Y me permito añadir, que coincidiendo con el regreso de fútbol al municipal el soto, en competición oficial, un equipo NO QUERIDO EN MÓSTOLES, se permite el lujo de mancillar el sagrado nombre del campo del Móstoles. Que no os confundan el CD MÓSTOLES URJC, NO REPRESENTA A NADIE NI ES EL EQUIPO DE MÓSTOLES.
El estadio mostoleño volvió a acoger un partido después de más de un año sin fútbol oficial y con el recuerdo lejano de aquella goleada al Real Madrid de 1997
Este domingo, El Soto volvió a recibir un partido oficial después de más de un año. El local, en esta ocasión, fue el CD Móstoles URJC, que toma el relevo del CD Móstoles (pero no le sustituye) como el equipo de más alta categoría de la localidad, y no pudo celebrarlo con una victoria ante el Colmenar de Oreja, que venció 1-2.
Lejos queda aquel triste 6 de mayo de 2012 en el que el equipo azulón se presentó con sólo siete jugadores ante el Puerta Bonita, en un simulacro de partido que acabó apenas cinco minutos después. Pero más lejos todavía está ese 24 de septiembre de 1997. Hace 16 años, ese campo vivió uno de los días más felices de su larga historia. No fue un partido oficial, sino un amistoso.
El visitante era nada menos que el Real Madrid que meses después lograría La Séptima. En el banquillo visitante estaba Jupp Heynckes y sobre el césped nueve jugadores del primer equipo: Illgner, Secretario, Fernando Sanz, Jaime, Fernando Redondo, Álvaro Benito, Dani García Lara, Canabal y Petkovic. La alineación del Móstoles no era tan glamourosa: Santi, Sanz, Pizarro, Totó, Dani, Ramírez, Somoza, Manolo, Moris, Miguel Ángel e Iñaki. En las gradas, 10.000 espectadores que las abarrotaban.
Ese martes, Heynckes pretendía que sus jugadores que tenían menos minutos o que salían de lesiones, cogieran ritmo de partido. La visita a El Soto era una fiesta para Móstoles, que aún no tenía entre sus ídolos a un tal Iker Casillas que por entonces sólo tenía 16 años.
A los siete minutos saltaba la sorpresa. Somoza aprovechaba un balón dividido y batía a Illgner. El Móstoles se adelantaba, pero nadie, o muy pocos, imaginaba lo que iba a pasar después. En el 26, el propio Somoza, que entonces tenía sólo 17 años y que había dejado el club blanco meses antes, hacía el segundo. En el 34 Iñaki marcaba el 3-0 y Carretero, que salió tras el descanso, cerró la cuenta en el 56′.
El delantero recuerda para Elgoldemadriz aquel partido: “Todavía tengo guardados los recortes del Marca. Es de esas veces en que todo sale bien. Al día siguiente fue cuándo realmente nos dimos cuenta de la que habíamos liado. Amigos de Cataluña me dijeron que allí ponían el partido de vez en cuando”.
La gente que había ido a ver a sus ídolos del Madrid descubría a otros ídolos, los que iban de azul. “Normalmente nos iban a ver 800 ó 1.000 personas. Ese día fueron más de 10.000 y supongo que todos animando al Madrid, pero al final fuimos nosotros los que casi salimos a hombros”, comenta Carretero, que destaca el buen comportamiento de los madridistas: “Uno de los recuerdos que más tengo grabados son las palabras de Dani García y Redondo, que nos dieron la enhorabuena. Pese al resultado y a que herimos su orgullo, no hubo ni un mal gesto”.
Aquel Móstoles acabó ascendiendo a Segunda B en un año mágico, haciendo quizá el mejor fútbol que se ha visto en El Soto en muchos años. Las goleadas abundaron (5-0 al Parla, 5-0 al Colmenar, 6-1 a Las Rozas, 4-0 al Valdemoro, 6-2 al Rayo B, 4-1 al torrejón, 0-4 al Alcorcón, 4-0 al Alcalá, otro 4-0 al Alcorcón…) y el ascenso se rubricó en una liguilla que se saldó con tres victorias (0-3 al Celta B y 2-3 y 5-2 al Palencia) y tres empates. Para Carretero, Díaz Pablo fue clave en que no se lanzasen las campanas al vuelo: “Era consciente de que esa no era nuestra guerra. Quitando esa primera semana de llamadas y reportajes, la gente volvió a pisar el suelo y Díaz Pablo no nos dejó desviarnos del camino”.
