domingo, 28 de agosto de 2011
SIN RADIO, NO ES LIGA
Acabando el mes de Agosto, presento novedades:
El mes que viene, los días PARES (2, 4, 6, 8) habrá post.
Todavía queda verano, la celebración de las fiestas de Móstoles... y es que seguro, que esas fiestas, tendrá algún post.
Pero el de hoy, es para hablaros de un inicio de liga de fútbol algo atípico. Tras la huelga de futbolistas que sufrimos en la semana pasada, el calendario se cambia y pasa a ser esta, la primera jornada de liga en lugar de la segunda. Pasando la primera jornada, a la última de la primera vuelta... un lío.
Y luego tenemos que sumar la polémica entre la liga y las radios, y es que la primera, NO PERMITE RETRANSMITIR PARTIDOS SIN QUE LAS RADIOS PAGUEN UN CANON...
De eso va la noticia de hoy.
Decir en mi opinoón, que es un atraso que las radios tengan que pagar por hacer su trabajo que es INFORMAR.
Las emisoras acudirán acompañadas de un notario
Fútbol en la radio gracias a los móviles, los bares o la terraza de una casa
El Sporting impide el acceso a las radios, ni siquiera a las ruedas de prensa
Ningún club de Segunda permite el acceso a las emisoras en la jornada de ayer Sábado.
Las radios siguen los partidos en un bar o, incluso, en el balcón de una casa
La Cope es la única radio que firma un documento para entrar en Valencia
El noviazgo radio-fútbol está comprometido. Salvo el Sevilla, el resto de los clubes de Primera y la mayoría de Segunda no están permitiendo el acceso de las cadenas que pretenden narrar los partidos desde los estadios. Ayer ya se impidió en el duelo de Segunda Gerona-Elche. La prohibición parte de la negativa de las emisoras a pagar a la Liga, que este año quiere comercializar los derechos radiofónicos de los clubes. De momento, las emisoras están comprando una entrada para acceder y poder contar lo que ocurre vía móvil, mientras que otras están narrando los partidos desde los estudios.
Esta situación amenaza uno de los grandes inventos de la radio, el carrusel deportivo, que alumbró Bobby Deglané en la SER, en 1954, y que hoy es básico en todas las programaciones. Ahora, todas las cadenas, amparándose en el derecho a la información, se niegan a pagar un canon por la retransmisión de los encuentros.
Las emisoras de radio no han podido acceder a ningún campo de Segunda. Ni Barça B, Deportivo, Hércules, Sabadell, Alcorcón, Guadalajara y Alcoy no las han dejado pasar previa orden de la LFP. Los periodistas han optado por comprar una entrada para acceder y contar lo que ocurre a través del móvil, salvo el Alcoy, donde todas las radios han optado por ni siquiera acceder al campo.
En Primera, el Sporting tampoco ha permitido el paso a las radios. Sí han podido acceder la prensa escrita, la telvisión y las páginas webs. El Sporting tampoco va a permitir el acceso de las emisoras a las posteriores ruedas de prensa. El Valencia tampoco les ha permitido el paso, pero las dejará acceder una vez concluya el partido para que accedan a las declaraciones de los protagonistas. Las radios tampoco han podido acceder al campo del Granada.
La explicación de los trabajadores de los clubes es siempre la misma: "Las intrucciones de la LFP son que no permitamos el paso a niún periodista que no esté acreditado, y para este partido no figura ninguna radio acreditada". Este año, y con motivo de la comecialización de los derechos radiofónicos, las acreditaciones para radio no las conceden los clubes -como ha sido hasta ahora- sino la LFP.
Las radios han acudido a cada uno de los campos acompañadas de un notario que ha levantado acta de lo sucedido, de la prohición de entrar, para poder denunciarlo después. "Legalmente es un asunto cogido con pinzas: explotación comercial contra libertad de expresión", se quejan desde una emisora. Así, algunos periodistas están viendo los partidos desde la grada previo pago de una entrada, desde un bar -como Silvia Ortiz, de la Cope-, desde los estudios o desde el balcón de una vivienda, como ha hecho el periodista de la Ser Carlos Vicente con el Barça B-Villarreal B.
Algunos clubes han propuesto a las emisoras que firmen un documento donde se recoge: "... me otorga para cubrir el evento de forma excepcional, para exclusivamente informar del mismo tras su finalización, quedando bajo mi responsabilidad el exceder el derecho al que da este documento de acceso". Todas las radios, salvo la Cope que sí ha firmado en Valencia, se han negado a firmar este documento, porque la Asociación Española de Radiodifusión Comercial lo considera un "chantaje, una trampa". Donde han querido entrar han comprado su entrada.
Los derechos radiofónicos de la casi totalidad de los clubes pertenecen a Mediapro, ya que se vendieron conjuntamente con los de televisión, pero es la LFP quien se encarga de rentabilizarlos. "Los clubes quieren poner en valor su producto con todo el derecho. Y nosotros también", señala a este diario Jaume Roures, máximo responsable de Mediapro.
"No vamos a pagar y no vamos a negociar con la LFP. Nos ampara el derecho a la información. Nosotros no restamos espectadores al fútbol. Al contrario. Además, nuestro caso es distinto a las televisiones, no vivimos sólo del espectáculo en el césped", desgrana Alfonso Ruiz de Assin, secretario general de la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC), que aglutina a todas las emisoras comerciales.
La intención de la LFP es impedir incluso que las cadenas que no paguen narren desde los estudios. Para ello, este organismo confirmó a este diario que estará pendiente, en compañía de un notario para que dé fe, de las retransmisiones que efectúen las distintas emisoras. "Respetar el derecho a la información, pero tal y como está contemplado", dicen.
Para la rentabilización de estos derechos, la patronal establece cuatro paquetes (Básico, Premium, Exclusivo 1 y Exclusivo 2). No fijó ningún precio, porque "la intención era negociarlos con las radios. No queremos que nadie se quede fuera. Queremos precios asequibles", explican desde este organismo. El precio de cada oferta depende de si la cadena es local, autonómica o nacional y de su audiencia, según el EGM. "Las radios ingresan más de 100 millones por la explotación de programas dedicados a la narración y no es ninguna locura que los clubes aspiren a ingresar un porcentaje de esto", apunta Roures. LFP y Mediapro esperan obtener por estos derechos entorno a unos 20 millones de euros.
Las posturas están muy alejadas. "El dinero que piden está fuera del mercado", apuntan desde otra emisora, que cifra en unos tres millones lo que tendría que pagar a la LFP.
La Liga y Mediapro defienden que en el resto de Europa estos derechos ya se comercializan y que las radios españolas ya pagan a la UEFA y la FIFA. Éstas argumentan que sólo pagan por la final de la Champions (25.000 euros) y la Supercopa de Europa (15.000), mientras que el Mundial les costó 100.000 euros.
Ósea, lio...
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