viernes, 18 de febrero de 2011

DIFÍCIL SUPERVIVENCIA


Hoy os hablo de algo realmente impactante y es que el futuro de la ONCE, no está garantizado pese a lo que muchos puedan pensar.

«La ONCE tiene difícil su pervivencia»
Ricardo Gayol Consejero de la Organización Nacional de Ciegos
«Están jugando a una doble baraja, con una imagen externa de entidad social y una realidad interna que despide a trabajadores»
«La falta de democracia interna crea una situación de dominación política y partido único»
«Si no cambia el sistema electoral, boicotearemos de forma activa las elecciones de marzo»
No le asustan las palabras gruesas y cuando una le escucha, vehemente, intenso y guerrero, se le hace difícil imaginarle en algún momento en el poder. Pero Ricardo Gayol lo estuvo. Fue en la época dorada de la Organización Nacional de Ciegos de España, cuando, de la mano de Miguel Durán, la ONCE creció exponencialmente, se convirtió en un emporio al que hubo que ponerle límites y sucumbió después a sus propias desmesuras. De aquel equipo se fue por discrepancias de gestión y desde entonces se ha instalado en la oposición interna, desde la cual advierte de los riesgos de una institución que «va en picado», critica la falta de democracia interna y anuncia que, si no cambian las reglas del juego, su plataforma opositora, Puedo, boicoteará las elecciones del próximo año.
-¿Qué está pasando en la ONCE?
-Que está viviendo una situación muy delicada. Por una parte, viene arrastrando desde hace años una crisis institucional importante, con una pérdida de ingresos que obligó en 2004 al Gobierno a arbitrarle unas subvenciones de las que aún sigue viviendo. Y por otra, está instalada en una permanente crisis política, porque vive en una situación monolítica de partido único y casi sindicato único. Casi todas las decisiones están polarizadas por esa amalgama política que está en el poder. Y con esa situación, la dirección juega con una doble baraja: públicamente defiende que es una entidad de carácter social, lo que les da una cierta protección pública y social, pero internamente maneja las normas del mercado laboral, actuando con los trabajadores y afiliados como una empresa pura y dura, despidiendo y creando situaciones que no tienen nada que ver con la imagen social que da fuera.
-¿Qué ha disparado la situación?
-Este año que viene es decisivo para la ONCE, porque los marcadores de la crisis interna y los de la crisis económica general están disparados. Es una situación muy difícil ya para la pervivencia de la institución.
-¿Está diciendo que la ONCE puede desaparecer?
-Fijar la pervivencia en años es difícil, porque la ONCE es una institución con muchos recursos, pero que va en picado. En marzo tendremos elecciones y, si se dan en las condiciones de las últimas, en las que sacaron un Consejo General monocolor, se va a perpetuar una situación en la que no hay democracia interna. La oposición está ahogada por un sistema electoral completamente amañado por un poder enfeudado, que dispone sobre vidas y haciendas de un colectivo que no tiene capacidad de respuesta.
-Pero ustedes ¿no están tutelados por el Gobierno?
-Sí, pero en el Ministerio de Sanidad y Política Social, del que dependemos, son muy laxos. Tiene que vigilar el cumplimiento de la legalidad, el respeto de los fines de la institución, pero no lo hace con la intensidad debida. Te tutelan en algunos aspectos formales y se limitan a la autorización de los juegos, pero atienden muy poco a lo que es el funcionamiento interno de la ONCE. Además, precisamente ahora que gracias a la mediación del ministerio había empezado un proceso de diálogo un poquito abierto entre la oposición y la dirección, Trinidad Jiménez va a tener que abandonarlo por la candidatura del PSOE de Madrid, así que estamos más preocupados todavía. Entendemos que la actuación del Gobierno es necesaria para poner determinadas cosas en orden.
«Hay sueldos descomunales»
-¿Como qué?
-Por ejemplo, los sueldos de los directivos. Son descomunales y opacos. Y decimos descomunales porque lo sabemos, pero no conocemos la cuantía exacta. Un poco antes de llegar el ajuste económico nacional dijeron que se iban a bajar entre un 4% y un 12% los sueldos, pero no sabemos sobre cuánto. Lo que sí sabemos es que hace unos años dijimos que ganaban unos 500.000 euros al año y no han reaccionado, lo que nos hace imaginar que es más. Y claro, ante una situación socialmente demencial y una crisis económica que están utilizando para despidos objetivos, mantener ese estatus económico de los directivos es vergonzoso. Es un escándalo. Y el propio ministerio creo que empieza a darse cuenta.
-¿Se están produciendo despidos?
-Los está habiendo en todos los sectores. No se renuevan contratos a los vendedores, incluidos los ciegos, a los que, por normativa, se tiene que garantizar la venta del cupón y demas juegos de la ONCE. A otros se les ha despedido por falta de productividad. Todo esto está ocurriendo de una manera creciente. Y por si fuera poco, han abierto una red física de venta que, paradójicamente, han llamado canal solidario, pero en el que ya no interviene el vendedor ciego o discapacitado en la venta del cupón, sino que ésta se traslada a estancos, gasolineras y quioscos. Si por un lado al vendedor se le exige una rentabilidad y por otro se crea una red complementaria, nos encontramos con una situación crítica, porque estamos hablando de cambiar el modelo de la ONCE por la puerta falsa. Estamos muy preocupados. El modelo se nos va de las manos.
-El modelo ya varió cuando Miguel Durán hizo que la ONCE cotizara en Bolsa.
-Efectivamente, yo salí de la dirección por una discrepancia con Durán por esa gran eclosión expansiva hacia otro tipo de negocios y hoy él preside la plataforma Puedo, de la que soy secretario general. Pero en la época de Durán se mantuvo siempre la bonanza económica. Mientras estuvo él no hubo ningún retroceso en el terreno económico, sino todo lo contrario. Y en el democrático, se tocó techo. Desde 1989 el Consejo General de la ONCE tiene una constitución de 15-0, que es la que tiene ahora, lo que quiere decir que es una situación de dominación política y partido único.
-Que es a lo que ustedes quieren poner coto.
-Si el Gobierno no nos hiciera caso para avanzar con el diálogo en ciertas reformas socioeconómica y democráticas, acudiríamos a los grupos parlamentarios. Pero también decimos que, si se convocan las elecciones con la actual normativa, la plataforma Puedo las boicoteará . Y no sólo lo hará no concurriendo o propugnando la abstención, sino que las boicoteará activamente, planteando un nuevo sistema electoral. Ya hemos redactado una propuesta para presentar al ministerio y a la ONCE para el caso de encontrarnos con dificultades de diálogo: que se sustituyan las elecciones generales por un proceso de congresos. Tan democrático es un sistema como el otro.

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