Recuerdo aquél 22 de Febrero de 2015, como si fuera hoy mismo (pasó ya un año) cuando debutara en el banquillo del primer equipo del Móstoles CF. Para mucha gente, estar en el banquillo es un espanto pero para mí, un orgullo y un privilegio.
Comenzaba la andadura tras mucho tiempo trabajando como masajista en el fútbol base y tras la oportunidad que me dio la junta directiva del club presidida por Antonio del Cerro, empezaba con Domingo Cieza de entrenador.
Tras la marcha de Lucía la anterior fisio del club, me llegaba mi momento.
Tras muchas entrevistas fallidas, tras muchos noes, tras mucho impedimentos, por fin, llegaba mi gran reto personal.
He de decir, que nervioso estaba que pese ha conocer a aquella gente con la que compartiría muchos momentos, eran unos completos desconocidos.
No sabia sus gustos, sus manías, si les gustaría como trato....
En este tiempo en el que también ha estado lleno de incertidumbres, me haya luchando con una gente que han pasado de ser unos desconocidos a ser como una pequeña gran familia.
Ya van siendo unos cuantos campos lo que he venido visitando y todavía no he manchado mi curriculum con una expulsión....
Bueno sí, aquella "expulsión" que no llegó a ser como tal por que ni el árbitro la llegó a reflejar en el acta con los alevines del Móstoles. Fue a la par que divertido, lamentable.
Algún enfrentamiento con la grada y algún mosqueo con los árbitros ha habido pero nada más.
Recuerdo con Fran de la guerra ya en el banquillo de esta temporada, en un partido amistoso, en Malagón, un mal entendido con la afición local que me querían pedir explicaciones tras según ellos haberles mandado "a tomar por culo" confieso hoy en este blog, que no dije nada de eso.
Pero bueno.... de todo tiene que haber.
Tras no conseguir el ascenso (principal objetivo de la temporada pasada) y tras una breve negociación con el club, me renovaban para seguir desarrollando lo que más me gusta en esta vida.
Llegaba Fran de la guerra con una idea muy clara; la del ascenso a preferente. Pero la temporada no comenzó demasiado bien y fue destituido.
Agradezco a el equipo humano que trajo consigo el apoyo y el esfuerzo que hacía conmigo al orientarme a la hora de tener que entrar a atender a algún futbolista por que como todos sabéis, soy deficiente visual y mi pobre vista no es tan buena como me gustaría y tengo que ser orientado para entrar a atender a la gente sobre todo, si están lejos.
Llegaba poco después Antonio Narro con el que es fácil entenderse y del que solo tengo buenas palabras. Revolucionó el vestuario y el modo de jugar con la llegada de otros grandes futbolistas que desarrollan un juego bonito y difícil de ver en esta categoría. Están por debajo de dónde se merecen.
Estas últimas semanas, las cosas se van entonando y pese a algún traspiés aquí estamos vivos.
Pues este ha sido un pequeño homenaje a este año en el que he pasado sentado domingo a domingo, en los banquillos tratando de atender siempre a aquél que lo requiera y brindando lo mejor de mí mismo para que por fin se cumpla el sueño del ascenso que llevamos buscando ya 2 temporadas.
Ese si sería mi homenaje.
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