias que Inglaterra tenía en la India, hubo por parte de los británicos una corriente (o mejor dicho una moda) en descubrir todo lo relacionado con la cultura india y sus tradiciones ancestrales. Fruto de esta situación se descubrió un juego tradicional que pronto empezarían a exportar en varios países como por ejemplo los Estados Unidos, donde se popularizó muy rápido, ayudando todavía más a que el Parchís fuera conocido en todo el mundo.
Este juego llegó a España en la década de los veinte, cuando ya era bien conocido en todo el planeta. Su relativo bajo precio y sus reglas elementales fueron claves para que se convirtiera en pocos años en un juego muy conocido y asequible a todas las clases sociales del país, siendo un pretexto para reuniones o momentos lúdicos varios.
El Parchís moderno tiene bastantes diferencias respecto al juego tradicional indio, pues respecto a este aumentó el número de casillas, se incorporaron los dados, el tablero se realizó habitualmente en cartón y se modificaron las reglas básicas, además que se convirtió en un juego familiar. Curiosamente, el Parchís con el tiempo evolucionará hacia un publico infantil al contrario que lo que sucederá con el ajedrez, que gracias al carácter de sus jugadores, los campeonatos del mundo que se realizan, los polémicos desafíos entre ordenadores-jugadores humanos y porque no, el impulso político interesado por parte de países como la extinta URSS, se intelectualizará.
Además también se ha querido establecer una interpretación al juego del Parchís comparándolo a un viaje iniciatico de la vida, en la que cada uno recorremos nuestro propio camino (marcado con las casillas de nuestro color) y en los que los castillos donde el peregrino reposa de los peligros del viaje son representados por las casillas de "seguro" del juego. También podemos encontrar paralelismos de cultura hindú en el juego, como la representación de la reencarnación (Si te "matan" vuelves a partir de la casilla inicial) y el Mandala, es decir, el paraíso como la meta final para el viajero.
En el interior del cálido hogar se pueden oír unas risas combinadas por un frenético e incesante ruido que suena así como "Txac-txac-txac". Podemos también escuchar que alguien dice en voz alta: "Uno, dos, tres, cuatro y... ¡Cinco! Me la como, te vas para casa y me cuento veinte" "¡Sí vaya! ¡Es la segunda vez que me voy para atrás! ¡Así no llegaré nunca!" Responde con voz resignada otra de las personas. De fondo, la radio con sus melodías llenan los escasos momentos de silencio.
Sin duda, a estas alturas, nuestro lector/a ya habrá podido deducir lo que sucede en la casa de nuestros amigos. Son un pequeño grupo de amigos que juegan al Parchís, uno de los juegos de tablero tradicionales que generación tras generación ha encandilado a sus participantes, llenándolos de horas de diversión.
Casi nos atreveríamos a afirmar que no existe nadie que no haya jugado a este juego (o alguna de sus variantes) en su vida. Un juego que tenemos ya tan asumido en nuestra cultura lúdica que pocas veces nos preguntamos acerca de su origen y porque no, incluso el significado de sus reglas básicas.
El Parchís es un juego derivado del Parchisi cuyo origen se encuentra en la India y tiene una antigüedad aproximada de 2.600 años, periodo de tiempo que se supone tiene su tablero más antiguo conocido hasta la fecha. En su país de origen, el Parchisi tradicional se juega sobre un tablero en forma de cruz y confeccionado en paño, que se extiende encima de una mesa o simplemente en el suelo.
Se supone que el Parchisi es un juego muy popular desde hace tiempos inmemoriales, con el cual jugaban desde las clases más pudientes hasta las más humildes, ya que además de pequeños tableros, podemos encontrar ostentosos y lujosos tableros de Parchisi en los palacios de Agra y Allahabad, cuyas casillas están realizadas en mármol blanco y rojo. Relacionado con estos inmensos tableros, cuenta la leyenda que existió un emperador mongol aficionado a jugar al Parchisi, aunque ciertamente de una forma bastante particular, pues no jugaba con las concubinas de su harén particular, sino que las utilizaba como fichas vivientes, ataviadas con los colores tradicionales del juego. Sin duda este buen hombre no vivía en un piso de 30m2.
El Parchís actual
El Parchís moderno, tal y como lo conocemos en la actualidad, es una variante del Ludo, juego introducido en Inglaterra el año 1896.
El juego se empieza a comercializar bajo el Imperio Británico casi a finales de la época Victoriana. En esos años, gracias a las colonias que Inglaterra tenía en la India, hubo por parte de los británicos una corriente (o mejor dicho una moda) en descubrir todo lo relacionado con la cultura india y sus tradiciones ancestrales. Fruto de esta situación se descubrió un juego tradicional que pronto empezarían a exportar en varios países como por ejemplo los Estados Unidos, donde se popularizó muy rápido, ayudando todavía más a que el Parchís fuera conocido en todo el mundo.
Este juego llegó a España en la década de los veinte, cuando ya era bien conocido en todo el planeta. Su relativo bajo precio y sus reglas elementales fueron claves para que se convirtiera en pocos años en un juego muy conocido y asequible a todas las clases sociales del país, siendo un pretexto para reuniones o momentos lúdicos varios.
El Parchís moderno tiene bastantes diferencias respecto al juego tradicional indio, pues respecto a este aumentó el número de casillas, se incorporaron los dados, el tablero se realizó habitualmente en cartón y se modificaron las reglas básicas, además que se convirtió en un juego familiar. Curiosamente, el Parchís con el tiempo evolucionará hacia un publico infantil al contrario que lo que sucederá con el ajedrez, que gracias al carácter de sus jugadores, los campeonatos del mundo que se realizan, los polémicos desafíos entre ordenadores-jugadores humanos y porque no, el impulso político interesado por parte de países como la extinta URSS, se intelectualizará.
Además también se ha querido establecer una interpretación al juego del Parchís comparándolo a un viaje iniciatico de la vida, en la que cada uno recorremos nuestro propio camino (marcado con las casillas de nuestro color) y en los que los castillos donde el peregrino reposa de los peligros del viaje son representados por las casillas de "seguro" del juego. También podemos encontrar paralelismos de cultura hindú en el juego, como la representación de la reencarnación (Si te "matan" vuelves a partir de la casilla inicial) y el Mandala, es decir, el paraíso como la meta final para el viajero.
