Hoy sábado, ya podemos decir que es verano, y es que el tour es sinónimo de tardes de ciclismo, de radio, de tv y siesta mientras de fondo escuchas el final de etapa.
Javierre, fue el primer español en correrlo.
El primer español en correr el Tour de Francia
Con Javierre comenzó todo
El aragonés, que se nacionalizó francés como Habierre, y Vicente Blanco ‘El Cojo’ fueron los primeros españoles en participar en el Tour
Sin embargo, una investigación posterior del semanario belga Coups de pédales demostró que, en realidad, el primer español había sido José María Javierre, un jacetano que se inscribió un año antes, en 1909, pero que pasó por corredor francés porque al otro lado de los Pirineos su apellido se pronunciaba —y así se escribió— como Habierre.
Tras morir su padre, Javierre, su madre y sus cuatro hermanos tuvieron que salir de Jaca y cruzar la frontera hacia Francia en busca de sustento. Acabaron en Lescar, cerca de Pau, donde José María encontró un trabajo en una fábrica que le permitía entrenarse en bicicleta, su pasión, por las tardes.
Joseph Habierre, como así empezó a ser conocido en Francia, fue haciéndose un nombre entre los ciclistas de la zona y, tras ganar la Monein-Artix y la Pau-Puyoo-Pau, además de conseguir el récord francés de los 100 km con 3h.11:04 a una media de 31,403 km/h, marca que además estaría vigente muchos años, en 1909 se inscribió en el Tour.
La Legión Extranjera
Lo hizo en la categoría de Isolés, lo que hoy vendría a ser algo así como Independientes, porque casi no tenían apoyos. Habierre terminó decimoséptimo de la general y sexto de su categoría, aunque tuvo que sufrir mil calamidades para ello, como por ejemplo la noche que, mientras arreglaba un pinchazo, otro corredor le arrolló, dejándole en muy mal estado. No es de extrañar que años después, en 1952, viendo lo mucho que había progresado el ciclismo, dijera: “El Tour de ahora es cosa de mujeres”.
EL DATO
1909Javierre no sólo tomó la salida, sino que acabó el 17º
En 1915, en plena Guerra Mundial, Joseph Habierre obtuvo finalmente el pasaporte galo. Eso y un montón de medallas, aunque su fortaleza se perdió en el frente y después tuvo incluso dificultades para montar en bicicleta, ya que volvió con una pierna más corta que la otra.
Cuerdas por neumáticos
Mucho más dura, si cabe, resultó la experiencia de Vicente Blanco, que se inscribió en el Tour de 1910 porque estaba convencido de que era más fácil llegar a París, de donde partía la ronda gala, que a Valencia o Barcelona porque las carreteras eran mejores.
Blanco tenía 26 años y había ganado dos Campeonatos de España pese a tener seriamente diezmadas su dos piernas a consecuencia de sendos accidentes laborales en la entonces boyante siderurgia vizcaína. El primero, a los 20 años, le destrozó el pie izquierdo cuando una barra de hierro incandescente le atrevesó los músculos y los tendones.
El otro incidente, poco después, le dejó sin dedos en el pie derecho, de ahí el expresivo apodo de El Cojo. Cuatro años después de eso, sin embargo, ganaba el Campeonato de España de ruta. A falta de neumáticos, a su primera bicicleta le había colocado dos gruesas cuerdas que hacían las veces de gomas y le permitían entrenarse.
Para participar en el Tour, Blanco tuvo que trasladarse en bicicleta hasta París. Sin repuestos, con muy poca comida y escasos reales, El Cojo llegó a la salida exhausto y medio enfermo sólo una jornada antes de que arrancara oficialmente la carrera.
Un héroe
La primera etapa, París-Roubaix, tenía 272 km, pero las caídas, las averías y otras penurias, aunque sobre todo la impotencia de enfrentarse a “fieras bien alimentadas” hicieron imposible que llegara a la meta, por lo que tuvo que regresar a Bilbao, donde sin embargo fue recibido como un auténtico héroe.
Su fama le permitió codearse con la gente importante de la época y, por ejemplo, el torero Cocherito de Bilbao llegó a presentarle a sus amigos como “el hombre que en su cuerpo reúne, él solo, más cicatrices que todos los toreros de España juntos”.
EL DATO
1910Exhausto por el largo viaje, ‘El Cojo’ no pudo finalizar
La primera victoria
Janer llegó el mismo día de la salida y, pese a que “pedaleaba y dormía al mismo tiempo”, haciendo relevos con un ojo abierto y otro cerrado, aguantó cuatro etapas. En la quinta rompió la horquilla y, aunque un gendarme le dejó su bicicleta, llegó con el control cerrado. Peor le fue a Guillermo, que tuvo que abandonar en la tercera etapa.
Al año siguiente (1921), Janer volvió a la carga y aguantó 10 etapas, pero el servicio militar le impidió correr en 1922 y 1923. En 1924, sin embargo, volvió a presentarse en la salida. Pero ya no era el único español, puesto que también se había inscrito el cántabro Victorino Otero.
El catalán, por fin, acabó en el puesto 30º —octavo de su categoría—, mientras que Otero finalizó en la plaza 42º. “Ni por 100.000 pesetas volvería a tomar la salida en el Tour”, explicó Victorino a su regreso. La fiebre del Tour, en cualquier caso, ya había calado entre la afición española, que pronto vería el primer triunfo de etapa español: el de Salvador Cardona, que residía en Francia y ganó la etapa Bayona-Luchon en 1929.
En 1933 Vicente Trueba ganó la Montaña, Ezquerra otra etapa en 1933, Cañardo y Berrendero otras en 1937... hasta que Bahamontes, finalmente, conquistó el Tour en 1959.
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ResponderEliminaral autоr.Εnhorabuena!
Sі quierеs leer mas nоticias Antonio