lunes, 29 de noviembre de 2010

BARCELONA - REAL MADRID: HISTORIA DE UN DESAMOR


Hoy Lunes es el día acordado para vibrar del clásico de la liga española. 2 veces al año los futboleros vivimos este partido como algo especial.
Yo he de confesar que un Barcelona Madrid, me interesa por el tema futbolístico. Antes, me hubiese apasionado por que era del Madrid pero con el paso de los años... las cosas han cambiado. No obstante, doy mi voto y confianza a los blancos para que hoy derroten al FC Barcelona.
Y para arrancar la semana, unos datos recopilados en un libro publicado recientemente al respecto de este duelo deportivo.

"Madrid-Barça, historia de un desamor", es el título de uno de los libros del impecable escritor español Julián García Candau. Resulta también el retrato de un rasgo central del superclásico de España, un duelo que excede los límites del Camp Nou y del Santiago Bernabeu. Un recorrido de más de un siglo que se fue transformando en dos cosas: un duelo que sirve de espejo de otras realidades de la vida española y un partido que, además de convocar adhesiones hasta en los rincones más inhóspitos del mundo, contiene frecuentemente a dos de los planteles más cotizados de la elite del fútbol europeo.

Los datos cuentan que es el clásico más importante del mundo. Son los dos clubes con más títulos oficiales en el planeta (suman 144 entre los dos; con una leve diferencia de dos conquistas para el Real Madrid); salvo Pelé, que nunca jugó en un equipo de Europa, todos los más grandes cracks participaron de este clásico: Alfredo Di Stéfano para el Real; Diego Maradona, Johan Cruyff y Lionel Messi para los catalanes; lo disputaron 18 ganadores del Balón de Oro y 12 premiados del FIFA World Player; acumulan 265.000 socios a dúo (los catalanes, 175.000; los madrileños, 90.000); son las dos instituciones que más puntos sumaron en competiciones europeas a lo largo de la historia (juntos, más de 1.400 puntos). Y algo más: ahora, por primera vez, será el clásico de los campeones del mundo.

La primera vez que el Real Madrid y el Barcelona se enfrentaron fue el 13 de mayo de 1902. Era un duelo por la semifinal de la Copa de la Coronación y se impusieron los catalanes por 3-1. Recién se volverían a ver las caras cuatro años más tarde en un amistoso, en el que Barcelona se impuso otra vez, como local por 5-2, en la primera goleada de este duelo de 108 años. Al evocar aquel partido de 1906, el periodista Mauro Picatoste escribió en el diario El País: "El Barcelona, casi sin socios y a punto de desaparecer, invitaba al Real Madrid para paliar su crisis deportiva y económica. De hecho, los azulgrana tuvieron que reforzarse con jugadores de otros equipos de la ciudad para alcanzar los once que disputarían el encuentro". Otros tiempos, claro.

El primer gran impulso para esta rivalidad (más allá de la histórica tirantez entre las dos principales ciudades de España) aconteció con el nacimiento de la Liga. La temporada 1928/29 fue un mano a mano por el título entre madridistas y culés. En el primer encuentro liguero entre ambos clubes, ganó el Real Madrid 2-1 como visitante. Pero no le alcanzó al equipo de la Casa Blanca: los de la Ciudad Condal se consagraron campeones de la temporada inaugural.

Sin embargo, el gran hito deportivo que los hizo y los hace irreconciliables tiene que ver con un argentino nacido en Barracas: en 1953 Barcelona se puso en contacto con Alfredo Di Stéfano y llegó a un acuerdo para su contratación también con River, el dueño de su pase. Entonces apareció el Real Madrid y le pagó al Millonarios (club donde estaba jugando en condición de cedido La Saeta Rubia) por los derechos del jugador. La Federación Española intercedió: hizo que el Barcelona esperara su fichaje, "bajo secreto de sumario por real decreto", según señalan los diarios deportivos de la época. Ya en agosto, la Federación cerró el libro de pases y evitó que el Barça pudiera contratar al futbolista. Sin embargo, dos semanas más tarde, la misma Federación anunció que de manera excepcional permitiría la contratación de Di Stéfano por parte del Real Madrid. Y con una curiosa aclaración: cada año el delantero estelar debía alternar de equipo entre Real Madrid y Barcelona. En breve, indignados, los dirigentes del club catalán desistieron del extraño trato.

Di Stéfano, hoy presidente honorario del Real Madrid, ganó 15 títulos con el club (entre ellos, cinco Copas de Europa). No sólo eso: se convirtió en la principal bandera de la gloria del club. Vale el ejemplo: en una entrevista reciente le preguntaron al escritor Javier Marías, hincha del club de Chamartín: "¿Hay equivalentes futboleros a tus libros firmados por Conrad?" Respondió de manera inmediata: "El día en que, en el palco del Bernabeu, tuve ocasión de saludar a Di Stéfano, el mayor mito de mi infancia. Ése es mi Conrad del fútbol..."

Algún día de 2006, en ocasión de la presentación de su libro Dios es redondo, el escritor mexicano Juan Villoro estaba hablando de los vínculos entrelazados entre la política y el fútbol. Puso tres ejemplos de dictaduras que emplearon al fútbol como propaganda: la de Ceaucescu con el Steaua de Bucarest; la de Milosevic en los tiempos exitosos del Estrella Roja de Belgrano; y el Real Madrid de Franco. Y recordó aquel episodio: "Fue el dictador, quien impidió que Di Stéfano llegara al Barcelona".

En los 208 partidos por competiciones oficiales, hay una leve ventaja en favor del Real Madrid: 85 triunfos contra 84. Sin embargo, incluyendo los 31 amistosos que disputaron, los catalanes están al frente: 99 a 89. La máxima goleada de este recorrido sucedió en la Casa Blanca y fue pura fiesta del madridismo: 8-2, en la temporada 1934/35. Pero la mayor victoria a domicilio fue el mágico 5-0 de los blaugranas en la campaña 1973/74, con un Cruyff estelar, que luego levantó el título de la Liga tras 14 años de espera. Poco le faltó para igualarlo al 6-2 de la temporada pasada. Otro detalle que cuenta la estadística y que tiene que ver con un rasgo de este duelo: en apenas ocho encuentros no se convirtieron goles (menos del 4% de las veces).

El lunes, en el Camp Nou, se disputará la edición oficial 209 del duelo entre Barcelona y Real Madrid. Se estima que será visto por unos 400 millones de espectadores, récord para un partido de Liga de cualquier país. Habita otra sensación: difícil o imposible debe ser encontrar un superclásico con tantos cracks y tantos millones involucrados. En ese pasado de gloria inmensa y en este presente de protagonismo casi hegemónico.

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