No sé si con este escrito conseguiré levantar el ánimo de una persona que últimamente no lo está pasando muy bien. Su trabajo, su hobby que le apasiona demasiado. No sé como he abierto hoy el blog ni con que motivo pero creo que tanto él como yo lo necesitamos
No voy a decir su nombre pero él sabe quién es... En los últimos meses de mi existencia se está convirtiendo en eso, en lo que a mi me faltaba un amigo un amigo de verdad que te escuche, comprenda y aunque a veces no comparta mis opiniones o ideas, las respeta y eso es importante.
Se acuerda de mi, me pregunta por mis ilusiones, fallos o estado de ánimo y creo que en ese sentido yo le correspondo. Me preocupa lo que le pasa, su estado anímico que en las últimas semanas baja y eso se nota en su trabajo, su relación con la gente y sobre todo a la hora de darle a ese objeto redondo que dice odiar pero que luego ama.
Tal vez incluso me esté metiendo dónde no me llaman y tal vez se mosqué por este escrito pero necesitaba mandarle de una manera diferente el apoyo que cree no tener. El problema es que no te crees lo que haces, te tomas todo demasiado en serio por que quieres que las cosas te salgan bien y es lógico eso nos pasa a las personas perfeccionistas que nos irrita todo aquello que fallamos y lo peor o mejor de todo es que sabemos en que se falla.
Ese audio mañanero para contarte cualquier chorrada se ha convertido en tradición.
Se que confías en mi como yo confío en ti pero debes de confiar también en ti. Confiar en uno mismo es lo primero y eso es lo que te falla hoy en día. Te enfadas contigo mismo y esa no es la solución.
Dices que pasas de todo y en realidad no pasas.
Es que en realidad, que más voy a contar aquí que no te haya dicho por watshapp que ARRIBA ESE ÁNIMO son etapas que pasan y aunque dejen huella, no hay nada que dejarlas reposar con una mítica siesta...
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