miércoles, 13 de enero de 2010

SI TU PERRO FUESE TU MAESTRO...





Si tu perro fuera tu Maestro aprenderías:
Correr al encuentro de alguien que amas cuando llega a casa.
Nunca perderte una oportunidad de salir a pasear en automóvil.
Darte la oportunidad de experimentar el viento fresco en tu rostro.
Mostrarles a los demás cuando están invadiendo tu territorio.
Tomarte una siestita al mediodía y estirarte antes de levantarte.
Correr, brincar y jugar todos los días.
Intentar llevarte bien con tu prójimo y dejar que las personas te toquen.
No morder cuando un simple gruñido resuelve la situación.
En días calurosos, detenerte para rodar en el pasto, beber muchos líquidos y acostarte bajo la sombra de un árbol.
Danzar y balancear todo tu cuerpo cuando estás feliz.
Sin importar las veces que alguien te lastime, regresar y hacer nuevamente las paces. sin sentirte culpable.
Aprovechar el placer de una larga caminata.
Alimentarte con gusto y entusiasmo.
Comer sólo lo suficiente.
Ser leal.
Nunca pretender ser lo que no eres.
Y lo más importante de todo. Permanecer silencioso cuando alguien está nervioso o triste, quedándote cerca para mostrarle que tú estás allí para consolarlo.

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