lunes, 15 de noviembre de 2010

MÁS PERROS GUIAS EN LAS CALLES




Segundo día consecutivo publicando dos post!
Hoy a parte del fiasco que nos dió Fernando Alonso, os quiero hablar de que la FUNDACIÓN ONCE DEL PERRO GUIA (FOPG) cada año, saca a las calles más perros guias.

Más de 1.800 perros guía han sido formados en la Escuela en los últimos 20 años
El alcalde de Boadilla del Monte visita las instalaciones de la Fundación ONCE del Perro Guía en la localidad madrileña
Juan Siguero, acompañado de parte de su equipo de Gobierno, ha conocido de primera mano el proceso de educación y formación de estos animales

El alcalde de Boadilla del Monte, Juan Siguero, ha realizado hoy una visita oficial a la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG), situada en el mismo municipio madrileño, desde donde han salido más de 1.800 perros perfectamente adiestrados para ayudar a otras tantas personas ciegas de toda España y mejorar su autonomía personal.

Juan Siguero, acompañado de parte de su equipo de Gobierno local ha podido conocer de primera mano cómo es el proceso de educación y formación de estos animales desde su nacimiento hasta su graduación como perros guía, y cómo interviene la FOPG en esta labor.

Los máximos responsables de la FOPG, el presidente del Patronato, Xavier Grau, y la directora gerente, Gemma León, han mostrado al alcalde de Boadilla las principales estancias del centro y las utilidades de cada una de ellas, para finalizar con una pequeña exhibición del trabajo realizado por los perros guía junto a sus entrenadores.

La FOPG cuenta con una superficie total de unos 100.000 metros cuadrados. Las instalaciones albergan los diferentes módulos necesarios en el proceso de formación de los perros: Residencia, Oficinas, Aislamiento y Perreras. Todos ellos dotados con los últimos avances para conseguir una máxima eficiencia en la calidad y sanidad de los perros guía, y un equipo humano y profesional sumamente vocacional y con una amplia experiencia.

Trabaja actualmente con tres razas de perro, el Labrador, el Golden Retriever y el Pastor Alemán, que han demostrado ser las más adecuadas para la función que desempeñan.

Desde su creación en 1991, esta Fundación ha proporcionado 1.876 perros guía, el 75% adiestrados por ella misma y el resto por la escuela norteamericana Leader Dogs For the Blind, en Rochester, fruto del acuerdo firmado entre ambas entidades y el Club de Leones. De ellos, 930 están actualmente en activo en España.

Adiestramiento durante casi dos años

El proceso que conduce a un perro a convertirse en guía se inicia con la exigente selección de sus padres. La experiencia ha determinado que son tres las razas más apropiadas y utilizadas: el Labrador Retriever, el Golden Retriever –o el cruce de ambas- y el Pastor Alemán.

Al final del periodo, que dura entre 18 y 24 meses, sólo la mitad de los perros llegarán a ser guía. Antes, deben superar un proceso que tiene tres etapas diferenciadas: estancia con una familia (entre los 2 y los 12 meses); periodo de adiestramiento (seis meses más) y adaptación a su usuario.

El periodo de adopción en una familia es la etapa de socialización del perro, donde aprende a convivir con personas próximas y extrañas y se acostumbra a situaciones, objetos y sonidos como el transporte público, las tiendas o el bullicio, además de aprender las primeras reglas. Entre los 12 y los 18 meses, el perro trabaja en su fase de adiestramiento, donde logra habilidades específicas, como caminar recto, señalar bordillos o sortear obstáculos.

Al final, llega el momento de asignar el perro a aquel usuario de características más acordes con las del animal: en un cursillo de tres semanas, perro y usuario aprenden a trabajar juntos. Por delante quedan nueve o diez años de convivencia.

Los usuarios buscan un compañero capaz de integrarlos en la sociedad. Por eso, cuentan con derechos que les garantizan que el equipo perro-ciego puede hacer vida normal. Las leyes de todas las CCAA amparan el derecho a deambular libremente en cualquier establecimiento público, o de uso público, o utilizar cualquier medio de transporte.

Esa misma legislación, obliga a los usuarios a mantener a sus perros en perfectas condiciones higiénico-sanitarias, con el fin de que nunca puedan representar un peligro para las personas que con ellos conviven, para lo que, cada seis meses, estos perros son sometidos a análisis y revisiones veterinarias.

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