Escuchando uno de los programas de radio que más me gustan últimamente “la noche en blanco” de Radio Nacional de España, escuché una noticia escalofriante y El post de hoy, es para leerlo letra a letra, palabra a palabra, detenidamente y con atención. hoy buscando en Internet, y en una noche lluviosa como la de hoy ya sábado, víspera a la celebración de para muchos halloween y para otros la noche de todos los santos, la quiero compartir con todos vosotros. Espero que no os dé miedo ya que en la oscuridad de la noche, quieto en mi cama, sin ruido alguno en la casa o en la calle y curiosamente con las farolas de la calle fundidas, algún respingo reconozco que di.
Dicen, que el mes de febrero de 2005 la tumba del Papa Silvestre II volvió a exudar. Según la leyenda, cada vez que se produce este fenómeno, el Sumo Pontífice muere. Y así fue. Juan Pablo II falleció pasado tan sólo un mes. ¿Coincidencia o fenómeno sobrenatural?
Existe una arraigada superstición en la curia, según la cual cada vez que un Papa va a fallecer, la tumba del Papa Silvestre II, muerto allá por el año 1000, suda. Se trata de un fenómeno que todavía no ha podido esclarecerse científicamente.
La tumba de Silvestre II, ubicada en la sede del obispo de Roma, la basílica romana de San Juan de Letrán, exuda un tipo de humedad copiosa cuando un papado llega a su fin. También cuando un cardenal va a fallecer, pero en este caso sólo se humedece. Se dice que además de sudar, se oye como si dentro de su cenotafio (tumba sin cuerpo) crujieran huesos.
CULTO, NIGROMANTE Y BRUJO. Gerbert D'Aurillac, el Papa SIlvestre II, era un hombre culto y fascinante, que llevó su papado en un tiempo donde se fermentaron grandes amenazas para su tiempo, la llegada del año 1000. La gente pensaba que en ese año iba a acabar el Mundo. Tiempos tan apocalípticos, junto a su gusto por las matemáticas y la astronomía, le hicieron tener fama de nigromante y brujo.
Cuenta la leyenda que aprendió adivinación en España con un sabio árabe, al que terminó robando el libro de sus conjuros.
Tras esta iniciación en las artes mágicas, Gerbert firmó un pacto con el Diablo y se fabricó un muñeco (golem) en el que aprisionó al propio rey de las tinieblas. Parece ser que le consultaba antes de tomar una decisión y el muñeco respondía "sí" o "no". Según esta leyenda, un día Silvestre II le preguntó a su golem que si iba a morir antes de cantar misa en Jerusalén, a lo que el muñeco le respondió que no. Por ello, decidió no ir en su vida a la ciudad santa. Pero le mintió, porque en 1003 muere, sin saber a ciencia cierta si enfermo de malaria o asesinado. Su tumba se abrió en 1684 y el cuerpo estaba intacto, aunque al contacto con el aire se convirtió en polvo.
Y ahora, profetizado y muerto el Papa, ¿qué relación tendrá el nuevo Pontífice con los olivos como sugieren las profecías de Malaquías? Las hipótesis apuntan a su origen: español, judío o sudamericano. Lo veremos en breve.
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