BIEN POR CAJA MADRID
Caja Madrid ha adaptado sus cajeros automáticos para que las personas con
dificultades visuales puedan operar con ayuda de auriculares. Actualmente ya
hay 2.300 puestos adaptados, un 46% del parque de cajeros automáticos de la
entidad.
Según informó la entidad financiera, este nuevo sistema consiste en la
instalación en el cajero de un dispositivo que permite al cliente conectar
unos auriculares a través de los cuales escucha la información que aparece
en pantalla, lo que facilita la relación entre la máquina y el cliente.
De esta forma, el cliente con discapacidad visual puede, a través del
teclado del cajero, mantener una relación más cómoda y fluida con el
terminal, con total confidencialidad.
Los cajeros están identificados con un símbolo en la pantalla inicial que
muestra la imagen de unos cascos con el título "Cajero accesible invidente".
Antes de introducir la tarjeta o libreta en el cajero, el cliente debe
introducir los auriculares en el conector. Automáticamente el sistema
detecta el dispositivo y el cajero indica las instrucciones a seguir.
Una vez seleccionado el idioma, se pregunta al cliente si quiere que se
muestre la operativa por pantalla u operar de forma totalmente privada, con
lo que la pantalla no muestra ninguna información, y el cliente opera con
total confidencialidad.
Este sistema permite sacar dinero, consultar los últimos movimientos y el
saldo, cambiar el número secreto y cargar el teléfono móvil. La operativa se
puede realizar en castellano, catalán, gallego, valenciano, portugués,
francés, inglés y alemán.
Fuente:
http://www.diarioresponsable.com/component/idoblog/10535-rsc-caja-madrid-adapta-la-mitad-de-sus-cajeros-automaticos-a-clientes-ciegos?task=viewpost
dificultades visuales puedan operar con ayuda de auriculares. Actualmente ya
hay 2.300 puestos adaptados, un 46% del parque de cajeros automáticos de la
entidad.
Según informó la entidad financiera, este nuevo sistema consiste en la
instalación en el cajero de un dispositivo que permite al cliente conectar
unos auriculares a través de los cuales escucha la información que aparece
en pantalla, lo que facilita la relación entre la máquina y el cliente.
De esta forma, el cliente con discapacidad visual puede, a través del
teclado del cajero, mantener una relación más cómoda y fluida con el
terminal, con total confidencialidad.
Los cajeros están identificados con un símbolo en la pantalla inicial que
muestra la imagen de unos cascos con el título "Cajero accesible invidente".
Antes de introducir la tarjeta o libreta en el cajero, el cliente debe
introducir los auriculares en el conector. Automáticamente el sistema
detecta el dispositivo y el cajero indica las instrucciones a seguir.
Una vez seleccionado el idioma, se pregunta al cliente si quiere que se
muestre la operativa por pantalla u operar de forma totalmente privada, con
lo que la pantalla no muestra ninguna información, y el cliente opera con
total confidencialidad.
Este sistema permite sacar dinero, consultar los últimos movimientos y el
saldo, cambiar el número secreto y cargar el teléfono móvil. La operativa se
puede realizar en castellano, catalán, gallego, valenciano, portugués,
francés, inglés y alemán.
Fuente:
http://www.diarioresponsable.com/component/idoblog/10535-rsc-caja-madrid-adapta-la-mitad-de-sus-cajeros-automaticos-a-clientes-ciegos?task=viewpost
NIÑOS TEMIBLES
No son mayores de edad, pero son los verdaderos jefes de la familia. No son delincuentes comunes, pero pegan, amenazan, roban, agreden psicológicamente... Son los protagonistas del llamado "síndrome del emperador", un fenómeno de maltrato de hijos a padres que se ha instalado con fuerza en la sociedad.
Este tipo de violencia no es nueva, pero en los últimos años su incidencia se ha disparado: desde el año 2000, los casos de este tipo de maltrato se han multiplicado por seis, con cerca de 6 mil 500 denuncias recibidas por la Fiscalía General del Estado el año pasado.
Estos datos podrían reflejar sólo la punta del iceberg del problema, por la resistencia de los padres a denunciar a sus propios hijos. La pasada primavera, un caso sacó a la luz pública esta situación: una madre asturiana rogó a los servicios sociales que se ocuparan de su hija, cuyo comportamiento violento (golpes, robos, amenazas) ya no era capaz de resistir.
Sin embargo, "éste no es un caso característico, la tendencia de los padres es a encubrir el problema", explica Luis González Cieza, coordinador del programa de maltrato infantil de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor, y que participó en una jornada sobre el "síndrome del emperador", organizada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
En otros países, el fenómeno se ha tratado durante más años y los datos sobre su incidencia son más preocupantes. Un estudio realizado en Estados Unidos advierte que la violencia (no exclusivamente física) de adolescentes hacia sus padres tiene una incidencia de entre el 7 y el 18 por ciento en las familias tradicionales (en las monoparentales llega hasta el 29, mientras que las estadísticas canadienses aseguran que uno de cada 10 padres son maltratados).
Razones:
¿Qué puede ocurrir en la personalidad de un niño para que llegue a agredir a sus padres? Los expertos señalan innumerables causas genéticas, familiares y ambientales que ayuden al desarrollo de este síndrome.
Carlos Peiró, psicólogo de la Unidad de Orientación a la Familia de la Comunidad de Madrid, menciona, entre ellas, "el abandono de las funciones familiares, la sobreprotección y sobre exigencia simultáneas, los hábitos familiares determinados por la escasez de tiempo, la ausencia de autoridad, la permisividad y, sobre todo, la falta de elementos afectivos, como la calidez en la relación con los hijos. Se les educa más en otros entornos sociales que en la familia, algo que no ocurría hace tan sólo una década".
