Hace pocos días supimos la lamentable e indignante decisión de un juez en Sevilla en el caso Marta del Castillo. Y he querido buscar una sentencia a mi juicio (no soy juez) algo extrabagante tal vez por el caso tratado.
El agresor le propinó un golpe en el pómulo al cliente.
Las lesiones requirieron tratamiento odontológico.
También le pegó a su amigo, por intentar defenderle.
Un portero de una discoteca de Deba (Guipúzcoa) ha sido condenado a medio año de cárcel por golpear a un cliente de la sala de fiestas al que se le cayó un vaso, así como a un amigo de la víctima que intentó auxiliarla.
Según la sentencia del caso, los hechos ocurrieron la madrugada del día de Navidad de 2009, cuando a un hombre que se encontraba en la discoteca se le escapó su consumición y el vaso se rompió contra el suelo, momento en el que el acusado, "guiado por el ánimo de atentar contra la integridad física" de la víctima, "le golpeó en el pómulo izquierdo".
A consecuencia del impacto, el agredido sufrió distintas lesiones que requirieron asistencia facultativa de las que tardó siete días en recuperarse, así como tratamiento odontológico.
Patadas y golpes
Un amigo del perjudicado acudió entonces en ayuda de su allegado, pero el procesado también arremetió contra él y le propinó "varias patadas y golpes" que le ocasionaron "una contusión en la región cervical derecha" y la "rotura parcial" de los incisivos.
Este herido también precisó de una primera atención médica y de tratamiento odontológico para su recuperación, en la que invirtió cinco días.
Durante el juicio por estos hechos, el imputado se conformó con la pena solicitada por la Fiscalía, por lo que ahora ha sido condenado a penas que suman medio año de cárcel por dos delitos de lesiones en su modalidad atenuada. Además, deberá indemnizar a sus víctimas con 800 y 150 euros respectivamente
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