Javier entraba por el edificio blanco del hospital.
Introdujo su tarjeta y se adentraba por los pasillos que ha
diario recorría un centenar de veces.
Su trabajo le gustaba pero
reconocía que había días que era mejor quedarse en casa. Era mejor no levantarse
de su cama, apagar la radio despertador, darse la ducha diaria, desayunar
mientras escuchaba las noticias en la radio, darse un paseo hasta el hospital
(10 minutos ha pie)
Todo eso, podía quedarse en un
sueño todo eso podía ser mentira. Al llegar al hospital, todo eso sería
realidad..
Entró al cuarto dónde se cambiaba
todas las mañanas, y encontró su limpio pijama en la percha correspondiente.
Cogió su placa y la estuvo
contemplando unos instantes antes de colgársela en el bolsillo del pijama.
Salió del recinto
que olía tímidamente a café de máquina, y se fue a ver su pauta de trabajo.
Le volvía
ha tocar la planta 3ª. Una planta que casi ningún trabajador social le gustaba
atender.
Podía ser
muy gratificante el trabajo pero ha su vez, era muy duro.
Esos
pacientes que un lunes atendía, al día siguiente no podrían estar.
Pero poco a
poco, se acostumbraba y ejercía su trabajo como buenamente podía. Con una
sonrisa todo el día en los labios. Un apretón de manos afectuoso, una palmadita
en la espalda a tiempo, y cariño mucho cariño.
_Buenos
días. Dijo al entrar en la primera habitación de la planta.
Una cama
estaba vacía. No comenzaba demasiado bien el día.
Un niño,
casi inmóvil ojeaba un tebeo.
_Hola Javi_
dijo no muy animoso.
_David
¿Cómo estás hoy campeón?
_Leyendo la
última entrega de mi tebeo favorito.
_¿Se bajaron a Antonio ha hacerle
pruebas? Dijo mientras se sentaba en
el sillón de la derecha del joven David.
_Creo que se lo llevaron ya para
su casa.
_Muy bien entonces! Dijo nada
convencido. Sabía perfectamente la suerte que havía corrido Antonio.
David, llevaba ingresado en la
planta 3ª cerca de un mes y ya estaba acostumbrado ha tener compañeros
diferentes casi uno por semana.
Javier, trabajaba en el hospital
más importante de su comunidad en lo que ha investigación oncológica se
refería. Eligió ese destino sabiendo lo duro que podría resultar. Lo que en
ningún caso esperaba, era que fuese tan duro. Y al día siguiente, supo por qué.
Pocos compañeros de profesión
querían ir a ese hospital y los que elegían ese destino, no querían nunca la 3ª
planta.
_Bueno ¿y los deberes ya los
hiciste? Dijo para desviar el tema de Antonio.
_Sí claro. Dijo estirando
débilmente su mano hacia la mesilla.
Javi se levantó y le acercó la
mochila dónde guardaba todos los materiales del colegio.
_Gracias.
_No hace falta que me los
enseñes.
_Quiero que me los corrijas.
_Vale venga. Dijo sabiendo que no
disponía de mucho tiempo por paciente y que tal vez le echasen una bronca por
hacer la ronda tarde pero lo que a él le priorizaba, era pasar el mayor tiempo
posible con los niños de la planta 3ª.
_Esto está muy bien David.
_Buenos días Javier. Dijo la
madre de David cuando entró en la habitación con el periódico de la mañana bajo
el brazo.
_Hola. ¿Cómo pasó la noche?
_Algo mejor.
_Debe de cuidarse. En su estado
no es muy conveniente pasar las noches en vela. Sabe que David va ha estar muy
bien cuidado.
_Pero entienda que me preocupa.
_Perfectamente comprensible. Pero
debe de prestar más cuidado ha su salud.
_Gracias por preocuparse tanto
por nosotros doctor.
_Les he dicho miles de veces, que
no me llamen doctor. Siéntate por favor. Lo mismo digo que no me llaméis de
usted.
_De acuerdo doctor es usted muy
amable. Dijo forzando estas últimas palabras.
_Bueno David luego vengo ha verte
otro ratillo ¿vale?
_Vale. Ah Javi…
_Sí dijo ya en la puerta.
David, le hizo señas para que se
acercase.
_¿Me traerás luego las galletas
que tu ya sabes?
Javi sonrió y asintió levemente
con la cabeza.
_Gracias. Dijo y le abrazó.
Ese abrazo, fue muy especial para
Javi. Estaba acostumbrado a que muchos de sus pacientes sobre todo las madres,
le abrazaran en el momento de la despedida pero en ningún caso esperaba un
abrazo tan afectuoso ha primera hora de la mañana. Tras el palo de lo de
Antonio (el dolor siempre tenía que ir por dentro, nunca debería de notarse el
dolor) venía muy bien y era reconfortante.
Salió de la habitación con una
leve esperanza. Aquél día tan luminoso de Mayo, no tenía que ser tan malo.
_Hola. Dijo muy amablemente al
entrar en la segunda habitación.
Carlos y Miguél jugaban con sus
consolas.
_Javi. Dijeron muy contentos de
verle.
_¿Podremos ir a visitar hoy a las
niñas?
Las niñas se encontraban en la
misma planta pero en el pasillo de la derecha.
_Depende…
_¿De que depende?
_De las intenciones que tengáis
con ellas. Dijo con una mueca de complicidad.
_Ninguna solo saludar a Fanny.
Dijo carlos mirando disimuladamente ha su amigo Miguél.
_Calla que a mi Fanny ya no me
gusta.
_Vaya vaya… ¿O sea que la niña de
las trencitas te gusta no?
_Bueno… no… un poco sí.
_Pues depende lo que diga la
doctora Llanos.
_A ti también te gusta la doctora
Llanos no?