Sin embargo, para otros expertos, aspectos familiares o sociales, como la permisividad o la ausencia de autoridad, no son suficientes para explicar este fenómeno. Así lo cree Vicente Garrido Genovés, psicólogo criminalista y autor de Los hijos tiranos: el síndrome del emperador.
"Un padre excesivamente permisivo tiene como resultado un hijo caprichoso e irresponsable, pero no un hijo violento. La permisividad puede echar a perder a un niño (hacerse vago, juntarse con malas compañías, cometer delitos), pero si hay violencia es como resultado de un proceso de deterioro personal por falta de educación, generalmente al final de la adolescencia", explicó.
Para Garrido, la clave está en que estos niños "son incapaces de desarrollar emociones morales (como la empatía, el amor o la compasión), lo que se traduce en dificultad para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones".
Por ello, asegura que el "síndrome del emperador" tiene causas tanto biológicas (dificultad para desarrollar emociones morales y conciencia) como sociológicas, ya que, en la actualidad, "se desprestigia el sentimiento de culpa y se alienta la gratificación inmediata y el hedonismo.
"La familia y la escuela han perdido la capacidad de educación, y esto favorece que chicos con esta predisposición, que antes eran mantenidos por la sociedad, ahora tengan mucha más facilidad para exhibir la violencia".
Carlos Peiró coincide en que el elemento decisivo son "las carencias más o menos claras en la adquisición de competencias personales", agudizado por el hecho de que "el hijo ideal de los padres está en franca contradicción con los hijos sociales ideales definidos por la sociedad de consumo".
La importancia de los medios en este factor es clave: "La televisión enseña valores muy hedonistas y consumistas -apunta Garrido-, y dificulta el aprendizaje del autocontrol, es decir, la capacidad de esforzarse por renunciar a cosas inadecuadas y para perseguir metas que requieren esfuerzos. Los hijos tiranos ven en los medios muchas conductas y metas que son coincidentes con lo que ellos desean: pasarlo bien y hacer lo que quieran sin que nadie les obstaculice".
Lo que para muchos es una falta de disciplina que se soluciona con un "cachete a tiempo", es, sin embargo, un problema mucho más profundo que exige "ayudar a que el niño desarrolle una conciencia sólida; ésta es la mejor policía. Y ello se logra aplicando castigos razonables, pero firmes, y explicando las razones morales y prácticas que supone su mala acción. En los casos más graves es, por desgracia, casi imposible", lamenta Garrido.
Las madres, principales víctimas.
Los escasos estudios realizados en España sobre este fenómeno no permiten elaborar un perfil exacto de las familias que acogen a un niño o joven con el "síndrome del emperador". Sin embargo, los expertos coinciden en una mayor incidencia en las familias monoparentales.
"La mayoría de los casos se da en madres que vuelven a tener otra pareja", explica Luis González Cieza. Uno de los pocos estudios realizados al respecto es "La violencia de los jóvenes en la familia, una aproximación a los menores denunciados por sus padres", elaborado por el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat de Cataluña.
El informe asegura que la madre es la víctima en el 87 por ciento de las ocasiones que se produce este tipo de violencia, y que principalmente recibe agresiones físicas, aunque también son habituales las verbales. En el 13.8 por ciento de los casos, el estudio refleja que la intimidación se produjo con un cuchillo o un arma similar.
González Geza añade que la edad media de los menores denunciados por este tipo de violencia es inferior a la de otros delitos. Mientras que en estos últimos es de 17.5 años, en el "síndrome del emperador"esde 16 años. Sus protagonistas, además, no suelen tener historial delictivo.
Una última característica es que esta violencia familiar tiene una incidencia sensiblemente superior en hijos adoptados frente a los biológicos.
Cómo detectar un 'emperador' en casa:
1.- Incapacidad para desarrollar emociones morales (empatía, amor, compasión, etcétera) auténticas. Esto se traduce en muchas dificultades para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones.
2.- Incapacidad para aprender de los errores y de los castigos. Ante la desesperación de los padres, no parece que sirvan regaños y conversaciones, él busca su propio beneficio, parece guiado por un gran egocentrismo.
3.- Conductas habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles hacia hermanos y amistades.
Cómo enfrentarse al síndrome:
1.- Desarrollar de manera intencionada y sistemática las emociones morales y la conciencia de los hijos, dándoles oportunidades para que practiquen actos altruistas y que extraigan lecciones morales.
2.- Establecer límites firmes que no toleren la violencia y el engaño.
3.- Prestar ayuda para que desarrollen habilidades no violentas que satisfagan su gran ego.
Este tipo de violencia no es nueva, pero en los últimos años su incidencia se ha disparado: desde el año 2000, los casos de este tipo de maltrato se han multiplicado por seis, con cerca de 6 mil 500 denuncias recibidas por la Fiscalía General del Estado el año pasado.
Estos datos podrían reflejar sólo la punta del iceberg del problema, por la resistencia de los padres a denunciar a sus propios hijos. La pasada primavera, un caso sacó a la luz pública esta situación: una madre asturiana rogó a los servicios sociales que se ocuparan de su hija, cuyo comportamiento violento (golpes, robos, amenazas) ya no era capaz de resistir.
Sin embargo, "éste no es un caso característico, la tendencia de los padres es a encubrir el problema", explica Luis González Cieza, coordinador del programa de maltrato infantil de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor, y que participó en una jornada sobre el "síndrome del emperador", organizada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
En otros países, el fenómeno se ha tratado durante más años y los datos sobre su incidencia son más preocupantes. Un estudio realizado en Estados Unidos advierte que la violencia (no exclusivamente física) de adolescentes hacia sus padres tiene una incidencia de entre el 7 y el 18 por ciento en las familias tradicionales (en las monoparentales llega hasta el 29, mientras que las estadísticas canadienses aseguran que uno de cada 10 padres son maltratados).
Razones:
¿Qué puede ocurrir en la personalidad de un niño para que llegue a agredir a sus padres? Los expertos señalan innumerables causas genéticas, familiares y ambientales que ayuden al desarrollo de este síndrome.
