martes, 27 de marzo de 2012

HIJO DEL VIENTO



Se llevó la carrera de 100 metros más rápida y espectacular de la historia. El jamaiquino salió perfecto. Y cuando estaba cerca de la meta, levantó la cabeza, miró a ambos lados, abrió sus brazos y comenzó a saludar. Un oro sobrado. Video.
Bajó en tres centésimas su récord anterior, que había establecido hace poco más de dos meses. REUTERS
Pekín vio el nacimiento de un nuevo rey de la velocidad: el jamaiquino Usain Bolt. El atleta no sólo se proclamó campeón olímpico de los 100 metros lisos, sino que también lo hizo batiendo el récord del mundo con un tiempo de 9,69 segundos.

En una noche templada y sin brisa, el corredor se impuso con una apabullante superioridad por delante de Richard Thomson (plata con 9,89) y de Walter Dix (bronce con 9,91). Los grandes rivales de Bolt, su compatriota Asafa Powell y el estadounidense Tyson Gay, fracasaron rotundamente en las primeras instancias de los Juegos Olímpicos de Beijing.

Nunca nadie antes había corrido por debajo de 9,7 sin ayuda del viento, pero Bolt lo hizo esta mañana (hora de la Argentina) con una facilidad casi insultante, dejándose ir en los últimos metros y golpeándose el pecho al cruzar la meta. A sus 21 años, el atleta negro buscará ahora el doblete en los 200 metros.

La final se presentaba como una de las más atractivas de la historia, con tres hombres en posición de reclamar su derecho a ser el rey. Bolt era el plusmarquista mundial desde el 31 de mayo. En Nueva York, sorprendió al mundo corriendo la distancia en 9,72 y mejorando el tiempo que tenía Powell en dos centésimas.

"Sus piernas parecían llegar hasta mi cara", dijo en aquella ocasión Gay, que no pudo hacer nada para evitar entonces la victoria del espigado jamaiquino, de 1,96 metros de altura, un hombre cuya fisonomía no parecía destinada al hectómetro

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