lunes, 29 de diciembre de 2025

FIN DE SEMANA DE 10

Han sido varios los intentos de cómo iniciar este blog de hoy, de como poneros en contexto, de cómo iniciarlo ya que es mucha la información que os quiero contar. Quizás lo haré cómo toda buena historia, desde el principio. El pasado fin de semana 29 y 30 de Noviembre, viajé a Valencia, a la tierra de las flores, de la luz y del amor como dice la popular canción. Pero yo no fuí a buscar ni las flores, ni la luz y ni el amor (aunque esto último si hubiera surgido, no hubiera dicho que no) fuí a presenciar un partido de fútbol y a incrementar mi colección de estadios de fútbol de primera división que ya conozco. En esta ocasión el Ciudad de Valencia, casa del Levante UD. Para presenciar un Levante - Athletic Club de Bilbao. El viaje comenzaría de manera desastrosa y es que el metro de Madrid, la L10 en concreto, le dió por fallar un sábado por la mañana en plena campaña de la popular campaña del "viernes negro" que duró todo el fin de semana. Tras el susto inicial y cambiar de recorrido según la marcha, llegué a una caótica estación de Chamartín, estación en obras bien señalizadas por otra parte, pero una estación irreconocible y hecha a trozos según mi parecer. Tendremos que esperar hasta 2030 para poderla ver terminada. Una vez ya en la estación, pude disfrutar del servicio ACERCA que presta Adif para personas con discapacidad y necesidades especiales para ayudarte a llegar hasta tu propio asiento del tren. En esta ocasión viajé con iryo. Una compañía más económica que la propia RENFE. He de decir, que esperaba mucho menos de este tipo de trenes pero desde luego que no me defraudó. Cómodo, rápido, sencillo, útil y lo mejor de todo su personal atento y siempre dispuesto a ayudar. Repetiré. Ya en Valencia y tras instalarme en el ILUNION AQUA 4, me dispuse a comer para luego ir al partido que estaba previsto diera comienzo a las 18:30. Y cual fue mi sorpresa, el trato recibido que como reza en el título fue de 10. Se nota que están acostumbrados a tratar con personas con discapacidad visual y en la atención, el cuidado y trato se notó. Ya con el estómago lleno, se vería la cosa mejor y me preparé para ir al Ciudad de Valencia e incrementar la lista de campos de fútbol que conozco. No narraré todos los detalles pero si me detendré a la llegada del coqueto estadio, coqueto pero bonito y previsiblemente acogedor. Eso sí, una vez dentro, la cosa cambiaría con cánticos ofensivos al equipo vasco, a jugadores de color y al propio conjunto arbitral. Cierto es que el nivel del arbitraje en España es malo, pero creo sinceramente que eso no está en el sueldo y en un país que se supone moderno y avanzado, no puede haber animales (con perdón a la especia animal) haciendo precisamente eso, el animal. La verdad y con el corazón en la mano, me decepcionó el comportamiento del público en general pero centrandome en lo fútbolístico, el Athletic, desplegó un gran juego y así lo reflejó el marcador ya que fue de 0 a 2 para los de la ciudad del bocho. Tras celebrar los goles con moderación y suscitar alguna mirada incómoda, el partido terminaría y esto supondría la destitución del entrenador local. Una vez saliera del estadio, por curiosidad me acerqué a la salida del bus del Athletic. Alí se armó un revuelo de seguidores, aficionados, simpatizantes con mucha chavalería para ver a los jugadores del conjunto bilbaino que amablemente se detenían para firmar algún autógrafo. Tuve a escasos metros a un gigante Unai Simón. Me impresionó su estatura y su cercanía con la afición que allí se congregaba. Unai Gómez "Rocky" según Paco González, otro tío grande y fornido. Jaureguizar también hizo de las delicias de los más pequeños y destacar la figura Ernesto Valverde que paraba cada poco a firmar y hacerse fotos con todo el mundo y del gran Nico Wiliams, uno de los más demandados, también se paró unos instantes con sus seguidores. Yo no soy de pedir autógrafos ni de molestar pero me gustó el mundo que veía. Vi marchar el bus dirección al aeropuerto de Valencia y yo de vuelta al hotel para cenar. Cena que sin duda, también fue con un trato como pocas veces he recibido. Y si, como suelo hacer en los hoteles que visito, me dí un relajante baño en la bañera con agua caliente para relajarme y reiniciar. Una escapada no viene mal de vez en cuando. Estuve varias semanas con el blog parado y con este post iniciado y hoy cuando en las postrimerías del 2025 va llegando a su fin, me decido a terminarlo por que tengo muchas cosas que contaros en el nuevo año. La segunda parte de ste gran fin de semana correspondiente al domingo en el que visité el Oceanográfico, será la próxima publicación, hasta entónces y por ahora te digo hasta el 2026! y FELIZ AÑO!

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