Carlos Peiró, psicólogo de la Unidad de Orientación a la Familia de la Comunidad de Madrid, menciona, entre ellas, "el abandono de las funciones familiares, la sobreprotección y sobre exigencia simultáneas, los hábitos familiares determinados por la escasez de tiempo, la ausencia de autoridad, la permisividad y, sobre todo, la falta de elementos afectivos, como la calidez en la relación con los hijos. Se les educa más en otros entornos sociales que en la familia, algo que no ocurría hace tan sólo una década".
Sin embargo, para otros expertos, aspectos familiares o sociales, como la permisividad o la ausencia de autoridad, no son suficientes para explicar este fenómeno. Así lo cree Vicente Garrido Genovés, psicólogo criminalista y autor de Los hijos tiranos: el síndrome del emperador.
"Un padre excesivamente permisivo tiene como resultado un hijo caprichoso e irresponsable, pero no un hijo violento. La permisividad puede echar a perder a un niño (hacerse vago, juntarse con malas compañías, cometer delitos), pero si hay violencia es como resultado de un proceso de deterioro personal por falta de educación, generalmente al final de la adolescencia", explicó.
Para Garrido, la clave está en que estos niños "son incapaces de desarrollar emociones morales (como la empatía, el amor o la compasión), lo que se traduce en dificultad para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones".
Por ello, asegura que el "síndrome del emperador" tiene causas tanto biológicas (dificultad para desarrollar emociones morales y conciencia) como sociológicas, ya que, en la actualidad, "se desprestigia el sentimiento de culpa y se alienta la gratificación inmediata y el hedonismo.
"La familia y la escuela han perdido la capacidad de educación, y esto favorece que chicos con esta predisposición, que antes eran mantenidos por la sociedad, ahora tengan mucha más facilidad para exhibir la violencia".
Carlos Peiró coincide en que el elemento decisivo son "las carencias más o menos claras en la adquisición de competencias personales", agudizado por el hecho de que "el hijo ideal de los padres está en franca contradicción con los hijos sociales ideales definidos por la sociedad de consumo".
La importancia de los medios en este factor es clave: "La televisión enseña valores muy hedonistas y consumistas -apunta Garrido-, y dificulta el aprendizaje del autocontrol, es decir, la capacidad de esforzarse por renunciar a cosas inadecuadas y para perseguir metas que requieren esfuerzos. Los hijos tiranos ven en los medios muchas conductas y metas que son coincidentes con lo que ellos desean: pasarlo bien y hacer lo que quieran sin que nadie les obstaculice".
Lo que para muchos es una falta de disciplina que se soluciona con un "cachete a tiempo", es, sin embargo, un problema mucho más profundo que exige "ayudar a que el niño desarrolle una conciencia sólida; ésta es la mejor policía. Y ello se logra aplicando castigos razonables, pero firmes, y explicando las razones morales y prácticas que supone su mala acción. En los casos más graves es, por desgracia, casi imposible", lamenta Garrido.
Las madres, principales víctimas.
Los escasos estudios realizados en España sobre este fenómeno no permiten elaborar un perfil exacto de las familias que acogen a un niño o joven con el "síndrome del emperador". Sin embargo, los expertos coinciden en una mayor incidencia en las familias monoparentales.
"La mayoría de los casos se da en madres que vuelven a tener otra pareja", explica Luis González Cieza. Uno de los pocos estudios realizados al respecto es "La violencia de los jóvenes en la familia, una aproximación a los menores denunciados por sus padres", elaborado por el Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat de Cataluña.
El informe asegura que la madre es la víctima en el 87 por ciento de las ocasiones que se produce este tipo de violencia, y que principalmente recibe agresiones físicas, aunque también son habituales las verbales. En el 13.8 por ciento de los casos, el estudio refleja que la intimidación se produjo con un cuchillo o un arma similar.
González Geza añade que la edad media de los menores denunciados por este tipo de violencia es inferior a la de otros delitos. Mientras que en estos últimos es de 17.5 años, en el "síndrome del emperador"esde 16 años. Sus protagonistas, además, no suelen tener historial delictivo.
Una última característica es que esta violencia familiar tiene una incidencia sensiblemente superior en hijos adoptados frente a los biológicos.
Cómo detectar un 'emperador' en casa:
1.- Incapacidad para desarrollar emociones morales (empatía, amor, compasión, etcétera) auténticas. Esto se traduce en muchas dificultades para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por las malas acciones.
2.- Incapacidad para aprender de los errores y de los castigos. Ante la desesperación de los padres, no parece que sirvan regaños y conversaciones, él busca su propio beneficio, parece guiado por un gran egocentrismo.
3.- Conductas habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles hacia hermanos y amistades.
Cómo enfrentarse al síndrome:
1.- Desarrollar de manera intencionada y sistemática las emociones morales y la conciencia de los hijos, dándoles oportunidades para que practiquen actos altruistas y que extraigan lecciones morales.
2.- Establecer límites firmes que no toleren la violencia y el engaño.
3.- Prestar ayuda para que desarrollen habilidades no violentas que satisfagan su gran ego.
FIN DEL MUNDO?
El escenario podría ser cualquier gran ciudad de Estados Unidos, China o Europa. La hora, por ejemplo, poco después del anochecer de cualquier día entre mayo y septiembre, de 2012!!!. El cielo, de repente, aparece adornado con un gran manto de luces brillantes que oscilan como banderas al viento. Da igual que no estemos cerca del Polo Norte, donde las auroras suelen ser comunes. Podría tratarse perfectamente de Nueva York, Madrid o Pekín. Pasados unos segundos, las bombillas empiezan a parpadear, como si estuvieran a punto de fallar. Después, por un breve instante, brillan con una intensidad inusitada... y se apagan para siempre. En menos de un minuto y medio, toda la ciudad, todo el país, todo el continente, está completamente a oscuras y sin energía eléctrica. Un año después, la situación no ha cambiado. Sigue sin haber suministro y los muertos en las grandes ciudades se cuentan por millones. En todo el planeta está sucediendo lo mismo. ¿El causante del desastre? Una única y gran tormenta espacial, generada a más de 150 millones de kilómetros de distancia, en la superficie del Sol.
