viernes, 10 de junio de 2011

MORRIÑA


Cuando muchos están deseando de que acaben las clases, otros como yo, nos ha entrado morriña hoy de aquellos tiempos de lapices de coleres, el polvo blanco de la pizarra y los pupitres verdes (en mi caso)
Recuerdo con especial cariño, mi COLEGIO "REINA SOFÍA" en Móstoles dónde estudié hoy "INSTITUTO BENJAMÍN RÚA" situado en la calle AVENIDA ALCALDE DE MÓSTOLES No 1.
Nunca olvidaré esas navidades con sus fiestas en las aulas cantando villancicos y yo con mis manazas, cargándome alguna figurita del belén.
Las actuaciónes de los compañeros, los carnavales, la quema de la sardina, los partidos de fútbol en el patio...
No solo fué el belén lo que destrocé pero mejor me callo por si suscito viejas heridas y todavía viene mi director Juan quién me perdonó en cierta ocasión un parte seguro al explosionar un artefacto pirotécnico dentro del centro, que en cierta ocasión estallé por la derrota del Barcelona en una competición europea, y me pone la oreja roja.
En el IES "LOS ROSALES" situado en la calle Tulipán No 4 también de Móstoles, estudié mi etapa secundaria de estudios en la cuál también guardo un gran cariño.
Toda esta morriña que hoy me ha entrado, ha sido provocada por unos libros viejos y unas láminas en relieve que hoy entregaron a mi madre cuando fué al propio Instituto ha realizar unas tareas comerciales de lo que hoy es mi trabajo.
Y también paradojas de la vida, en el autobús que me trasladaba a mi trabajo, unos estudiantes repasaban seguramente algo que entraría en un examen. Examenes en el que nuestros jóvenes se encuentran inmersos estos días.
La tabla periódica se preguntaba uno al otro. Incluso, yo adiviné algunas fórmulas que todavía recuerdo. Me gustaba escuchar como deducían y como sacaban conclusiones nerviosos para no fallar en la prueba. Seguramente, lo habrían dejado para el último momento como muchos suelen hacer.
Todavía recuerdo lo complicado que me resultaba aprenderme los símbolos químicos con la dificultad añadida, de hacerlo también en braille.
Y hoy desde estas líneas, quiero agradecer PERSONALMENTE a todos y cada una de las personas que han intervenido en mi enseñanaza desde mi profesora Genoveva en la guardería "GARABATO" también en Móstoles y a la cuál tengo la suerte de ver casi a diario y dónde en determinadas ocasiones recordamos (más bien me recuerda ella a mí) las travesuras que hacía en aquella época, hasta mi última tutora en la secundaria Ruth la cuál se despedía de mí con lágrimas en los ojos diciéndome, que ella havía aprendido de mí más que yo de ella.
Y dejar constancia de PACO, CHEMA, CHARO, PAULA, MANOLO, JUAN, CARMEN, TEO... más, muchos más los que podría seguir nombrando en esta noche de nostalgia.
Muchas veces, me gustaría ser otra vez niño regresar al pasado para entrar en el aula y saludar "buenos días" atender, divertirme y no estár aburrido como hoy sentado en el banco de la calle esperando a que algún transeunte se acuerde de tí y se acerque a comprarte un cupón. Sin agobios económicos, sin problemas...
DE TODO CORAZÓN, GRACIAS POR AYUDARME A SER PERSONA SEÑORES PROFESORES.

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