martes, 9 de octubre de 2012
SISTEMA PARASIMPÁTICO
Una de las muchas cosas que tuve que estudiar para sacarme la titulación que actualmente ostento, era el sistema parasimpático. Y no quiero hacer el chiste fácil pero me pareció muy simpático el nombre, Sabéis para que es?
¿Alguna vez han pensado para qué sirve ponerse colorado?
Porque un camaleón, cuando está en peligro, cambia de color para esconderse... Sin embargo, nosotros, cuando estamos incómodos y tratamos de pasar inadvertidos,
va nuestro cuerpo y nos pone la cara como un tomate... ¡Muy bien! ¡Sólo falta que nos suene una alarma!
Y como alguien te diga:
- Tío, te estás poniendo colorado... entonces ya... se te pone la cabeza que parece la bombilla de un puticlub.
Y es que el cuerpo va por su cuenta y toma sus propias decisiones...
Dicen los científicos que eso es el sistema parasimpático. ¿Parasimpático? Más bien parece el sistema "para-joderte".
El sistema parasimpático éste es el culpable de que la noche antes de una entrevista de trabajo te salga un grano en la nariz. Y allá que te vas con tu
grano... Y encima, cuando le vas a dar la mano al selector de personal, tu cuerpo dice:
- "¡A sudar!...".
Y lo que le das es una lengua de vaca:
- "Purrrzzz...".
Tú estás jodido, pero tu cuerpo se lo está pasando de puta madre... Y dice:
- "Esto me está quedando bastante parasimpático, pero ahora le voy a poner un tic en el ojo...".
Y tú, que querías ser José Coronado el de Periodistas, te conviertes en Millán el de Martes y Trece. Entonces el cuerpo piensa:
- "Pero aún puede mejorar. Ahora, que le suden los sobacos".
Y te salen dos rodales que parecen dos CD de U2... ¡¿Quién no va a querer trabajar con un tío así...?!
Pero tu cuerpo no ha acabado todavía contigo...
Cuando termina la entrevista y te vas a levantar resulta que se te ha dormido una pierna: la tienes como de goma, se te dobla al andar y sales de allí
andando como Lina Morgan mientras el selector de personal te dice:
- No nos llame usted, si eso... ya le llamaremos nosotros...
Otra cosa que hace el cuerpo para fastidiarte es fabricar... pedos.
¿Qué es esto? ¿Es música? ¿Es energía? ¿Es propulsión? No. ¡Es un chiste! El cuerpo es tan... cachondo, que crea un gas que huele fatal...
¡Y que sale por el culo! No había otro sitio... y, no contento con eso, dice:
- "Bueno, esto ya es bastante cómico, pero vamos a incorporarle un sonido de trompetilla".
¡Qué gran invento...! Tiene olor, tiene sonido... ¡Sólo le falta luz! ¿Se lo imaginan? ¡Por la noche iríamos todos como luciérnagas!
Otra genialidad que se le ha ocurrido al cuerpo es bostezar.
Y ya puedes hacer fuerza, ya, que no lo puedes evitar. Un amigo te está contando:
- Se me soltó mi perro pequinés y en ese momento pasaba una apisonadora... Y tú:
- Uuuuaaaaah... quééé putaaadaaa, ¿noooo?.
¡Menudo corte! Menos mal que como el bostezo se contagia, el otro acaba diciendo:
- Pueeees tengoooo una peeenaaaaa...
¿Y cuando la... "cosa" se pone dura sin venir a cuento? En un tren, por ejemplo: tú vas por Albacete y de repente, ¡zas!; que dices:
- "Pero, ¿por qué? ¿Qué has visto tú que no he visto yo? ¿Qué pasa, que te gusta el revisor? ¿O es un saludo a José Bono?".
Y es que el cuerpo no respeta ninguna situación. Acabas de ligar con la chica que te gusta y, ¿qué hace tu cuerpo para fomentar el romanticismo?¡Que te
rujan las tripas! "Grrrrouuug...". ¡De puta madre!
Ahora resulta que soy ventrílocuo y no lo sabía... Pero el cuerpo no se para ahí, porque cuando estás en pleno kamasutra piensa:
- "¿Qué puedo hacer yo para fastidiar a este tío?".
Y va y te da un calambre en el gemelo, se te sube la bola y te tienes que poner a dar brincos en pelotas por toda la habitación. ¡Con todas las bolassaltando!¡Que
aquello parece un bingo! Y cuando por fin te quedas dormido con ella, el cuerpo dice...
- "Ahora lo tengo a huevo. Voy a hacerle roncar. Y que eche un poco de babilla... un hilito... Y ahora le voy a montar una pajarraca con una pesadilla
para que hable..."
Y ahí estás tú: roncando, echando baba y soñando con los sanfermines:
- "¡Que viene el toro... Que viene el toro...!".
Y en medio de todo esto, un pedo... Que ella dice:
-¡Mira, el chupinazo!.
Aunque... ahora que lo pienso, a lo mejor los que estamos equivocados somos nosotros... Porque todo lo que hace el cuerpo por su cuenta o está mal visto,
o nos parece una guarrada. A lo mejor deberíamos crear un mundo en el
que el sudor, el eructo, el bostezo, el pedo y las erecciones espontáneas... fuesen cosas elegantes...Porque todos los cuerpos del mundo no pueden estar
equivocados.-
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