Y no es que de repente hayamos decidido alinearnos entre las filas de los catastrofistas que predican el fin del mundo precisamente para 2012. Pero lo descrito arriba es exactamente lo que pasaría si el actual ciclo solar (que acaba de empezar después de más de un año de completa inactividad) fuera sólo la mitad de violento de lo que se espera. Así lo dice, sin tapujos, un informe extraordinario financiado por la NASA y publicado hace menos de un año por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y resulta que, según el citado informe, son precisamente las sociedades occidentales las que, durante las últimas décadas, han sembrado sin quererlo la semilla de su propia destrucción.
«Un posible desastre»Se trata de nuestra actual forma de vida, dependiente en todo y para todo de una tecnología cada vez más sofisticada. Una tecnología que, irónicamente, resulta muy vulnerable a un peligro extraordinario: los enormes chorros de plasma procedentes del Sol. Un plasma capaz de freir en segundos toda nuestra red eléctrica (de la que la tecnología depende), con consecuencias realmente catastróficas. «Nos estamos acercando cada vez más hasta el borde de un posible desastre», asegura Daniel Baker, un experto en clima espacial de la Universidad de Colorado en Boulder y jefe del comité de la NAS que ha elaborado el informe.
Según Baker, es difícil concebir que el Sol pueda enviar hasta la Tierra la energía necesaria para provocar este desastre. Difícil, pero no imposible. La superficie misma de nuestra estrella es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie para viajar a través del espacio en forma de viento solar. Y de vez en cuando ese mismo viento se encarga de impulsar enormes globos de miles de millones de toneladas de plasma ardiente, enormes bolas de fuego que conocemos por el nombre de eyecciones de masa coronal. Si una de ellas alcanzara el campo magnético de la Tierra, las consecuencias serían catastróficas.
Nuestras redes eléctricas no están diseñadas para resistir esta clase de súbitas embestidas energéticas. Y que a nadie le quepa duda de que esas embestidas se producen con cierta regularidad. Desde que somos capaces de realizar medidas, la peor tormenta solar de todos los tiempos se produjo el 2 de septiembre de 1859. Conocida como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos (imagen bajo estas líneas). En aquella época, la energía eléctrica apenas si empezaba a utilizarse, por lo que los efectos de la tormenta casi no afectaron a la vida de los ciudadanos. Pero resultan inimaginables los daños que podrían producirse en nuestra forma de vida si un hecho así sucediera en la actualidad. De hecho, y según el análisis de la NASA, millones de personas en todo el mundo no lograrían sobrevivir.
El informe subraya la existencia de dos grandes problemas de fondo: El primero es que las modernas redes eléctricas, diseñadas para operar a voltajes muy altos sobre áreas geográficas muy extensas, resultan especialmente vulnerables a esta clase de tormentas procedentes del Sol. El segundo problema es la interdependencia de estas centrales con los sistemas básicos que garantizan nuestras vidas, como suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, transporte de alimentos y mercancías, mercados financieros, red de telecomunicaciones... Muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica.
Ni agua ni transporteIrónicamente, y justo al revés de lo que sucede con la mayor parte de los desastres naturales, éste afectaría mucho más a las sociedades más ricas y tecnológicas, y mucho menos a las que se encuentran en vías de desarrollo. Según el informe de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana, una tormenta solar parecida a la de 1859 dejaría fuera de combate, sólo en Estados Unidos, a cerca de 300 de los mayores transformadores eléctricos del país en un periodo de tiempo de apenas 90 segundos. Lo cual supondría dejar de golpe sin energía a más de 130 millones de ciudadanos norteamericanos.
Lo primero que escasearía sería el agua potable. Las personas que vivieran en un apartamento alto serían las primeras en quedarse sin agua, ya que no funcionarían las bombas encargadas de impulsarla a los pisos superiores de los edificios. Todos los demás tardarían un día en quedarse sin agua, ya que sin electricidad, una vez se consumiera la de las tuberías, sería imposible bombearla desde pantanos y depósitos. También dejaría de haber transporte eléctrico. Ni trenes, ni metro, lo que dejaría inmovilizadas a millones de personas, y estrangularía una de las principales vías de suministro de alimentos y mercancías a las grandes ciudades.
Una gran tormenta solar acabaría con los transformadores eléctricos. Después escasearía el agua potable y el transporte eléctrico no funcionaría: ni trenes ni metro
Los grandes hospitales, con sus generadores, podrían seguir dando servicio durante cerca de 72 horas. Después de eso, adiós a la medicina moderna. Y la situación, además, no mejoraría durante meses, quizás años enteros, ya que los transformadores quemados no pueden ser reparados, sólo sustituidos por otros nuevos. Y el número de transformadores de reserva es muy limitado, así como los equipos especializados que se encargan de instalarlos, una tarea que lleva cerca de una semana de trabajo intensivo. Una vez agotados, habría que fabricar todos los demás, y el actual proceso de fabricación de un transformador eléctrico dura casi un año completo...
El informe calcula que lo mismo sucedería con los oleoductos de gas natural y combustible, que necesitan energía eléctrica para funcionar. Y en cuanto a las centrales de carbón, quemarían sus reservas de combustible en menos de treinta días. Unas reservas que, al estar paralizado el transporte por la falta de combustible, no podrían ser sustituidas. Y tampoco las centrales nucleares serían una solución, ya que están programadas para desconectarse automáticamente en cuanto se produzca una avería importante el las redes eléctricas y no volver a funcionar hasta que la electricidad se restablezca.
Sin calefaccion ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Las primeras víctimas serían aquellas que dependen de un tratamiento médico
Sin calefacción ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Entre las primeras víctimas, todas aquellas personas cuya vida dependa de un tratamiento médico o del suministro regular de sustancias como la insulina. «Si un evento Carrington sucediera ahora mismo -asegura Paul Kintner, un físico del plasma de la Universidad de Cornell, de Nueva York- sus efectos serían diez veces peores que los del huracán Katrina». En realidad, sin embargo, la estimación de este físico se queda muy corta. El informe de la NAS cifra los costes de un evento Carrington en dos billones de dólares sólo durante el primer año (el impacto del Katrina se estimó entre 81 y 125 mil millones de dólares), y considera que el periodo de recuperación oscilaría entre los cuatro y los diez años.