Ahora, 16 años después, el CD Móstoles ya no existe, el Real Madrid busca la Décima, Iker Casillas da nombre a los campos anexos y El Soto ha vuelto a ver fútbol, aunque no de Tercera, sino de Preferente.
Este domingo, El Soto volvió a recibir un partido oficial después de más de un año. El local, en esta ocasión, fue el CD Móstoles URJC, que toma el relevo del CD Móstoles (pero no le sustituye) como el equipo de más alta categoría de la localidad, y no pudo celebrarlo con una victoria ante el Colmenar de Oreja, que venció 1-2.
Lejos queda aquel triste 6 de mayo de 2012 en el que el equipo azulón se presentó con sólo siete jugadores ante el Puerta Bonita, en un simulacro de partido que acabó apenas cinco minutos después. Pero más lejos todavía está ese 24 de septiembre de 1997. Hace 16 años, ese campo vivió uno de los días más felices de su larga historia. No fue un partido oficial, sino un amistoso.
El visitante era nada menos que el Real Madrid que meses después lograría La Séptima. En el banquillo visitante estaba Jupp Heynckes y sobre el césped nueve jugadores del primer equipo: Illgner, Secretario, Fernando Sanz, Jaime, Fernando Redondo, Álvaro Benito, Dani García Lara, Canabal y Petkovic. La alineación del Móstoles no era tan glamourosa: Santi, Sanz, Pizarro, Totó, Dani, Ramírez, Somoza, Manolo, Moris, Miguel Ángel e Iñaki. En las gradas, 10.000 espectadores que las abarrotaban.
Ese martes, Heynckes pretendía que sus jugadores que tenían menos minutos o que salían de lesiones, cogieran ritmo de partido. La visita a El Soto era una fiesta para Móstoles, que aún no tenía entre sus ídolos a un tal Iker Casillas que por entonces sólo tenía 16 años.
A los siete minutos saltaba la sorpresa. Somoza aprovechaba un balón dividido y batía a Illgner. El Móstoles se adelantaba, pero nadie, o muy pocos, imaginaba lo que iba a pasar después. En el 26, el propio Somoza, que entonces tenía sólo 17 años y que había dejado el club blanco meses antes, hacía el segundo. En el 34 Iñaki marcaba el 3-0 y Carretero, que salió tras el descanso, cerró la cuenta en el 56′.
El delantero recuerda para Elgoldemadriz aquel partido: “Todavía tengo guardados los recortes del Marca. Es de esas veces en que todo sale bien. Al día siguiente fue cuándo realmente nos dimos cuenta de la que habíamos liado. Amigos de Cataluña me dijeron que allí ponían el partido de vez en cuando”.
La gente que había ido a ver a sus ídolos del Madrid descubría a otros ídolos, los que iban de azul. “Normalmente nos iban a ver 800 ó 1.000 personas. Ese día fueron más de 10.000 y supongo que todos animando al Madrid, pero al final fuimos nosotros los que casi salimos a hombros”, comenta Carretero, que destaca el buen comportamiento de los madridistas: “Uno de los recuerdos que más tengo grabados son las palabras de Dani García y Redondo, que nos dieron la enhorabuena. Pese al resultado y a que herimos su orgullo, no hubo ni un mal gesto”.
Aquel Móstoles acabó ascendiendo a Segunda B en un año mágico, haciendo quizá el mejor fútbol que se ha visto en El Soto en muchos años. Las goleadas abundaron (5-0 al Parla, 5-0 al Colmenar, 6-1 a Las Rozas, 4-0 al Valdemoro, 6-2 al Rayo B, 4-1 al torrejón, 0-4 al Alcorcón, 4-0 al Alcalá, otro 4-0 al Alcorcón…) y el ascenso se rubricó en una liguilla que se saldó con tres victorias (0-3 al Celta B y 2-3 y 5-2 al Palencia) y tres empates. Para Carretero, Díaz Pablo fue clave en que no se lanzasen las campanas al vuelo: “Era consciente de que esa no era nuestra guerra. Quitando esa primera semana de llamadas y reportajes, la gente volvió a pisar el suelo y Díaz Pablo no nos dejó desviarnos del camino”.
Ahora, 16 años después, el CD Móstoles ya no existe, el Real Madrid busca la Décima, Iker Casillas da nombre a los campos anexos y El Soto ha vuelto a ver fútbol, aunque no de Tercera, sino de Preferente.
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