Pat Fletcher perdió la vista a la edad de 21 años. Ahora asegura poder distinguir el mundo como si fuera una película antigua en blanco y negro. Fletcher sigue ciego, pero ahora es capaz de oír la luz sin ayuda gracias al entrenamiento proporcionado por un dispositivo llamado vOICe.
vOICe fue concebido por primera vez por el doctor Peter B.L. Meijer en 1982, y se basa en el concepto de ecolocalización. Algunas personas ciegas desarrollan con el tiempo la capacidad rudimentaria de ‘ver’ el entorno mediante los sonidos que rebotan en los objetos al igual que hacen los murciélagos. Meijer creía que esta habilidad se podía entrenar de manera artificial, pero no fue capaz de desarrollar un prototipo funcional de su invento hasta 1998 debido a la falta de componentes que fueran fáciles de llevar encima.
El primer sistema vOICe eran unas gafas-espía dotadas de una cámara y conectadas a un portátil que se llevaba en la mochila. Ahora, Meijer ofrece una aplicación disponible en Android que cumple la misma función utilizando la cámara del smartphone y conectando este a unos auriculares.
Lo que hace esta aplicación (o la mochila que varios pacientes han probado con éxito) es convertir las imágenes de la cámara en frecuencias de audio en un barrido que siempre se produce de izquierda a derecha una vez por segundo. La frecuencia indica el eje vertical, mientras que la intensidad del sonido representa con qué fuerza rebota la luz sobre el objeto.
Al principio, la persona sólo oye un coro ininteligible de chasquidos y chirridos pero, con el tiempo y ayudándose del tacto, algunos pacientes aseguran ser capaces de ver imágenes que describen, primero como líneas, y después como imágenes completas. El aspecto de esta visión sería parecido a esta recreación del propio doctor Meijer que veis bajo estás líneas.
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Es sabido que el cerebro se ‘reprograma’ a si mismo con el tiempo, reforzando las conexiones de las áreas más usadas. Algunos estudios sugieren que vOICe puede ayudar a que el cerebro restablezca conexiones neuronales en aras de mejorar la percepción espacial mediante el sonido.
Otros especialistas aseguran que el invento no puede sustituir a la visión natural, y que hay otras técnicas más prometedoras en desarrollo, como los implantes. Sea como sea, y mientras llegan esas otras técnicas prometedoras, la idea de Meijer de ofrecer un sistema alternativo gratuito y accesible a las personas con problemas de visión nos parece más que elogiable, incluso aunque no funcione igual de bien en todos los pacientes.
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