Por supuesto, el informe no se limita a describir escenarios de pesadilla sólo en los Estados Unidos. Tampoco Europa, o China, se librarían de las desastrosas consecuencias de una tormenta geomagnética de gran intensidad.
Tomar precaucionesLa buena noticia, reza el informe, es que si se dispusiera del tiempo suficiente, las compañías eléctricas podrían tomar precauciones, como ajustar voltajes y cargas en las redes, o restringir las transferencias de energía para evitar fallos en cascada. Pero, ¿Tenemos un sistema de alertas que nos avise a tiempo? Los expertos de la NAS opinan que no. Actualmente, las mejores indicaciones de una tormenta solar en camino proceden del satélite ACE (Advanced Composition Explorer). La nave, lanzada en 1997, sigue una órbita solar que la mantiene siempre entre el Sol y la Tierra. Lo que significa que puede enviar (y envía) continuamente datos sobre la dirección y la velocidad de los vientos solares y otras emisiones de partículas cargadas que tengan como objetivo nuestro planeta.
ACE, pues, podría avisarnos de la inminente llegada de un chorro de plasma como el de 1859 con un adelanto de entre 15 y 45 minutos. Y en teoría, 15 minutos es el tiempo que necesita una compañía eléctrica para prepararse ante una situación de emergencia. Sin embargo, el estudio de los datos obtenidos durante el evento Carrington muestran que la eyección de masa coronal de 1859 tardó bastante menos de 15 minutos en recorrer la distancia que hay desde el ACE hasta la Tierra. Por no contar, además, que ACE tiene ya once años y que sigue trabajando a pesar de haber superado el periodo de actividad para el que había sido diseñado. Algo que se nota en el funcionamiento, a veces defectuoso, de algunos de sus sensores, que se saturarían sin remedio ante un evento de esas proporciones. Y lo peor es que no existen planes para reemplazarlo.
El mundo, probablemente, no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta suceda
Para Daniel Baker, que formó parte de una comisión que hace ya tres años alertó de los problemas de este satélite, «no tener una estrategia para sustituirlo cuando deje de funcionar es una completa locura!!. De hecho, otros satélites de observación solar, como SOHO, no pueden proporcionarnos alertas tan inmediatas ni tan fiables como las de ACE. Para Baker y los demás investigadores que han elaborado el informe, el mundo probablemente no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta, efectivamente, suceda.
Algo que, según el informe, podría ocurrir mucho antes de lo que nadie imagina. La «tormenta solar perfecta», de hecho, podría tener lugar durante la primavera o el otoño de un año con alta actividad solar (como lo será 2012). Y es precisamente en esos periodos, cerca de los equinoccios, cuando serían más dañinas para nosotros, ya que es entonces cuando la orientación del campo magnético terrestre (el escudo que nos proteje de los vientos solares), es más vulnerable a los bombardeos de plasma solar!!!.
Y no es que de repente hayamos decidido alinearnos entre las filas de los catastrofistas que predican el fin del mundo precisamente para 2012. Pero lo descrito arriba es exactamente lo que pasaría si el actual ciclo solar (que acaba de empezar después de más de un año de completa inactividad) fuera sólo la mitad de violento de lo que se espera. Así lo dice, sin tapujos, un informe extraordinario financiado por la NASA y publicado hace menos de un año por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y resulta que, según el citado informe, son precisamente las sociedades occidentales las que, durante las últimas décadas, han sembrado sin quererlo la semilla de su propia destrucción.
«Un posible desastre»Se trata de nuestra actual forma de vida, dependiente en todo y para todo de una tecnología cada vez más sofisticada. Una tecnología que, irónicamente, resulta muy vulnerable a un peligro extraordinario: los enormes chorros de plasma procedentes del Sol. Un plasma capaz de freir en segundos toda nuestra red eléctrica (de la que la tecnología depende), con consecuencias realmente catastróficas. «Nos estamos acercando cada vez más hasta el borde de un posible desastre», asegura Daniel Baker, un experto en clima espacial de la Universidad de Colorado en Boulder y jefe del comité de la NAS que ha elaborado el informe.
Según Baker, es difícil concebir que el Sol pueda enviar hasta la Tierra la energía necesaria para provocar este desastre. Difícil, pero no imposible. La superficie misma de nuestra estrella es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie para viajar a través del espacio en forma de viento solar. Y de vez en cuando ese mismo viento se encarga de impulsar enormes globos de miles de millones de toneladas de plasma ardiente, enormes bolas de fuego que conocemos por el nombre de eyecciones de masa coronal. Si una de ellas alcanzara el campo magnético de la Tierra, las consecuencias serían catastróficas.
Nuestras redes eléctricas no están diseñadas para resistir esta clase de súbitas embestidas energéticas. Y que a nadie le quepa duda de que esas embestidas se producen con cierta regularidad. Desde que somos capaces de realizar medidas, la peor tormenta solar de todos los tiempos se produjo el 2 de septiembre de 1859. Conocida como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos (imagen bajo estas líneas). En aquella época, la energía eléctrica apenas si empezaba a utilizarse, por lo que los efectos de la tormenta casi no afectaron a la vida de los ciudadanos. Pero resultan inimaginables los daños que podrían producirse en nuestra forma de vida si un hecho así sucediera en la actualidad. De hecho, y según el análisis de la NASA, millones de personas en todo el mundo no lograrían sobrevivir.
El informe subraya la existencia de dos grandes problemas de fondo: El primero es que las modernas redes eléctricas, diseñadas para operar a voltajes muy altos sobre áreas geográficas muy extensas, resultan especialmente vulnerables a esta clase de tormentas procedentes del Sol. El segundo problema es la interdependencia de estas centrales con los sistemas básicos que garantizan nuestras vidas, como suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, transporte de alimentos y mercancías, mercados financieros, red de telecomunicaciones... Muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica.