_Niños no seáis impertinentes.
Dijo Javi enrojeciendo levemente.
En ese preciso instante, entró la
doctora Llanos.
_¿Que dicen estos galanes
ligones?
_Nada.
_Eso espero por que le voy ha
decir ha Javi, que anoche os pillaron de excursión en una zona que…
_Laura guapa no…
_Si, si que le cuento. Anoche
estos jovencitos se escaparon a las habitaciones de las niñas.
_¿Y qué hacíais allí?
_Pareces nuevo tío… Dijo Carlos.
_Bueno… sonrió Javi sigo con mi
ronda. Y abandonó la habitación.
_Javi. Llamó la doctora.
_Dime. Dijo este algo nervioso.
_Ha que hora sales hoy?
_A las 4 de la tarde.
_¿Comes en el hospital?
_Sí que remedio.
_Podríamos comer juntos si te
parece.
Dos cabezas asomaron por la
última puerta dónde habían estado.
_Bueno… el caso es que…
_El caso es que si puede dijo
Carlos saliendo al pasillo.
_Pero bueno! Dijo la doctora
enfadada.
Carlos entró rápidamente en su
cuarto y cerró tras él.
_Estos chavales… como son. Dijo
Javi y siguió pasillo adelante.
_No me has contestado Javi.
_He… bueno… sí si quieres.
_Claro que quiero por eso te lo
acabo de preguntar.
_Vale venga nos vemos en la
cafetería a las 2.
La doctora, cambió su rumbo y
entró en otra habitación. Javi al ver la puerta de Carlos y Miguél abierta,
entró rápidamente y encontró a los chicos espiando desde dentro.
Les dio una colleja amistosa a
cada uno y estos cómplices del juego, se fueron a su cama a terminar la partida
que tenían pendiente.
_Si no fuera por estos ratos. Se
dijo y fue a ver a las enfermeras que estaban en el control.
_Buenos días ¿qué tal la noche?.
Preguntó a las enfermeras que terminaban el turno de noche.
_Bueno ya has visto… unos que se
escapan y otros que se van…
_Alicia guapa. Dijo apenado
Javier abrazando a la enfermera decaída por la baja de Antonio.
_Sabes que este trabajo es así.
Gente que viene, gente que se va. Decía besándola cariñosamente en la mejilla.
_Lo sé pero nunca me voy a
acostumbrar.
_Ni yo. Pero es lo que hay.
Tenemos que unir fuerzas por los que aún quedan aquí y que todavía tengan una
oportunidad. Mira ven. Dijo y se llevó a Alicia.
_Buenos días. Dijo de nuevo al
entrar en la habitación que ocupaban Marcos y Ángel.
_Hola Javi. Dijeron los 2 chicos
a la vez muy contentos de verle.
_Bueno Macquitos que nos dejas
hoy por fin he?
_Sí. Dijo el chico con una
sonrisa en la comisura de los labios muy plácido.
_¿Conoces a Alicia la enfermera
más guapa del hospital?
_Sí claro me prometió que un día
me traería un cojín del Real Madrid.
_¿Y no te lo traje? Dijo Alicia
con su voz quebrada y a punto de romper en lágrimas.
_No. Dijo este sorprendido al ver
a la chica al borde de las lágrimas. Pero tampoco pasa nada he Ali.
La joven enfermera salió de la
habitación llorando.
_Bien hijo. Dijo su padre. Tú en
tu línea.
_No riña al muchacho. Él no sabía
nada. Fue una noche dura para ella.
_Entiendo. Dijo el padre.
_Bueno tío a lo nuestro. ¿vas ha
hacer caso a las indicaciones que te dio la doctora?
_Sí naturalmente.
_Así me gusta.
_Y tú Javi vendrás a verme ha
jugar a basket?
_Haré lo posible. Además sabes
que es mi deporte favorito y que lo más emocionante para mí es cuando van a
tirar un penalti.
_Jajajaja! Se rió el chico
animosamente.
_En serio dentro de unos meses
cuando ya estés al cien por cien, iré a verte. Además tengo el teléfono de tus
papás.
_Gracias tío. Has sido un tío de
puta madre.
_Y tu un buen paciente. Dijo y le
abrazó cálidamente.
_Vendré ha verte mañana o pasado
Ángel. Luego conéctate al msn tío. Y lo más importante, recupérate pronto tío.
Dijo y se abrazaron.
Las madres, se echaron a llorar
emocionadas al ver la escena de los niños abrazados deseándose lo mejor en la
vida.
Javi salió de la habitación
sabiendo que ha veces esos casos y por fortuna cada día mas, y sobre todo
gracias a las investigaciones que avanzan a buen ritmo y con muy buenos
resultados. Era como un milagro ver que un niño salía ileso prácticamente salvo
el sufrimiento y el agotamiento mental del hospital.
Al poco tiempo vio a Alicia con
un paquete en las manos.
_Se fue ya Marcos? Dijo agitada.
_Pero ¿aún no te fuiste?
_Dime se fue?
_Les dejé en la habitación
despidiéndose de su compañero.
Sin decir nada, la chica corrió
pasillo a través y se empotró contra el carro que recogía el desayuno haciendo
un ruido tremendo más que algún desperfecto.
Javi también corrió tras ella.
_Marcos. Llamó Alicia.
Las puertas del ascensor, se
cerraban.
_Toma lo prometido. Dijo con
lágrimas en los ojos lanzándolo por el pequeño hueco que aún quedaba en la
puerta y cogiéndole éste con una cara de sincera gratitud.
Javi, besó en la cara a Alicia.
_Al fin y al cabo, todo ha
terminado saliendo bien. Con el alta en la mano, un regalo en la otra, y amigos
en el corazón ¿qué más se puede pedir?