martes, 17 de enero de 2012

BICICLETA

Estamos todavía en el crudo invierno español (no demasiado pero para los locales lo es) y ya estamos pensando en la primavera y el verano tiempo dónde sacaremos las bicicletas a pasear aonque haya muchos que lo hacen a menudo para practicar deporte. Hoy os quiero presentar su historia.


Es muy posible que los antiguos ya hubieran pensado en la bicicleta hace miles de años. En el obelisco de Luxor que hoy se alza en una plaza parisina, uno de los jeroglíficos muestra a un hombre a horcajadas sobre una barra horizontal montada sobre dos ruedas. ¿Su fecha...? ¡el año 1300 antes de Cristo... !

Otro pueblo medio-oriental, el babilonio, incluye entre los motivos decorativos de sus bajo-relieves un artilugio que claramente recuerda nuestro vehículo. Y posteriormente, ya en el Renacimiento europeo, en la catedral de cierta ciudad inglesa de Buckinghamshire, un querubín hace el ademán de montar una bicicleta: era el año 1580.

Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII, en 1645, cuando el francés Jean Théson rodó en la localidad de Fontainebleau con un armatoste que él mismo impulsaba con los pies. Era ya una bicicleta. La idea se había materializado de una manera práctica.

Posteriormente, en vísperas de la Revolución Francesa, M.Blanchard y M. Masurier construyeron un vehículo plenamente reconocible como tal. La descripción de esta bicicleta se encuentra en el Journal de Paris, de 1779, y se llama al invento con el nombre de velocipedes, o "pies ligeros". A los reyes de Francia, Luis XVI y María Antonieta, les gustó tanto la idea que patrocinaron el invento, animando a sus impulsores a seguir adelante. Blanchard y Mesurier, mecánico y físico respectivamente, se habían servido de las ideas que un siglo antes había tenido Jacques Ozanam, ilustre matemático a quien su médico había recomendado construir lo que se llamó en su tiempo "la carroza mecánica", que no era otra cosa que un triciclo cuyas ruedas traseras se accionaban mediante una especie de berbiquí que giraba a modo de un molinillo.

Pero toda aquella familia de locos cacharros del siglo XVIII no merecen todavía el nombre de "bicicleta", ya que solían contar con más de dos ruedas. La verdadera bicicleta aparecería en el siglo XIX. Así, en 1818, el barón Karl von Drais ingenió una "máquina de correr" que se patentó con el nombre de vélocipède, y que la gente conoció bajo el nombre popular de "draisiana". El estrambótico aristócrata se había inspirado en el conde de Sivrac, quien en 1690 se había montado sobre un armatoste con ruedas, y se había lanzado, a horcajadas sobre semejante máquina, cuesta abajo, con gran risa de los circundantes y escándalo de la nobleza. Tanto las draisianas, como el esperpéntico cacharro del conde de Sivrac, se impulsaban con los pies, ya que no se había inventado la cadena de transmisión.

La aparición del velocípedo en las calles de París, mediado el siglo XIX, provocó curiosidad y cierto escándalo. Fue un obrero parisino llamado Lallement quien se atrevió primero que nadie a circular a bordo de este armatoste por las avenidas de la capital. Este valiente ciclista no tardó en ser descabalgado de su novedoso vehículo por la chiquillería que no dudó en apedrearle. Además, la policía lo detuvo luego por escándalo público.

La primera bicicleta que contó con cadena de transmisión fue la fabricada por James Slater, en 1864. Pero resulta sorprendente comprobar que Leonardo da Vinci ya la había dibujado casi cuatrocientos años antes. Y unos años después, en 1870, James Starley introdujo la importante novedad de dotar a las ruedas de radios de alambre. Fue este mismo personaje, Starley, quien inventó la bicicleta para uso de las mujeres, en 1874: un vehículo con un solo pedal, y que se maniobraba de costado. El propósito era evitar que las damas tuvieran que enseñar las piernas, con lo que se acallaban las voces críticas que se habían alzado en contra de un vehículo que según ellos atentaba a la moral pública de manera peligrosa.

Aunque la draisiana había estado equipada con dirección giratoria, ésta no era un verdadero manillar. El manillar fue inventado en 1817, y los pedales en 1839. La primera bicicleta completa echó a rodar en 1840. Era la del inglés Kirkpatrik MacMillan. Y casi medio siglo después, otro inglés, John Starley Kemp, construyó lo que llamó rover safety. Kemp fue el padre de la industria de la bicicleta. En 1885 había creado la bicicleta "rover", rápida, cómoda, de fácil manejo, mucho mejor que la de su tío James. Era ya la bicicleta moderna, con sus dos ruedas del mismo tamaño, transmisión de cadena y engranaje, pedales, bielas, cuadro romboidal y conducción directa con horquilla inclinada. Con el invento del neumático en 1888, se convertiría, la bicicleta antes descrita, en una rama poderosa de la industria de la locomoción; un producto que ofrecía gran seguridad. Y tal fue el auge que iría tomando que sería adoptada, en 1896, como deporte olímpico en las primeras olimpiadas de la era moderna.

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