Ni agua ni transporteIrónicamente, y justo al revés de lo que sucede con la mayor parte de los desastres naturales, éste afectaría mucho más a las sociedades más ricas y tecnológicas, y mucho menos a las que se encuentran en vías de desarrollo. Según el informe de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana, una tormenta solar parecida a la de 1859 dejaría fuera de combate, sólo en Estados Unidos, a cerca de 300 de los mayores transformadores eléctricos del país en un periodo de tiempo de apenas 90 segundos. Lo cual supondría dejar de golpe sin energía a más de 130 millones de ciudadanos norteamericanos.
Lo primero que escasearía sería el agua potable. Las personas que vivieran en un apartamento alto serían las primeras en quedarse sin agua, ya que no funcionarían las bombas encargadas de impulsarla a los pisos superiores de los edificios. Todos los demás tardarían un día en quedarse sin agua, ya que sin electricidad, una vez se consumiera la de las tuberías, sería imposible bombearla desde pantanos y depósitos. También dejaría de haber transporte eléctrico. Ni trenes, ni metro, lo que dejaría inmovilizadas a millones de personas, y estrangularía una de las principales vías de suministro de alimentos y mercancías a las grandes ciudades.
Una gran tormenta solar acabaría con los transformadores eléctricos. Después escasearía el agua potable y el transporte eléctrico no funcionaría: ni trenes ni metro
Los grandes hospitales, con sus generadores, podrían seguir dando servicio durante cerca de 72 horas. Después de eso, adiós a la medicina moderna. Y la situación, además, no mejoraría durante meses, quizás años enteros, ya que los transformadores quemados no pueden ser reparados, sólo sustituidos por otros nuevos. Y el número de transformadores de reserva es muy limitado, así como los equipos especializados que se encargan de instalarlos, una tarea que lleva cerca de una semana de trabajo intensivo. Una vez agotados, habría que fabricar todos los demás, y el actual proceso de fabricación de un transformador eléctrico dura casi un año completo...
El informe calcula que lo mismo sucedería con los oleoductos de gas natural y combustible, que necesitan energía eléctrica para funcionar. Y en cuanto a las centrales de carbón, quemarían sus reservas de combustible en menos de treinta días. Unas reservas que, al estar paralizado el transporte por la falta de combustible, no podrían ser sustituidas. Y tampoco las centrales nucleares serían una solución, ya que están programadas para desconectarse automáticamente en cuanto se produzca una avería importante el las redes eléctricas y no volver a funcionar hasta que la electricidad se restablezca.
Sin calefaccion ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Las primeras víctimas serían aquellas que dependen de un tratamiento médico
Sin calefacción ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Entre las primeras víctimas, todas aquellas personas cuya vida dependa de un tratamiento médico o del suministro regular de sustancias como la insulina. «Si un evento Carrington sucediera ahora mismo -asegura Paul Kintner, un físico del plasma de la Universidad de Cornell, de Nueva York- sus efectos serían diez veces peores que los del huracán Katrina». En realidad, sin embargo, la estimación de este físico se queda muy corta. El informe de la NAS cifra los costes de un evento Carrington en dos billones de dólares sólo durante el primer año (el impacto del Katrina se estimó entre 81 y 125 mil millones de dólares), y considera que el periodo de recuperación oscilaría entre los cuatro y los diez años.
Por supuesto, el informe no se limita a describir escenarios de pesadilla sólo en los Estados Unidos. Tampoco Europa, o China, se librarían de las desastrosas consecuencias de una tormenta geomagnética de gran intensidad.
Tomar precaucionesLa buena noticia, reza el informe, es que si se dispusiera del tiempo suficiente, las compañías eléctricas podrían tomar precauciones, como ajustar voltajes y cargas en las redes, o restringir las transferencias de energía para evitar fallos en cascada. Pero, ¿Tenemos un sistema de alertas que nos avise a tiempo? Los expertos de la NAS opinan que no. Actualmente, las mejores indicaciones de una tormenta solar en camino proceden del satélite ACE (Advanced Composition Explorer). La nave, lanzada en 1997, sigue una órbita solar que la mantiene siempre entre el Sol y la Tierra. Lo que significa que puede enviar (y envía) continuamente datos sobre la dirección y la velocidad de los vientos solares y otras emisiones de partículas cargadas que tengan como objetivo nuestro planeta.
ACE, pues, podría avisarnos de la inminente llegada de un chorro de plasma como el de 1859 con un adelanto de entre 15 y 45 minutos. Y en teoría, 15 minutos es el tiempo que necesita una compañía eléctrica para prepararse ante una situación de emergencia. Sin embargo, el estudio de los datos obtenidos durante el evento Carrington muestran que la eyección de masa coronal de 1859 tardó bastante menos de 15 minutos en recorrer la distancia que hay desde el ACE hasta la Tierra. Por no contar, además, que ACE tiene ya once años y que sigue trabajando a pesar de haber superado el periodo de actividad para el que había sido diseñado. Algo que se nota en el funcionamiento, a veces defectuoso, de algunos de sus sensores, que se saturarían sin remedio ante un evento de esas proporciones. Y lo peor es que no existen planes para reemplazarlo.
El mundo, probablemente, no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta suceda
Para Daniel Baker, que formó parte de una comisión que hace ya tres años alertó de los problemas de este satélite, «no tener una estrategia para sustituirlo cuando deje de funcionar es una completa locura!!. De hecho, otros satélites de observación solar, como SOHO, no pueden proporcionarnos alertas tan inmediatas ni tan fiables como las de ACE. Para Baker y los demás investigadores que han elaborado el informe, el mundo probablemente no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta, efectivamente, suceda.
Algo que, según el informe, podría ocurrir mucho antes de lo que nadie imagina. La «tormenta solar perfecta», de hecho, podría tener lugar durante la primavera o el otoño de un año con alta actividad solar (como lo será 2012). Y es precisamente en esos periodos, cerca de los equinoccios, cuando serían más dañinas para nosotros, ya que es entonces cuando la orientación del campo magnético terrestre (el escudo que nos proteje de los vientos solares), es más vulnerable a los bombardeos de plasma solar!!!.
MISERABLES SOCIALISTAS
Comunistas, sindicalistas, socialistas en general que tanto criticáis al capitalismo porque produce miseria, mirad como pagáis a gente de élite.
Desde luego, esto no lo denunciáis ni consideráis que sea explotación, esclavismo o algo parecido, esto no porque lo hacen los que son como vosotros.
GEORVIS ELÍAS, DISIDENTE CUBANO
"Cobraba 9 euros al mes como internacional de la selección cubana"
Georvis Elías, uno de los jugadores que escapó del régimen cubano el pasado verano, ha indicado en Tirando a Fallar de esRadio las penurias que arrastraba
como deportista de élite en Cuba. Además, ha denunciado los irrisorios sueldos que pagan en la isla, así como las penosas condiciones deportivas,
LIBERTAD DIGITAL
Georvis Elías ha sido el invitado estrella en Tirando a Fallar, donde ha comentado la situación del baloncesto en Cuba y cómo se fugó con tres de sus compañeros
dos días después de un partido ante España en Gran Canaria.
Para los aficionados al baloncesto un jugador; para el régimen cubano, un traidor a la revolución. Georvis Elías ha analizado la situación del deporte de
la canasta en Cuba donde “no existen patrocinadores y es totalmente amateur”. El disidente asegura que “se ganaba la vida con el baloncesto porque llevaba
nueve años en la selección absoluta y mi sueldo ya ascendía a nueve euros al mes”.
Este indecente suma de dinero está agravada por el hecho de que las autoridades cobran dinero por entrar a los partidos, una suma económica que se va al
Instituto Nacional de Deportes.
Además, ha explicado el férreo control del régimen, ya que “no permiten que extranjeros jueguen allá ni que cubanos salgan a otros países”. Aún así, la
selección salía a jugar lejos de la isla en verano, pero los delegados ejercían un gran control sobre el equipo. “No podíamos salir del hotel solos por
miedo a fugarnos”, relata en Tirando a Fallar.
Elías ha relatado cómo fue la fuga que tuvo lugar el pasado verano en Gran Canaria. “Veníamos desde Cuba con la idea de fugarnos”, se ha sincerado el caribeño.
“En el último momento se unieron dos jugadores más” y robaron los pasaportes de la habitación donde los retenían. “Al salir del hotel cogimos un taxi y
le pedimos que nos llevara lo más lejos posible del lugar donde nos encontrábamos. Después estuvimos un tiempo escondidos”, ha relatado.
También ha contado los medios que tienen los cubanos para practicar el baloncesto. Para Elías, “en Cuba hay pabellones con buenas condiciones y malas condiciones,
pero en España son mejores”. Ha finalizado denunciando “la falta de medios de los cubanos para practicar este deporte”.
Esta y otras noticias en la versión para móviles de LD:
m.libertaddigital.com
http://www.libertaddigital.com/deportes/cobraba-9-euros-al-mes-como-internacional-de-la-seleccion-cubana-1276386506/
La respuesta no es la izquierda, jamás: “el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la predica a la envidia. Su efecto inherente es
la distribución igualitaria de la miseria” Winston Churchill
Desde luego, esto no lo denunciáis ni consideráis que sea explotación, esclavismo o algo parecido, esto no porque lo hacen los que son como vosotros.
GEORVIS ELÍAS, DISIDENTE CUBANO
"Cobraba 9 euros al mes como internacional de la selección cubana"
Georvis Elías, uno de los jugadores que escapó del régimen cubano el pasado verano, ha indicado en Tirando a Fallar de esRadio las penurias que arrastraba
como deportista de élite en Cuba. Además, ha denunciado los irrisorios sueldos que pagan en la isla, así como las penosas condiciones deportivas,
LIBERTAD DIGITAL
Georvis Elías ha sido el invitado estrella en Tirando a Fallar, donde ha comentado la situación del baloncesto en Cuba y cómo se fugó con tres de sus compañeros
dos días después de un partido ante España en Gran Canaria.
Para los aficionados al baloncesto un jugador; para el régimen cubano, un traidor a la revolución. Georvis Elías ha analizado la situación del deporte de
la canasta en Cuba donde “no existen patrocinadores y es totalmente amateur”. El disidente asegura que “se ganaba la vida con el baloncesto porque llevaba
nueve años en la selección absoluta y mi sueldo ya ascendía a nueve euros al mes”.
Este indecente suma de dinero está agravada por el hecho de que las autoridades cobran dinero por entrar a los partidos, una suma económica que se va al
Instituto Nacional de Deportes.
Además, ha explicado el férreo control del régimen, ya que “no permiten que extranjeros jueguen allá ni que cubanos salgan a otros países”. Aún así, la
selección salía a jugar lejos de la isla en verano, pero los delegados ejercían un gran control sobre el equipo. “No podíamos salir del hotel solos por
miedo a fugarnos”, relata en Tirando a Fallar.
Elías ha relatado cómo fue la fuga que tuvo lugar el pasado verano en Gran Canaria. “Veníamos desde Cuba con la idea de fugarnos”, se ha sincerado el caribeño.
“En el último momento se unieron dos jugadores más” y robaron los pasaportes de la habitación donde los retenían. “Al salir del hotel cogimos un taxi y
le pedimos que nos llevara lo más lejos posible del lugar donde nos encontrábamos. Después estuvimos un tiempo escondidos”, ha relatado.
También ha contado los medios que tienen los cubanos para practicar el baloncesto. Para Elías, “en Cuba hay pabellones con buenas condiciones y malas condiciones,
pero en España son mejores”. Ha finalizado denunciando “la falta de medios de los cubanos para practicar este deporte”.
Esta y otras noticias en la versión para móviles de LD:
m.libertaddigital.com
http://www.libertaddigital.com/deportes/cobraba-9-euros-al-mes-como-internacional-de-la-seleccion-cubana-1276386506/
La respuesta no es la izquierda, jamás: “el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la predica a la envidia. Su efecto inherente es
la distribución igualitaria de la miseria” Winston Churchill
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